Año 2022: lo que nos deja el conflicto Rusia- Ucrania

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#MundoTuit

Por Yoselina Guevara López
No cabe duda que el 2022 será recordado como un año histórico, que ha marcado un antes y un después sobre todo por la operación especial rusa en Ucrania la cual está acelerando procesos de cambios estructurales en el sistema mundo, más allá de las coyunturas propias de los conflictos bélicos.

Lo que nos deja este enfrentamiento entre Moscú y Kiev, aunque detrás esté la OTAN, es la alteración del “frágil”equilibrio mundial que el imperialismo norteamericano y sus aliados con sus imposiciones y retaliaciones habían tratado de alcanzar tras el final de la Segunda Guerra Mundial y el colapso de la Unión Soviética. En virtud de lo cual está emergiendo con mayor solidez el nacimiento de un mundo multipolar, caracterizado no por la dimensión ideológica, sino por el control y explotación de las materias primas y de las cadenas de producción.

UE en un desfiladero
No deja de asombrar la posición de los países que conforman la UE, y los aliados de los Estados Unidos al conducir a sus naciones hacia un abismo económico y social con la destrucción de sus aparatos productivos, al continuar participando abiertamente en el sostenimiento de Ucrania.

La UE se ha lanzado en una vorágine de sanciones contra Rusia, que han demostrado su poca eficacia, las cuales solo han dejado sin petróleo y gas al viejo continente pero que cada día abultan las arcas de Washington que revende los recursos energéticos y por supuesto toda la maquinaria de la industria bélica.

La ineficacia de las sanciones a Moscú se deben a que el gobierno ruso no solo cuenta con una fuerza militar de las más potentes a nivel mundial, sino también con un escudo contra el bloqueo económico financiero de Occidente. Actualmente la economía rusa está en condiciones de soportar las medidas económicas que Estados Unidos y sus aliados están poniendo en marcha; esto lo podemos verificar debido a varios factores que sirven de soporte a la federación: (1) reservas diversificadas y las cuales se encontraban en enero de 2022 por el orden de los 630 mil millones de dólares; (2) baja deuda, el Kremlin tiene una baja relación deuda/PIB que estaba por el orden del 18% en 2021; (3) desdolarización: Moscú ha llevado a cabo un plan para irse liberando del dólar, sobre todo mediante acuerdos con China y otras naciones; (4) comercio, la Federación Rusa ha hecho una reorientación de su comercio además que se ha visto obligada a reemplazar las importaciones occidentales
antes del estallido del conflicto; (5) independencia tecnológica: Rusia ha creado, en cumplimiento de las disposiciones de la Ley de “Internet Soberano”, su propia red nacional conocida como “Runet”, que funciona como un sistema alternativo de Internet sin necesidad de estar a expensas del bloqueo desde servidores extranjeros; (6) sistema ruso alterno a Swift, Moscú está respondiendo con una alternativa nacional conocida como SPFS, acrónimo ruso de “Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros” que hace las mismas funciones del Swift con instituciones económicas y financieras no solo de Rusia, sino de otros países.

A Estados Unidos, el conflicto Rusia- Ucrania le está reportando beneficios nada desdeñables. En primer lugar, se han roto los lazos energéticos entre Rusia y Europa Occidental, el cierre del gasoducto Nord Stream 2 que a su vez saboteado junto con Nord Stream 1; Washington ha logrado que las relaciones económicas y culturales entre la UE y Rusia también entren en niveles tan bajos que nunca se habían registrado, suspendiendo inclusive la entrada del turismo ruso en el espacio europeo.

En este orden de ideas los países UE están tratando de independizarse energéticamente de Moscú; Berlín está buscando reducir no solo los suministros desde Rusia sino también el comercio de China, aunque solapadamente el conflicto en Kiev sirva también para justificar el rearme de Alemania, lo cual es motivo de preocupación para Francia, Polonia e inclusive a los Estados Unidos; porque un cambio en las relaciones entre Berlín y las grandes potencias pudiera tener importantes repercusiones a nivel internacional, por el fantasma de la guerra que siempre está presente.

El caso de Francia es particular, como el accionar político de su presidente Emmanuel Macron, quien sigue intentando posicionarse como un líder mundial a través de iniciativas carentes totalmente de contundencia, como el proyecto de la Comunidad Política Europea que pasó sin pena ni gloria. Además repetidos intentos del Elíseo de actuar como mediador con el Kremlin, con la consabida indeferencia del presidente Putin; vale destacar el saludo al presidente venezolano Nicolás Maduro en la COP27, después de desconocer la legalidad y constitucionalidad del mandatario suramericano elegido mediante elecciones democráticas. La verdad verdadera, valga la redundancia, es que no ha sido un año de éxitos para Macron, el fracaso de la misión y la consiguiente retirada del Sahel, donde se multiplican los golpes antifranceses, después de Malí este año le ha tocado a Burkina Faso, han sellado el inicio de una verdadera descolonización francesa, llama la atención que en estos territorios esté ondeando con mayor fuerza la bandera de la Federación rusa y la imagen de Putin esté también presente.

