Seguiremos con el tema del proceso electoral de febrero de 1977, consideramos que fue una experiencia que debemos recordar, nos da elementos de reflexión, para la actual situación.
Agotamiento de la experiencia electoral
“El PCS fue más tempranamente empezó a plantear la unidad de las fuerzas revolucionarias. Bastante años antes de que se alcanzara el primer acuerdo conjunto, el PCS ya lo había planteado, particularmente en la coyuntura de las elecciones presidenciales de 1977.
Sabíamos que el fraude se iba a imponer, igual que había ocurrido en 1972. Nosotros favorecimos la candidatura del coronel en retiro Claramount, que en ese momento era demócrata. Con esto se tendía un puente para que dentro del ejército se disiparan los temores, pero más que todo para que hubiera una posible reacción frente a la imposición. Apoyamos esa candidatura y estábamos claros que iba haber fraude: no le iban a permitir llegar a la presidencia.
Llevamos a la UNO la tesís de no ilusionar a la gente: decirles claramente a qué nos estábamos enfrentando y qué probablemente ocurría. Les preparamos para defender su voluntad expresada en las urnas. Esa preparación debía llegar a la acción insurreccional, si efectivamente se consumaba esta imposición.
Desde ese momento, en la campaña electoral los oradores debían desarrollar un discurso en el que se hiciera un análisis tomando la experiencia de 1972. Prevenir a la gente para no desilusionarse .
No se trata de solo ir a votar y aceptar cualquier resultado. Era necesario prepararse para defender el voto.”
Handal, Schafik. (2014). Legado de un Revolucionario. Tomo II. Primera edición. Editorial Ocean Sur. Argentina. Página 37.
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25 de febrero 1983
A la memoria de las y los compañeros que trabajaron en las unidades de armamento, logística.
“En Tejutla, Chalatenango, se derrota una guarnición con un saldo de 25 armas y 10 prisioneros capturados.
Cirilo está de nuevo en Morazán. Como siempre, organizamos una partida de ajedrez. Me cuenta detalles sobre una operación de traslado de armas a Morazán que se acaba de efectuar: ocho camiones atravesaron buena parte de la zona oriental, en las narices del ejército.
La sección de Hernán dio la protección, en cada camión colocaron una ametralladora, en caso de un encuentro con el ejército sobre la Panamericana. Danilo iba adelante explorando el camino.
Traían 16 toneladas de armamento que incluía un cañón 75mm., granadas de mortero, fusiles, munición, nuevos transmisores para la Venceremos, equipo de cine y cajas de revistas, folletos y libros.
La caravana pasó a dos Kilómetros de la Tercera Brigada y enrumbó hacia Morazán. En el Cacahuatique los estaban esperando 30 mulas y decenas de milicianos que trajeron el cargamento hasta nuestros campamentos.
La experiencia conspirativa, el apoyo popular, el control político-militar de amplias zonas, unido a la audacia, hacen irrefrenable nuestro abastecimiento logístico.”
Consalvi, Carlos. (1992). La terquedad del Izote. 1° edición. Editorial Diana. México. Página 163
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