Hay que leer todo el acontecimiento y no solamente la primera parte que aparece en muchas páginas, para entender quien fue y quien es Farabundo Martí.
La distribución balsamera de El Salvador comprende una faja de terreno llamada “Cordillera del Bálsamo”, que se extiende entre los puertos de Acajutla y La Libertad en la llamada Cadena Costera, internándose hacia la cuidad de Apaneca, aproximadamente unos 20 kilómetros de la costa principalmente en el departamentos de La Libertad y Sonsonate.
Los municipios conocidos como principales productores de bálsamo de primera clase son San Julián, Santa Isabel Ishuatán, Cuisnahuat, Izalco, Chiltiupán y Teotepeque. Precisamente en Teotepeque, La Libertad, Departamento de El Salvador, nació, el 5 de mayo de 1893 Agustín Farabundo Martí. Hijo de Pedro Marti y Socorro Rodríguez de Martí. Sexto hijo de un total de 14. Datos no confirmados aseguran que el apellido de don Pedro era realmente “Mártir” y que por admiración y simpatia al gran patriota cubano, lo convirtió en Marti. Farabundo creció en las remotas montañas de la costa balsameras de ese lugar en medio de las faenas agrícolas….1,280 hectareas de tierras pertenecian a Pedro Marti…la familia vive en un ambiente agricola…Farabundo crece enmedio de colonos y jornaleros…
Recibe su diploma de bachiller en 1913, a los 20 años de edad de un colegio salesiano obteniendo el diploma de bachiller en ciencias y letras en forma calificada de “brillante y poco común”, la entrega del diploma a Agustin Farabundo fue acontecimiento entre la familia. Don Pedro Marti, vio para Agustin Farabundo abiertas las puertas de la Universidad Nacional. Marti ingresa, pues, al primer centro de estudios superiores de El Salvador, escogiendo la carrera de Jurisprudencia y Ciencias Sociales, cuya Facultad otorgaba el titulo de doctor, con funciones de abogado y notario de la república. Farabundo ingresa a la Universidad Nacional. A sus 20 año, como estudiante ya se identificaba con la clase trabajadora.Comenzó a jugar un rol activo en la lucha contra el régimen de Meléndez-Quiñonez atemprana edad en el movimiento estudiantil universitario.
Al abrazar las luchas del pueblo salvadoreño, Marti dejaria, para siempre, truncos sus estudios universitarios. Por ese tiempo, año 1916, más o menos, las ideas del socialismo cientifico no eran atacadas y las pocas personas que le otorgaban su apoyo no eran perseguidas. En las altas esferas oficiales y en los medios oligárquicos se vivia una etapa de ignorancia, casi absoluta, acerca del significado trascendental de las luchas revolucionarias en la Rusia zarista y en el resto de Europa. No habia opinión formada sobre la imposibilidad o posibilidad de que las ideas revolucionarias del marxismo prendieran en nuestra sociedad y que, por lo tanto, las mismas constituyeran ni siquiera un peligro potencial contra el régimen. El socialismo cientifico resultaba atractivo para un núcleo de jóvenes estudiantes universitarios procedentes de capas burguesas y pequeño burguesas. Dentro de este núcleo se hallaba Agustin Farabundo Marti.
Con el movimiento estudiantil universitario, a Farabundo, sus primeras acciones políticas lo ubican trabajando contra el régimen oligárquico de las familias Meléndez-Quiñónez, dinastía que gobernará El Salvador por cruentos 14 años.
Por organizar y encabezar un acto en apoyo a la Asociación de Estudiantes Unionistas, grupo guatemalteco que exigía el fin de la dictadura de Estrada Cabrera en ese país, Farabundo ataca al rojo vivo al régimen salvadoreño y es encarcelado en Zacatecoluca.
