Diálogos Amazónicos en Belem Do Pará: Venezuela hizo sentir la voz de los pueblos indígenas

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Por Yoselina Guevara López
Este domingo 6 de agosto culminaron los “Diálogos Amazónicos” en
Belem Do Pará, Brasil, en los cuales participaron más de diez mil personas de
ocho países amazónicos: Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Brasil, Guyana,
Surinam y Venezuela.
Los representantes de los distintos movimientos sociales, centros de
investigación, organismos gubernamentales, pueblos y comunidades
indígenas, afrodescendientes y mestizas, llevaron a cabo diferentes
discusiones que abarcaron temas que atañen directamente a la Amazonía.
Debatiendo en torno al cambio climático, el bienestar de las comunidades
indígenas amazónicos y los proyectos centrados en el desarrollo sostenible e
inclusivo en la región. Además de la agroecología, los medios de subsistencia
de los trabajadores forestales y la necesidad de combatir la minería ilegal y la
deforestación. Los resultados de estas deliberaciones se presentarán como
propuestas a los jefes de Estado durante la reunión de la Cumbre de la
Amazonía que se celebrará del 8 al 9 de agosto en Brasil, en el marco de la IV
Reunión de los Presidentes de la Organización del Tratado de Cooperación
Amazónica (OTCA).
Venezuela: reivindicación de los derechos indígenas
Durante los Diálogos Amazónicos destacó la intervención de la Ministra
del Poder Popular para los Pueblos Indígenas de Venezuela, Clara Vidal quien
durante su exposición subrayó las reivindicaciones de los derechos de los
pueblos originarios que iniciaron durante el gobierno del Comandante Chávez,
los cuales continúan siendo sostenidos por el actual mandatario venezolano,
Nicolás Maduro Moros.
La Ministra Vidal hizo una analogía entre los logros alcanzados en
Venezuela y las posibilidades de lucha para todos los pueblos indígenas que
hacen vida en la Amazonía, el “Gran Shabono”, tal cual como la denominó
tomando como referencia las costumbres indígenas Yanomamis.
Uno de estos derechos reivindicados por el gobierno venezolano es la
legitimidad de los pueblos originarios de ser dueños de las tierras que como
señaló la Ministra Vidal son territorios “donde han vivido desde tiempos
inmemoriales”. De allí que el actual conflicto por la demarcación de los
territorios sea una deuda para algunos Estados que conforman el espacio
amazónico. Además dicha demarcación de tierras es una de las principales herramientas legales para el establecimiento de una barrera al avance de la
deforestación en la Amazonia.

En este aspecto la funcionaria hizo también una exhortación a la
“erradicación de la deforestación”. De acuerdo al Informe “Amazonía Viva
2022” de la organización World Wildlife Fund (WWF) el 18% de los bosques
amazónicos se ha perdido por completo y un 17% están casi totalmente
degradados. De allí la urgencia por salvar la Amazonía de la depredación
humana, que de continuar esta devastación afectaría el sustento directo de
cerca de 47 millones de personas, pondría en riesgo la seguridad alimentaria y
haría imposible detener el aumento de la temperatura del planeta.

Por otra parte la Ministra venezolana para los Pueblos Indígenas, Clara
Vidal, denunció como las medidas coercitivas unilaterales que ha impuesto el
gobierno de los Estados Unidos a Venezuela han afectado gravemente la vida
de los pueblos indígenas que habitan dentro del país suramericano, así como
también en las zonas de las fronteras comunes de la Amazonía. Vidal destacó
“a pesar de estar el pueblo venezolano y el gobierno del Presidente Nicolás
Maduro sometido en los últimos 10 años a más de 900 medidas coercitivas
unilaterales de carácter económico- financiero y político emitidas por el
Gobierno de los Estados Unidos, seguimos trabajando para garantizar las
reivindicaciones de los derechos de nuestros pueblos originarios”.

Cambiar el modelo para salvar la Amazonía
El hecho de ser la Amazonía un territorio rico en recursos va en línea
directa con las causas de su expoliación y destrucción. Sus relucientes
riquezas en oro, petróleo, cobre, madera, parecen hoy adoptar los sombríos
colores de su ruina, que a la vez es la destrucción de todos. La explotación de
los bienes naturales de esa zona del planeta provoca un dramático expolio de
sus recursos que afecta objetivamente a todo el mundo: por cada cinco vasos
de agua que bebemos, uno procede indirectamente de la Amazonia.
De allí la importante aseveración realizada por la ministra Vidal en
cuanto a la “proliferación de un modelo económico global de explotación que
está encaminado no a la protección sino a la destrucción de la Amazonia”. Por
esta razón la alternativa puede estar justamente en los pueblos indígenas y el
establecimiento de modelos de desarrollo sostenible que puedan proteger la
selva y los ríos, pero también apoyar una economía vibrante y niveles de vida
más altos para la población amazónica. Donde la ciencia esté al servicio del
conocimiento ancestral, complementándose en sinergia el conocimiento
científico y las prácticas sociales y culturales de los pueblos indígenas.

La Amazonía no implica solo la ecología

Pero la devastación Amazonia no se trata sólo de un tema ecológico; los
dramas sociales generados por la depredación y expoliación afectan a
poblaciones indefensas, que en algunos casos son dejadas a merced de la ley
del más fuerte. La Ministra Vidal hizo referencia a que la Amazonía “ese altar
natural, ese paraíso ancestral puede convertirse en un espacio para el
narcotráfico, para el establecimiento de grupos armados ilegales, para la trata y
tráfico de personas, para la criminalidad, y a la larga inclusive para la pérdida
de nuestra cultura e identidad y la extinción de nuestros pueblos originarios”.
Una verdadera tragedia que se intensifica con la explotación salvaje de las
minas de cobre en la Cordillera ecuatoriana y el tráfico de madera que derrama
sangre en la Triple frontera entre Colombia, Brasil y Perú, entre otros dramas
que se viven a diario en la Amazonía.

Estos Diálogos Amazónicos siguen abriendo las ventanas del mundo
hacia una región que definitivamente no es otro mundo, lejano y exótico; que
por el contrario es un espejo del nuestro, del espacio donde vivimos.
Esperemos que con la próxima celebración de la Cumbre de la Amazonia se
tomen las acciones necesarias, más allá de las palabras, que permitan salvar y
proteger la Amazonía, que en definitiva debemos ser conscientes que es una
cuestión de vida o muerte no solo de la biodiversidad, sino de todos los que
habitamos en este planeta.

Yoselina Guevara López: comunicadora social venezolana, analista política,
articulista en diferentes medios internacionales, cuyo trabajo ha sido traducido
al inglés, italiano, griego y sueco. Ganadora del Premio Nacional de Periodismo
Simón Bolívar 2022 (Venezuela), mención especial Opinión; Premio Nacional
de Periodismo Aníbal Nazoa 2021 (Venezuela); I Concurso Memoria Histórica
Comandante Feliciano 2022 (El Salvador) Tercer lugar. Twitter:
@lopez_yoselina