En lo que respecta a Italia, el triunfo de Giorgia Meloni de la ultra derecha, augura un año 2023 donde seguramente las calles se calienten ante la pérdida de beneficios económicos y sociales de los sectores más desfavorecidos. Del tema Kiev, el nuevo gobierno italiano ya logró la venía de los Estados Unidos, Meloni ha garantizado la continuidad de la política exterior del ex premier Draghi ; es decir el apoyo a Ucrania y las sanciones a Rusia, afirmando además que pese a su nacionalismo y sus exaltados tonos durante la campaña electoral Roma continuará perteneciendo al club UE.

Nueva configuración económica
En el ámbito económico el conflicto Rusia-Ucrania en este año 2022, además de reafirmar la solidez de Rusia, fortaleció la configuración de un bloque hacia Oriente con la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) donde participan activamente China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán, India y Pakistán, así como los países observadores Mongolia, Irán, Turquía y Azerbaiyán. Demostrando de manera contundente a Occidente que Moscú no está en absoluto aislado, como quisieran Washington y Bruselas, pero sobre todo se vislumbran el inicio de «una alternativa» al orden occidental y sus reglas.

Por otra parte la marea roja que está renaciendo y abrazando a Latinoamérica con el triunfo de Gustavo Petro en Colombia, Lula Da Silva en Brasil, Luis Arce en Bolivia, la resistencia de Venezuela con el presidente Nicolás Maduro, el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador en México, es un signo de que el mundo multipolar es posible, pero aún se deben fortalecer los mecanismos de integración que permitan al continente emerger como un verdadero bloque de poder que tenga incidencia en el sistema mundo, no solo como proveedor de materias primas o recursos humanos.
Es necesario destacar que el conflicto Rusia- Ucrania también ha puesto de manifiesto la retórica de la política norteamericana anti Rusia y China, sirviéndole a Washington para tratar de aislar a Moscú, y en el caso de Pekin imponiendo restricciones a nivel tecnológico como la prohibición de la exportación de microchips a China, así como el funcionamiento en territorio estadounidense de empresas como Huawei y Zte, o redes sociales como Tik Tok. A esto debemos conectar el hecho de que la primera empresa de semiconductores del mundo tiene su sede en Taiwán ayuda a explicar la importancia del archipiélago para Estados Unidos. Justamente en la provocatoria visita de agosto, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, también se reunió con el presidente de esa empresa, Tsmc. En geopolítica, los símbolos cuentan, para la China de Xi Jinping, además del impulso tecnológico, está el nacionalismo, subyacente al cual el control del estrecho de Taiwán, y por tanto del mar interior, es un requisito previo para el posicionamiento internacional de Pekin.

No es de extrañar que las incursiones de aviones y buques de guerra estadounidenses en los cielos y aguas cercanos a la República de China hayan batido repetidamente récords de presencia. Esto nos indica que para el año 2023 no se descarta que estalle un conflicto en esta zona del mundo. No obstante Xi Jinping, cuyo indudable liderazgo en China se confirmó en el XX Congreso del Partido Comunista Chino, haya fijado el centenario de la fundación de la República Popular como fecha límite para reunificarse, pacíficamente si es posible, con Formosa lo cual debería suceder en 2049.

No podemos mencionar los millones de personas que por efectos del conflicto han perdido sus hogares, que se desplazan por Europa, viven a estas horas momentos de terror por las acciones militares o inclusive quienes han perdido la vida y los cuales representan el saldo doloroso de la irracionalidad del ser humano. Recordando que no solo Ucrania es victima de ello , sino también Yemen, Palestina, Siria y así tantas regiones donde la paz es un bien lejano.
Por ahora finalizo este muy breve recorrido por lo que fue el acontecer geopolítico mundial tomando como base el conflicto Rusia-Ucrania, del cual son muchas las aristas que se deben analizar, sin olvidar muchos otros factores que acontecen sobre todo en Latinoamérica con los fenómenos del Lawfare, golpes blandos, guerras no convencionales, que se vienen repitiendo consuetudinariamente, pero este espacio es reducido. Espero que sigamos juntos en este nuevo año que comienza, deseándoles mucha salud y toda la prosperidad que les permita tener una vida serena aunque el mundo en el que vivimos esté en conflicto. ¡Felicidades!


Yoselina Guevara López: comunicadora social, analista política, articulista en
diferentes medios internacionales, cuyo trabajo ha sido traducido al inglés,
italiano, griego y sueco. Ganadora Premio Nacional de Periodismo Simón
Bolívar 2022 (Venezuela), mención especial Opinión; Premio Nacional de
Periodismo Aníbal Nazoa 2021 (Venezuela);I Concurso Memoria Histórica
Comandante Feliciano 2022 (El Salvador) Tercer lugar