Simón Rodríguez: Pensamiento Crítico Forjador de Libertades. 2ª parte

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Por  MsC Yosman Colina 

En este orden de ideas, para Simón Rodríguez, la escuela no es solo el medio
para enseñar a la gente a mejorar sus condiciones de vida; sino que debe contribuir
a la superación, debe mostrar por ejemplo cómo valerse por sí misma, a ser útiles
a otros, para realizarse ellos y realizar el país, superando la segregación.
En su afán liberador, concebía la educación como el instrumento más idóneo y
a la mano con el cual, se aseguraría definitivamente la independencia conquistada
por las armas de América, al mismo tiempo que los nuevos ciudadanos adquirirían
las nociones básicas que les permitirían asumir la construcción propia de las
nacientes repúblicas, sin necesidad de copiar modelos europeos. Es aquí donde
castiga Rodríguez el modelo de educación de imitación servil, que reproduce y
afianza defectos morales e intelectuales que coartan la capacidad de desarrollar
mecanismos para el progreso político social y técnico científico, esta
caracterización la hace Rodríguez como reflexión que contribuya al despertar de
los pueblos.
Con este fin propone un plan de reforma para la escuela de Primeras Letras al
Cabildo de Caracas, donde bosqueja todo su proyecto de renovación del sistema
de enseñanza existente; orientándolo a la preparación del ánimo de los niños y
hacerlos capaces de todas las empresas; para que de ésta forma, puedan
incorporarse a la plenitud de la vida social.
A este respecto, Cabrera y otros (2012) indican
Piénsese en las cualidades que constituyen la sociabilidad, y se verá
que, los hombres deben prepararse al goce de la ciudadanía, con
cuatro especies de conocimientos: por consiguiente, que han de
recibir cuatro especies de Instrucción en su primera y segunda edad:

  1. Instrucción social, para hacer una nación prudente
  2. Instrucción corporal, para hacerla fuerte
  3. Instrucción técnica, para hacerla experta
  4. Instrucción científica, para hacerla pensadora.(p.395)

De acuerdo con esto, Rodríguez establece un vínculo entre la educación
popular como medio para materializar el bien común, conduce a organizar el
proceso de formación de modo que esa concepción pedagógica se realice en la
práctica. Para ello es necesario, en primer lugar, identificar la presencia de los
elementos en el contenido mismo de la enseñanza, y en consecuencia con ello,
desarrollar el proceso docente educativo de modo que ese enfoque se realice
plenamente en cada disciplina.
En esencia se trata de lograr transformar el proceso de formación,
tradicionalmente centrado en los aspectos cognitivos, logrando que los mismos se
integren dialécticamente con aquellos de carácter significativo, consciente, de
compromiso social; hecho este que lamentablemente no se logró. Así, del mismo
modo que se identifican los conocimientos y las habilidades como parte del
contenido de la enseñanza de cada una de las disciplinas, entendido como la
parte de la cultura de la humanidad que hay que asimilar para lograr los objetivos
propuestos es necesario comprender que los valores son igualmente un aspecto
esencial de ese contenido, que requiere de un tratamiento pedagógico propio para
lograr que sean incorporados, en forma de convicciones, a la personalidad del
estudiante.

Más aún, como la manera en que se asimila un conocimiento o se domina una
habilidad, es diferente al proceso mediante el cual se logra la formación de esas
convicciones, se requiere de un tratamiento pedagógico propio, en el que cada
disciplina docente participe de tales propósitos, en estrecha unidad con los
aspectos de carácter instructivo.
En síntesis como sostienen Cabrera y otros (2012) se trata de asumir el ideario
de Simón Rodríguez como modelo de “Instrucción social, para hacer una nación
prudente; corporal, para hacerla fuerte; técnica, para hacerla experta; y científica,
para hacerla pensadora”. (Cabrera y otros. (p..216) Así entonces, para el maestro
Simón Rodríguez, asumir el arte de gobernar se traduce en que “Para tener
República hay que comenzar por hacer los republicanos, por formar pueblo, por
crear una mentalidad, vamos a formar ciudadanos de un país en crecimiento,

