Profesionales por la Transformación de El Salvador (PROES):
El 3 de diciembre, representantes de gobiernos de 16 países que integran el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) se reunieron en Bogotá, Colombia, para abordar la situación de Venezuela en la lógica que le interesa al Gobierno de Estados Unidos, cuyo propósito es derrocar al Gobierno venezolano, incluso mediante una acción armada.
El TIAR es un tratado de “defensa mutua” entre países americanos. Fue firmado el 2 de septiembre de 1947 y al mismo pertenecen 19 países, entre ellos El Salvador. El preámbulo y los artículos del tratado, así como el contexto en que éste se aprobó, plantean que el mismo solo puede activarse de forma defensiva, para responder a agresiones contra cualquier Estado del Continente Americano; sin embargo, en la práctica el TIAR se convirtió en una herramienta supranacional al servicio de los intereses de Estados Unidos.
Históricamente, Estados Unidos ha procurado someter a su dominio a las naciones latinoamericanas. Ejemplo de ello es el Plan Cóndor, de los años 1970-80, coordinado entre el Departamento de Estado y los regímenes dictatoriales de Suramérica y que provocó torturas, asesinatos y desapariciones de miles de personas consideradas “subversivas”. Otros ejemplos de agresiones a los países latinoamericanos son los golpes de Estado y las intervenciones militaresenmuchosdeellos. Por eso, cuando el TIAR se activa es señal de que Estados Unidos intenta aplicar la fuerza contra algún Gobierno de izquierda o progresista.
Esta vez el TIAR abordó el tema de Venezuela, violando sus propios principios, pues ese país no pertenece a dicho tratado ni pretende atacar a otro Estado. Al final, la reunión fracasó, pues sus acuerdos se limitaron a “sancionar” a 29 personas cercanas al Gobierno de Venezuela, que no podrán transitar por los países del TIAR ni hacer transacciones financieras en ellos.
El anfitrión de la reunión, el presidente colombiano Iván Duque, quiso aprovechar la ocasión para lanzar una cortina de humo sobre los graves problemas políticos, sociales y económicos que enfrenta su Gobierno. Sin embargo, su maniobra resultó fallida, pues la lucha social en Colombia sigue un curso ascendente.
Es justo destacar la correcta actitud de los Gobiernos de Uruguay y México, que rechazaron la activación del TIAR y el uso de la fuerza militar contra Venezuela, lo cual sentaría un peligroso precedente para la estabilidad de todos países latinoamericanos.
El llamado problema venezolano, del que constantemente hablan los medios de propaganda de derecha, no es más que el fracaso de la oposición en su intento por derrocar al legítimo Gobierno encabezado por Nicolás Maduro e imponer un régimen de fuerza que liquide la revolución y sus logros. Ese también es el interés del Gobierno y los grupos de poder de Estados Unidos, quienes no toleran la soberanía de los gobiernos de izquierda y progresistas.
San Salvador, 9 de diciembre de 2019
Por Profesionales por la Transformación de El Salvador (PROES)