Claudia Sheinbaum, presidenta de México, parte de los desafíos que deberá afrontar

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Por Yoselina Guevara López

Por Yoselina Guevara López

Este domingo 2 de junio por primera vez México eligió a una mujer como
presidenta, la científica Claudia Sheinbaum, con cerca de 35,5 millones de
votos; un paso histórico para un Estado caracterizado por el machismo , una
gran desigualdad de género y grandes porcentajes de violencia contra las
mujeres. Pero después de esta contundente victoria Sheinbaum, deberá
afrontar una serie de desafíos estando al mando del gobierno mexicano.


Reducción de la violencia
Bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO),el actual
presidente de los Estados Unidos Mexicanos la violencia generada por el
narcotráfico ha continuado su curso, aunque la cifras oficiales señalan una
disminución. La política de seguridad de AMLO se ha basado en la reducción
de las actividades de represión policial, como detenciones, registros y redadas
favoreciendo en cambio, el desarrollo de las zonas económicamente más
deprimidas del país, donde la delincuencia ha ganado terreno. Aunado a ello
también los planes sociales han sido encaminados a solventar las
desigualdades económicas. No obstante, lamentablemente la política
denominada “Abrazos, no balazos”, no ha logrado los efectos esperados.

La reducción de la actividad policial en las calles ha abierto espacio a los
narcotraficantes, que han aumentado el nivel de violencia.
Claudia Sheinbaum ha prometido reducir la violencia, basándose en sus
éxitos en este campo como alcaldesa de Ciudad de México, pero hasta ahora
todos sus predecesores, de derecha y de izquierda, lo han intentado,
adoptando diferentes tácticas y estrategias, y han fracasado.
Desde junio de 2023 comenzó, casi como una epidemia, la muerte de
candidatos en estas “elecciones sangrientas”, como las han llamado muchos
analistas. Los asesinatos afectaron también a aspirantes que no estaban
inscritos en las listas de sus partidos ni en las del Instituto Nacional Electoral,
pero que habían sido propuestos para un cargo o simplemente habían
declarado su aspiración a participar en las elecciones como candidatos; una
mayoría de aspirantes afectados pertenecen al partido Morena.
Pero las raíces de la violencia en México, no provienen del ámbito de la
política, es decir enfrentamientos entre diferentes ideologías, partidos, etc;
tienen que ver con una razón a nivel social a través de la cual se vuelve un

instrumento de movilidad. Es un país donde la falta de oportunidades y la
desigualdad conducen muy fácilmente a la delincuencia.
Por diversas razones culturales, en México ha habido una especie de
devaluación del valor de la vida; por cualquier pequeña e inútil razón, incluso
por poco dinero y para dirimir disputas, se llega a asesinar, una práctica que
arriba a la eliminación por motivos fútiles de los adversarios políticos. A esto se
suma, por un lado, el deseo de los grupos del crimen organizado de ejercer el
control político en los territorios que dominan y, por otro, algunos políticos
tratan de ganar sus posiciones, espacios de poder, apoyándose en el crimen.
Claudia Sheinbaum, también tendrá el reto de mantener los programas
sociales, que contribuyen efectivamente a la reducción de la pobreza e inciden
en la disminución de la violencia y la delincuencia, pero para ello deberá
enfrentar un déficit fiscal que subió al 5,9%, con un crecimiento económico
promedio que en los últimos seis años fue de apenas 0,8%.

Relaciones con los Estados Unidos
Aunque parezca descabellado el factor de violencia y la asimilación de
millones de inmigrantes mexicanos ha permitido a los Estados Unidos
mantener su población más cruenta y joven que la de sus antagonistas, sobre
todo la República Popular China. La desesperación y la violencia de quienes
desde México, cruzan la frontera hacia el país de las barras y estrellas facilita la
metabolización de la guerra, como señaló hace algunos años un historiador
norteamericano Arthur Schlesinger “toda gran potencia, sea cual sea su
ideología necesita una casta guerrera”.
Pero si bien los inmigrantes nutren los espacios donde el imperialismo
norteamericano tiene la necesidad de carne de cañón, con el advenimiento
posible ganador en los próximos comicios presidenciales Donald Trump, surge
un fenómeno interesante y es la reacción identitaria, el redescubrimiento del
nativismo, y el nacionalismo dentro de una perspectiva trumpiana. Todo ello
conlleva al rechazo de los extranjeros y la defensa de las cuotas de poder de
los supuestos blancos auténticos; en efecto ya el candidato republicano está
amenazando con deportaciones masivas de migrantes que cruzan por la
frontera binacional de casi 3.200 km.
Por otra parte en 2026 los Estados Unidos Mexicanos, Estados Unidos y
Canadá deberán renegociar su tratado comercial T-MEC; a través del cual en
el año 2023 México reemplazó a China como el mayor socio comercial de
Washington , enviando más de 475.000 millones de dólares en bienes a través
de la frontera. El T-MEC de 2020 reemplazó al tratado de Libre Comercio de
América del Norte o TLCAN.

Claudia Sheinbaum tendrá que enfrentarse con el vencedor de la Casa
Blanca en cuanto a relaciones comerciales, problemas migratorios, en
diferentes ámbitos, y decimos enfrentarse, valga la redundancia porque hasta
ahora la convivencia entre ambos países no ha sido fácil. La presidencia de
AMLO ha caracterizado su política exterior con bastante frontalidad frente a
Washington, y con una mayor apertura, integración y búsqueda de unidad con
Latinoamérica y el Caribe. Sheinbaum podría tener un enfoque más diplomático
con un cambio de estilo, pero si el ganador es Trump, en el caso de los
Estados Unidos, todo va a depender de la agresividad, los niveles de desprecio
por los latinos y si el machismo trumpiano prevalece.

Yoselina Guevara López: comunicadora social venezolana, analista política,
articulista en diferentes medios internacionales, cuyo trabajo ha sido traducido
al inglés, italiano, griego y sueco. Ganadora del Premio Nacional de Periodismo
Simón Bolívar 2022 (Venezuela), mención especial Opinión; Premio Nacional
de Periodismo Aníbal Nazoa 2021 (Venezuela);I Concurso Memoria Histórica
Comandante Feliciano 2022 (El Salvador) Tercer lugar.