vamos a convertirlos en la gente capaz de realizar esa república, en la escuela”.
Así mismo se refiere al arte de aprender no sólo poner a disposición de todos la
instrucción, sino dar medios y tiempo para adquirirla, y obligar a adquirirla”. El
pensamiento del maestro Simón Rodríguez, forjó su personalidad enfrentando los
prejuicios raciales de su época, contraponiéndose a los dogmas religiosos que
imponían la iglesia católica a la educación: denunciando los privilegios políticos y
sociales que se oponían al cambio de la situación colonial, generadora de los
desajustes presentes en el seno de la sociedad venezolana.
Para lograr sus elevados propósitos, pensaba en la fuerza creadora de la
educación, al afirmar: de acuerdo con Barillas (2018) que “para tener República hay
que comenzar por hacerlos republicanos, por formar pueblo, por crear una
mentalidad, vamos a formar ciudadanos de un país en crecimiento, vamos a
convertirlos en la gente capaz de realizar esa república, en la escuela”.(p.314)
De esto se desprende su ideario pedagógico fundamental como es la
educación popular. Por ello, propongo la educación popular como el modelo a ser
aplicado en todas las carreras de nuestro país, que aborde la vinculación de la
educación popular como medio para materializar el bien común. El concepto se
estructura a partir de concebir un profesional sentipensante, dotado de una
profunda formación básica; capaz de resolver, en el eslabón de base de su
profesión, los problemas más generales y frecuentes que se presentan en las
diferentes esferas de su actividad profesional.
Quiero señalar que el pensamiento del Maestro Simón Rodríguez cobra una
vigencia extraordinaria en el momento coyuntural que atraviesa la República
Bolivariana de Venezuela, esto es producto del desgaste y el colapso que vive el
modelo capitalista a nivel latinoamericano y el despertar de la historia que causó el
liderazgo del Comandante eterno Hugo Rafael Chávez Frías, quien con
fundamento en el ideario Bolivariano, impulsa una revolución con principios
socialistas y antimperialistas, la cual tiene su base ideológica en el libro “El Árbol
de las tres Raíces” donde uno de los modelos políticos y sociales, es el inspirado
por Simón Rodríguez.

Venezuela al igual que el resto de los países que luchan por su
autodeterminación, se encuentra con una realidad que históricamente viene
imponiéndose de parte del imperio de los gobiernos norteamericanos
contemporáneos, con el fin de seguir controlando y aprovechando las riquezas y
más allá la vida en el planeta.
Dado el carácter de importancia que cobra el desarrollo y la
autodeterminación de la Patria Bolivariana, debo hacer un análisis de los
requerimientos para una sociedad que busca salvaguardar la vida.
Es así que el modelo Robinsoniano para la formación, concibe al hombre y
la mujer como sujetos de derecho, pero este estadio solo se alcanzará con una
educación con valores, y es aquí donde, don Simón Rodríguez plantea las Virtudes
Sociales, donde prevalecen los valores, el bien común y la cooperación. Debemos
acotar que el modelo capitalista da valor a los seres humanos por sus capacidades
al servicio de un poder y no es el poder popular. Los modelos educativos derivados
de las sociedades de castas preparan al ser humano como elementos al servicio
de un sistema de explotación, es por esto que surge el modelo Robinsoniano con
elementos suficientes para garantizar una educación basada en nuestra realidad
que se apega al momento histórico de una guerra multiforme que busca restaurar
una dominación social.
Es necesario educar a los niños con una base sólida, ilustrados, con
principios filosóficos y sobre todo comunicativos, hacerlos hombres y mujeres de
valores y principios, que permita la restauración del proyecto Socialista, y esto es
parte de nuestra responsabilidad como facilitadores.
En cuanto al desarrollo productivo, Rodríguez nos habla de la educación
para el trabajo con el fin de que los ciudadanos puedan desarrollar sus habilidades,
potenciando las vocaciones donde se logre enmarcar una actividad del propio ser,
el arte, la creatividad y la inventiva.es decir, desde el aspecto transformador de
resistencia, de desarrollo e independentista. Este modelo tiene vigencia por cuanto
se presenta en situaciones de imposiciones imperiales de querer posicionarse en
nuestro territorio y darle continuidad a la explotación de los venezolanos. Es por

