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EL ORIGEN DE LA CELEBRACIÓN DE LA FESTIVIDAD DEL 6 DE AGOSTO EN EL SALVADOR

Pueblos Indigenas en El Salvador 

eAlexis E. Paredes  Tacho Nonualco.

EL ORIGEN DE LA CELEBRACIÓN DE LA FESTIVIDAD DEL 6 DE AGOSTO EN EL SALVADOR

EL OBJETIVO DE ESTA INFORMACIÓN NO ES DESPRECIAR LA TRADICIÓN DE LA FIESTA DEL 6 DE AGOSTO, PUES COMO PUEBLOS INDÍGENAS NO ES NUESTRA INTENCIÓN OFENDER LA BUENA FÉ DE NADIE Y MENOS CAUSAR MOLESTIAS EN EL PUEBLO SALVADOREÑO Y LAS PERSONAS QUE LO CELEBRAN.

PERO SI ES NUESTRA INTENCIÓN COMO PUEBLOS INDÍGENAS QUE SE SEPA LA VERDAD HISTÓRICA Y QUE AL CONOCER LA VERDAD APRENDAMOS A DESAPRENDER LO APRENDIDO PARA REAPRENDER LO QUE REALMENTE HA PASADO Y QUE CUANDO CELEBREMOS ALGO NO LO HAGAMOS EN BASE A LA IGNORANCIA QUE NOS HAN HEREDADO, SINO CON CONCIENCIA PARA ENMENDAR LOS ERRORES QUE LOS COLONIZADORES NOS DEJARON.

Lo que se celebra cada 6 de Agosto es la derrota de nuestro pueblo en manos de los españoles, pues el 6 de Agosto de 1526 se realizó la última batalla entre Pedro de Alvarado y el Señorío de Cuscatlán, la cual fue una batalla cruenta donde al terminar y caer la última resistencia de nuestros guerreros indígenas, los españoles pasaron a asesinar a una gran cantidad de la población originaria y quemando también sus aldeas.

Después de aquella batalla y masacres realizadas, Pedro de Alvarado dió la orden que en homenaje a su triunfo y para dar gracias a Dios por haber pacificado aquella tierra de los indios salvajes, se celebraría cada 6 de Agosto una fiesta en honor a la advocación del día que según el calendario coincidía con la Transfiguración de Cristo.

La tradición celebraba la victoria española a tal grado que desde los tiempos de la Colonia hasta principios del Siglo XX cada procesión era encabezada por la “espada de Pedro de Alvarado” la cual iba siempre adelante para recordar la “proeza” de haber pacificado y sometido a la población de estas tierras.

Esto transcribió, en 1914, el historiador Santiago Ignacio Barberena, en su tratado sobre la Historia de El Salvador:

“Este caballero (Don Jorge de Alvarado), -dice el Prebítero Juarros-, digno hermano de don Pedro, para tener sujeta la provincia de Cuscatlán, que era una de las más ricas de esta Gobernación, dispuso se fundase en ella una villa Española, a que nombró Salvador, por haberse ganado la ultima batalla que sujetó esta provincia a los Españoles, el 6 de Agosto de 1526, día en que la Iglesia celebra la Transfiguración del Señor y por esta misma razón se dedicó la Iglesia parroquial al Salvador y se hacía la reseña de este triunfo, sacando el real pendón la víspera y día de dicha fiesta, por las calles principales, con lucido acompañamiento de Caballeros junto a la espada de Don Pedro de Alvarado”

Otro texto de otro investigador dice:

“En el s.XVI, Juan Pérez de Sardoal, rico encomendero y Alcalde Mayor de San Salvador se había casado con doña Sol de Medara.

Juan Pérez de Sardoal poseía veinteseis mil indios de encomiendas que eran de las tribus o caseríos y pueblos, así como muchas tierras y fue en aquella época que la fiesta del Pendón Real de España era siempre sacado en procesión por las calles de San Salvador y tuvo de importante ese año el desfile de las enmiendas de Juan Pérez.

El terrible encomendero cabalgó en su caballo negro, armado de todas las armas, despidiendo un solo brillo ambos caballo y caballero, que parecían de una sola pieza. Así iba él custodiando en el desfile la espada de Don Pedro de Alvarado, que se guardaba en la ermita del pueblo de Mejicanos y que se pasea todos los años en San Salvador junto con el Pendón Real de su majestad cada seis de Agosto.

Su esposa Doña Sol, iba vestida de brocatel, en una litera pintada, toda cubierta de revoloteos de cupidos y llevada en hombros de esclavos negros.” (del libro Tradiciones Hispanoamericanas de Estuardo Nuñez)

“Desde el altar mayor del templo parroquial -construido entre 1546 y 1551, gracias a los trabajos de Francisco Castellón, colono citadino y mayordomo del templo- una pesada escultura del Salvador del Mundo, donada por Su Majestad Imperial Carlos V de Alemania y I de España, contemplaba el paso del tiempo entre aquellas personas y calles, esperando siempre que sus más de dos toneladas fueran alzadas en hombros y sacadas a recorrer las calles de aquella creciente urbe española en tierra salvadoreña al lado de la espada de Don Pedro de Alvarado.” (Investigador Carlos Cañas Dinarte)

Es así que desde la colonia se nos ha enseñándo a los salvadoreños a vanagloriar y celebrar nuestra propia derrota como pueblo, nuestro propio aniquilamiento, a blasonar en marcha y desfile la pérdida de nuestra riqueza cultural y nuestra herencia ancestral. Y así como la verdad es fácil ocultarla, la mentira repetida mil veces llega a ser verdad, pero es muy difícil ocultarla a la historia, la cual toma su tiempo, pero se descubre.

COMO SALVADOREÑOS DEBEMOS CONOCER ESTA INFORMACIÓN Y TOMAR CONCIENCIA DE QUE SI VAMOS A CELEBRAR LAS MISMAS FECHAS, ENTONCES NO CELEBREMOS MÁS NUESTRA DERROTA, SINO QUE BUSQUEMOS CREAR UNA NUEVA TRADICIÓN PARA CONMEMORAR AL MISMO TIEMPO Y EN LAS MISMAS FECHAS LA MEMORIA DE NUESTROS ANCESTROS, REIVINDICAR Y ONORGULLECERNOS DE NUESTRAS SANGRE Y RAICES INDÍGENAS Y REVITALIZAR TAMBIÉN NUESTRA CULTURA ORIGINARIA

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