FMLN reconecta y resiste con las mayorías populares el proceso electoral

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Lourdes Argueta
Comisión Política FMLN

El país se encuentra inmerso en la recta final del proceso electoral presidencial y legislativo, en el cual nuestro partido FMLN compite como la fuerza política de izquierda que representa los sueños, anhelos y compromiso de lucha por una sociedad más justa y en la que se pueda vivir con dignidad.

Hay quienes se atreven a cuestionar la existencia del FMLN, y se ufanan en decir que en este proceso electoral desaparecerá, lo que evidentemente tiene como propósito desmoralizar a la base y simpatizantes que mantienen este proyecto que nació como fruto de la lucha social y política de las organizaciones de izquierda y progresistas que por décadas venían enfrentando el autoritarismo dictatorial y las desigualdades sociales en esa época, que nuevamente se ven reflejadas en nuestra sociedad.

La valentía con la que se resistió, enfrento y derroto a la dictadura, le dio un lugar importante al Frente en la sociedad, lo cual permitió seguir creciendo y acumulando respaldos políticos, reflejados en los procesos electorales que de manera ascendente le permitían al FMLN seguir ocupando más espacios institucionales, desde los que se impulsaron muchas decisiones encaminadas a dar mayor bienestar a las familias salvadoreñas en materia de salud, educación, producción agrícola, inclusión social, juventud, mujeres, etc.

Por primera vez un gobierno lograba que su mayor inversión fuera para beneficiar al pueblo y eso afectaba los intereses de los representantes del poder económico del país que históricamente habían movido los hilos ocultos del poder político. La otra opción era haber pactado y cogobernado con la oligarquía, y el FMLN no lo hizo, por lo que estos, al ver afectados sus intereses, boicotearon, difamaron y contrarrestaron la gestión de los gobiernos del FMLN para mantener su poder de dominación social y cultural.

No obstante, nuestro partido ha realizado las correspondientes evaluaciones de las gestiones gubernamentales y también identificamos fallas o desaciertos propios, que los asumimos con el compromiso de corregir y reivindicarnos como partido de izquierda y representante de las grandes mayorías. Uno de los principales desaciertos es no haber invertido en concientización social y no haber promovido la participación directa del pueblo. Reproducir la dinámica del simple asistencialismo solo fortalece la democracia representativa que promueve la idea del poder delegativo para que una clase política gobierne y decida por todos, y ahoga las condiciones para construir poder real, junto al pueblo.

Esa democracia representativa está en crisis, y, por lo tanto, las elites políticas de la derecha, los representantes del poder económico tradicional y el emergente, buscan la forma de salvarla para seguir usufrutuando del sistema de privilegios a costa de un pueblo sumiso, mediatizado con cualquier medida o acción superficial que no resuelve los problemas estructurales de la sociedad salvadoreña, pero generan una percepción manipulada de la realidad. Y es justamente esa superficialidad manoseada la que se impone como criterio a la hora de decidir en el proceso electoral.

Nuestro mensaje como partido es caminar y construir juntos la nueva democracia participativa como vía para la edificación del verdadero poder popular y alcanzar el poder formal para transformarlo en función de los intereses del pueblo salvadoreño. Estamos conscientes que no es fácil por el dominio cultural que se impone, de la indiferencia, de la desidia, del comodismo de que otros “resuelvan” y la malicia de quienes a sabiendas de lo que conlleva la participación popular, confunden, desmoralizan y neutralizan.

Sera la persistencia y resistencia la que al final irá dando sus frutos, la coherencia y consecuencia con la misión de transformación social, tal y como nuestro recordado Schafik Hándal apuntaba, como un llamado a la militancia. Son esas ideas y ese compromiso el que hacen del FMLN un partido vivo y con capacidad de retoñar y reinventarse frente a los nuevos desafíos en el actual momento histórico, y es lo que esas personas que se atreven a decir que lo harán desaparecer, no dimensionan y nos subestiman porque no conocen las entrañas del FMLN, solo han conocido una representación formal, pero el FMLN está integrado de diversas generaciones que aun cuando reconocemos las diferencias propias de una izquierda amplia y diversa, nos une un compromiso con el país y se ve expresado en todo el trabajo territorial y de contacto directo con la población.

Somos el partido con mayor presencia territorial, en base al trabajo militante o voluntario de nuestra base, no son activistas pagados, no hemos instalado ningún call center para llamarle a la gente y ofrecer nada a cambio de su respaldo electoral, como sí lo hace el partido oficialista. Nuestras estructuras partidarias y las y los candidatos a los diferentes cargos, están presentándose cara a cara con el pueblo, con solvencia y optimismo por recuperar la confianza de los sectores sociales que históricamente nos han acompañado, y por llegar a aquellos que aún más distantes, pero resienten el retroceso de estos cuatro años de un gobierno con matices autoritarios y elitistas.

Este 10 de enero, conmemoramos el 43 aniversario de la primera ofensiva final, del 10 de enero de 1981, siendo una de las principales y más estratégicas acciones militares que le demostraban a la oligarquía salvadoreña y a la dictadura de turno, que había la suficiente fuerza moral para enfrentar las injusticias y transitar a otros niveles de democracia. Con la firma de los Acuerdos de Paz que conmemoraremos los 32 años la próxima semana, logramos dar un salto estratégico que ponía fin a esa etapa gris a la que no podemos permitirnos regresar.

Seguiremos conmemorando estas fechas que mantienen viva la memoria histórica y nos recuerdan el alto costo que ya se pagó y por lo que no podemos claudicar. Mi aprecio y reconocimiento a nuestros veteranos, veteranas, lisiados y lisiadas de guerra y a todos sus familiares que se involucraron en esa lucha popular por la liberación nacional.

La misión continúa y hay nuevas generaciones comprometidas con esa historia, con esa lucha y con la transformación de nuestro país y la sociedad salvadoreña. En este proceso electoral pedimos su voto de confianza por nuestros candidatos y candidatas a la Asamblea Legislativa y a nuestra fórmula presidencial conformada por Manuel el Chino Flores y Werner Marroquín.