ello que se activa la necesidad de formar ciudadanos al fragor de una nueva etapa
de la guerra neocolonialista.
Cabe destacar que el sistema político cuarto-republicano sirvió en bandeja
de plata a la sociedad venezolana instaurando un sistema educativo excluyente,
que hoy dan cuenta de bajos niveles de conciencia patria, lo cual hoy día es un
instrumento para que los imperios de turno tengan garantizados los privilegios de
dominación.
El pensamiento de Simón Rodríguez tiene vigencia ya que fue un hombre
adelantado a su época, aunque parezca redundante decir esto, pero él tuvo esa
capacidad de ver y explicar las afecciones que vendrían al descuidar los
fundamentos de la educación republicana. Es necesario formar ciudadanos que
interpreten y respondan a las necesidades sociales, alimentarias y científicas,
obviando la visión clasista y asumiendo una visión más periférica de la realidad,
como hombres y mujeres que conformamos esta sociedad.
No quiero en este artículo dejar pasar los grandes aportes que el Maestro
Simón Rodríguez diera a la consolidación de nuestra Libertad, De manera que de
su pensamiento vigente debemos destacar, entre otros:

  • Sus aportes a las ideas de Simón Bolívar para la gesta libertadora
  • Su concepción del ambiente o salón de clases como espacio de
    emancipación
  • Su idea de despegar la escuela , epistémicamente, del modelo eurocéntrico
  • Su conceptualización de la Toparquía y la Topofilia
    En este sentido, el modelo de Rodríguez tiene que enmarcarse dentro
    Currículo Nacional Bolivariano de tal forma que cumpla con los cambios políticos,
    económicos y sociales que ha experimentado Venezuela, en los últimos años y
    estos cambios están orientados a la construcción de una nueva sociedad, en un
    marco derecho de justicia
    Es así entonces que desde mi punto de vista como facilitador de la UNESR,
    núcleo Valle de la Pascua, asumo el modelo Robinsoniano como acción para
    garantizar la autodeterminación de nuestra Patria y como modelo para el desarrollo

de ciudadanos republicanos que interpreten y respondan a la necesidades sociales,
alimentarias y científicas, obviando la visión clasista y asumiendo una visión
más periférica de la realidad, como hombres y mujeres que conformamos esta
sociedad. Nuestra universidad asume el reto robinsoniano en la educación por la
vigencia de las perspectivas de Rodríguez como acción para garantizar la
autodeterminación de nuestra Patria y como modelo de proyecto educativo
emancipador para el desarrollo de ciudadanos republicanos.
Quiero concluir indicando que el pensamiento del Maestro Simón Rodríguez
cobra una vigencia extraordinaria en el momento coyuntural que atraviesa la
República Bolivariana de Venezuela, esto es producto del desgaste y el colapso
que vive el modelo capitalista a nivel latinoamericano y el despertar de la historia
que causó el liderazgo del Comandante eterno Hugo Rafael Chávez Frías, quien
con fundamento en el ideario Bolivariano, impulsa una revolución con principios
socialistas y antimperialistas, la cual tiene su base ideológica en el libro “El Árbol
de las tres Raíces” donde uno de los modelos políticos y sociales, es el inspirado
por Simón Rodríguez.

REFERENCIAS

Aguirre M. (1944). La Instrucción Pública en las Postrimerías de la Caracas Colonial.
Tomo XXVIII. Caracas. p.p. 236.
Barillas. O. (2018). Un ilustre de la Venezuela colonial: Simón Rodríguez. En CIEG.
Revista arbitrada en línea disponible en: Ed. 33 (313-324) Omarlin Eduardo
Barillas Chagaray_articulo_id407.pdf (grupocieg.org)
Calzadilla. JH. (2016). Simón Rodríguez y la carta de la toparquía. En Memorias.
El Pueblo es la Historia. Edición commemorativa. Revista en línea. Disponible
en: https:// MEMORIAS DE VENEZUELA (wordpress.com)
Currículo Nacional Bolivariano, Ministerio del Poder Popular para la Educación,
2007
Cabrera,A. Pérez, Y. González, A. (2012) Modelo pedagógico de Simón Rodríguiez

en el contexto actual venezolano. Artículo en Impacto Científico. Revista
Arbitrada LUZ. Revista en línea disponible en:
Impacto7(2)2012completa.vp:CorelVentura 7.0 (unam.mx)
López,A. (2020) Simón Rodríguez, el gran educador de América y mentor de Simón
Bolívar. Historia Hoy. Revista en línea disponible en: Simón Rodríguez, el gran
educador de América y mentor de Simón Bolívar – Historia Hoy

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