Por Yoselina Guevara López
Occidente continúa desafiando a la Federación Rusa, este 21 de marzo
la subsecretaria de Defensa del gobierno británico, Annabel Goldie, informó
que el Reino Unido suministrará a Ucrania municiones con uranio empobrecido
238 (Du). Este armamento completaría los 14 tanques Challenger 2 y estaría
destinado principalmente a destruir los tanques rusos T-90m que están
entrando en Ucrania en mayores cantidades. Por su parte desde el Pentágono
se disocian de la declaración británica; a la pregunta si Estados Unidos
suministraría este tipo de armamento a Kiev el general Pat Ryder, portavoz del
Pentágono, respondió tajantemente: “No, que yo sepa”.
Reacción desde Rusia
La reacción de Moscú no se hizo esperar, con respecto a la entrega de
municiones a Ucrania el Presidente Vladimir Putin declaró “si todo esto ocurre
Rusia tendrá que responder en consecuencia, teniendo en cuenta que el
Occidente colectivo ya está empezando a utilizar armas con un componente
nuclear”. De hecho el jefe del Kremlin anunció este 25 de marzo que Rusia
desplegará armas nucleares tácticas en Bielorrusia, aunque no transferirá el
control de las mismas a Minsk.
Así mismo el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov en cuanto a las explícitas intenciones del gobierno británico declaró que “el suministro de
uranio empobrecido violaría el derecho internacional” añadiendo que “estas
acciones socavan la estabilidad estratégica en todo el mundo” y que el paso
dado por Londres “acabará mal”. El ministro de Defensa ruso, Sergei Sojgu,
afirmó que “estamos incluso a un paso de una colisión nuclear”.
OTAN y el uso del uranio empobrecido
A través de los medios de comunicación londinenses se está llevando a
cabo una campaña para restar importancia a los nocivos efectos secundarios
de las armas con uranio empobrecido, en el enésimo intento de desinformar a
la opinión pública y desestimar las numerosas manifestaciones en contra del
envío de este armamento a Kiev. Inclusive el gobierno británico ha llegado al
cinismo total al afirmar que“el ejército británico lleva décadas utilizando uranio
empobrecido en sus proyectiles perforantes. Es un componente estándar y no
tiene nada que ver con armas o capacidades nucleares”.
En efecto algo de verdad hay en esas declaraciones porque los únicos
que hasta ahora han utilizado exclusivamente las municiones de uranio
empobrecido en los conflictos armados han sido los países que forman parte
de la OTAN. Por ejemplo, de acuerdo a la ONU, entre 2003 y 2004, Estados
Unidos utilizó amplíamente este tipo de municiones en los ataques contra
objetivos en las ciudades iraquíes. Para ello Washington empleó al menos 300
toneladas de uranio empobrecido, haciendo que la contaminación radiológica
reinante en la ciudad de Faluya, Irak, fuera mucho peor que las de Hiroshima y
Nagasaki tras los bombardeos nucleares de Estados Unidos en 1945. Según el
gobierno iraquí, en 2005 la incidencia del cáncer en el país como consecuencia
del uso de las municiones con uranio empobrecido aumentó de 40 a 1.600
casos por cada 100.000 habitantes.
En el año 1999, en los bombardeos contra Yugoslavia la OTAN utilizó
unos 40.000 proyectiles aéreos perforantes con un total de más de 15
toneladas de uranio empobrecido. Esta fue una operación sangrienta por parte
de la Alianza Atlántica la cual inició el 24 de marzo hasta el 11 de junio de
1999, sin tener autorización del Consejo de Seguridad de la ONU. En los
países de la antigua Yugoslavia también se registró un aumento del 25% en las
tasas de cáncer como consecuencia de la utilización del uranio.
Inclusive un informe del Instituto de Política Medioambiental del ejército
estadounidense al Congreso en 1994 señala que “no existe ninguna tecnología
para reducir la toxicidad del uranio empobrecido”. En referencia a la limpieza
de las zonas donde se utilizan este tipo de municiones los investigadores de
dicho instituto afirman que es extremadamente “difícil quitar los restos y
eliminar la contaminación”.
Destrucción de Ucrania
Causa estupor que los países que conforman la OTAN conozcan
perfectamente los efectos negativos de las municiones de uranio empobrecido,
cuyo uso puede causar daños irreparables a la salud de los soldados de las
fuerzas militares ucranianas y de la población civil. Sin embargo el Reino
Unido se ha mostrado firme y dispuesto a suministrar tales armas a Ucrania.
Pareciera que el objetivo es destruir completamente a ese país, porque
además de infectar a la población ucraniana, pueden causarle un enorme daño
económico al complejo agroindustrial ucraniano, sobre todo a la producción
agrícola y ganadera. No solo porque no se podrían consumir los productos
ucranianos a nivel interno sino también porque la contaminación radioactiva
anularía la capacidad de exportación de cualquier rubro, no solo por años sino
inclusive por décadas siglos.
Por ahora no nos queda otra alternativa sino esperar que la sensatez
prevalezca, sobrevive la esperanza de un diálogo que pueda iniciar China entre
Rusia y Ucrania, que lleve a que al fin se logre al menos una tregua con la
promesa de una paz que hasta ahora ha sido inalcanzable.