Nuestra convicción: caminar junto al pueblo para lograr las verdaderas transformaciones de El Salvador

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Lourdes Argueta

El pueblo salvadoreño es y sigue siendo la base fundamental para que esta nación se levante día a día, se transforme y se desarrolle, aun en medio de muchas dificultades propias de un país con un modelo económico altamente dependiente del capital transnacional, con un sistema injusto, desproporcional y desigual en distribución de las riquezas, que se siguen concentrando en pocas manos.

Esa amarga realidad convierte a El Salvador en dependiente también de las remesas de nuestras hermanas y hermanos  en el exterior.

En junio del presente año el Banco Central de Reserva reportó que en los primeros cinco meses de 2023 en nuestro país los ingresos por exportaciones fueron de $2,850.3, y por remesas $3,331.5 es decir, que estas sumaron  $481.2 millones más, que beneficiaron directamente a la economía familiar de miles de salvadoreños.

Recientemente se conoció un informe de una institución estadounidense que refleja que El Salvador es el tercer país de América Latina y el Caribe con más dependencia de las remesas por su relación con el PIB, estimando un crecimiento del 4 % respecto a los $7,855.4 millones recibidos en 2022.

Ante estos datos, evidentemente son las remesas el mayor sostén de nuestras familias, lo que expone el fracaso de un modelo económico dependiente y subdesarrollado, un modelo excluyente, explotador e injusto, que sigue separando familias, porque muchas en estos momentos se encuentran cruzando las fronteras en busca de mejores oportunidades.

De acuerdo con los registros migratorios, nuestro país ocupa la sexta posición en la tasa de migración irregular por 100,000 habitantes, y de julio a agosto, la cantidad de personas salvadoreñas detenidas por las autoridades fronterizas de Estados Unidos aumentó un 53%. Es difícil determinar cuántas de estas personas hacen un segundo o tercer esfuerzo por cruzar esas fronteras, así como la cantidad que sí lo logra.

Las causas de esta crisis migratoria se siguen profundizando, razón evidente por la que es legítimo cuestionar la afirmación del presidente de la república en su discurso frente a la 78° Asamblea de la Organización de las Naciones Unida, de que El Salvador es ahora un país en vías de desarrollo, un desarrollo que de ser cierto es válido cuestionar entonces a quién beneficia, porque al menos a las familias salvadoreñas aún no ha llegado.

No se puede maquillar la realidad que vive el pueblo salvadoreño, no es haciendo inversión millonaria en publicidad como cubrirán las necesidades básicas del pueblo, en especial la más elemental de todas para vivir, como lo es la garantía de nuestro derecho a la alimentación, porque El Salvador figura como uno de los 18 puntos críticos de hambre en el mundo, como advierte el informe de perspectivas sobre la inseguridad alimentaria aguda para junio – noviembre de 2023, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Será interesante conocer qué medidas está tomando el gobierno frente a la inseguridad alimentaria que ya se vive en nuestro país, si es que se está haciendo algo.

Pueden empezar por dejar de invertir los millones que destinan para hacer propaganda política con fondos del Estado, fondos que deberían invertir al menos en garantizar una buena producción agrícola. La FAO y PMA hicieron cuatro recomendaciones para hacer frente a la problemática; y en nuestro país, la Mesa por la Soberanía Alimentaria también propuso medidas, de las que aún no hay señales que se ejecuten. Pareciera que esto no es prioridad.

Si en nuestro país estos problemas no se tratan de manera seria y responsable, no habrá propaganda que les valga para ocultar estas necesidades reales. La gente seguirá migrando, seguirán exponiendo sus vidas y separando familias.

En la medida que estos temas se sigan abordando de manera superficial por el actual gobierno, la legitimidad de nuestra denuncia toma más fuerza, como más fuerza toma presentar una alternativa ante la sociedad. Nuestra convicción es construir y caminar junto al pueblo para lograr las verdaderas transformaciones en el país.

*Comisión Política del FMLN

Fuente: Diario Co Latino

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