COMO SE DA SU CAPTURA Y DEPORTACION
Febrero de 1920. En una plaza de San Salvador se desarrolla un insólito acto público: una delegación de estudiantes guatemaltecos celebran un encuentro fraternal con estudiantes universitarios salvadoreños al amparo del viejo ideal de la Unión Centroamericana. La causa uninionista de Francisco Morazán, de Gerardo Barrios (de El Salvador) y de Justo Rufino Barrios (de Guatemala), que resurge con renovados brios, aglutina a estos dos sectores de la juventud cuya patria está dividida en cinco minusculos Estados: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Toman la palabra los estudiantes guatemaltecos. Su fogosidad, a manera de látigo, fustiga implacablemente los lomos de la oscurantista tirania del licenciado Manuel Estrada Cabrera –el “señor Presidente” de la novela famosa de Miguel Angel Asturias–, quien por ese tiempo lleva en el poder veintiún años ininterrumpidos. Se denuncian sus innumerables crimenes y se le señala con indice acusador como uno de los obstáculos para realizar la unión de Centro América. Estrada Cabrera terminaria la larga noche de su despotismo dentro de poco, arrojado de su presidencia vitalicia en una serie de rápidos acontecimientos que principiarian con su depocisión pacifica y que terminarian con un levantamiento insurreccional. Llegó el turno de los estudiantes salvadoreños, para responder los discursos de sus colegas guatemaltecos. El tema que domina sus intervenciones es de la “dinastia de los Melendez”, nombre con que se conoce el nepotismo que comenzara el 9 de febrero de 1913, cinco dias después del asesinato del presidente doctor Manuel Enrique Araujo. Estde, en menos de dos años de gobierno, habia logrado imprimir un sello progresista a su administración. El nepotismo de los terratenientes Melendez, que sucediera al doctor Araujo, se prolongaria catorce años de historia de El Salvador, hasta el 28 de Febrero de 1927.
En el momento del encuentro estudiantil, funge como presidente de la república, el señor Jorge Melendez, quien meses atrás inaugura su gobierno, es el tercero, en orden sucesivo de “la dinastia”.
La fuerzas policiales, en actitud de alertas, han sido apostadas en las inmediaciones del lugar donde se realiza el abrazo amistoso. Llegando el instante en que los oidos de sus jefes no pueden resistir más la valientes denuncias de los oradores estudiantiles, ordenan cargar contra “los revoltosos”. El choque es violento. La superioridad de las fuerzas policiales, que descargan a diestra y siniestra sus golpes, acaba por imponerse. Veinte estudiantes, más o menos, van a parar a la cárcel. Entre los capturados se encuentra un estudiante de derecho llamado Agustin Farabundo Marti y el lider estudiantil revolusionario José Luis Barrientos. La Asociación de Estudiantes Universitarios pide a diario la libertad de F arabundo Marti, Barrientos
Las manifestaciones de protesta se desatan casi inmediatamente, viéndose el presidente obligado a poner en libertad a todos los detenidos algunos de los cuales gozaban de elevada pocisión social. Sólo uno queda en cautiverio. Se trata del combativo estudiante José Luis Barrientos, a quien se le habia destinado el confinamiento en una isla semi-desierta del Golfo de Fonseca.
El tratamiento discriminatorio que se le otorga a Barrientos, es, propiamente hablando, un acto de venganza personal del presidente. En efecto, José Luis Barrientos habia escrito y publicado, hacia pocos dias, un panfleto critico contra el señor Carlos Melendez, quien habia ocupado dos veces la presidencia de la república. Cuando el panfleto sale a luz pública, Carlos Melendez habia muerto recientemente en un hospital norteamericano. Su hermano, Jorge Melendez tomó el ataque de Barrientos como una monstruosa ofensa personal que debia cobrar.
Cuando a Marti se le comunica la decisión de libertarle, con suma indignación protesta e increpa al propio señor Jorge Melendez, diciendo que todos los detenidos eran responsables de los hechos, si es que a los mismos pudiera calificárseles de infracciones a la ley y que, en consecuencia, a todos se les debia aplicar el mismo tratamiento; añadiendo, en forma rotunda, que no aceptaban salir de las ergástulas carcelarias mientras su amigo Barrientos continuara detenido. Se le responde que su actitud constituye una insolencia imperdonable que lesiona la dignidad del primer magistrado de la nación. A pesar de todo, se le insta a que acepte la libertad. Sin embargo, Marti prosigue la discusión sin cejar en su posición solidaria. Llega una orden presidencial terminante: Agustin Farabundo Marti, junto con José Luis Barrientos, es desterrado violentamente a Guatemala, al exilio por cinco años en donde continua Martí sus estudios en la Universidad de San Carlos y Barrientos se suma de inmediato al movimiento guatemalteco. Farabundo en Guatemala vive en casa de una hermana quien vive en Guatemala casada con un lider sindical guatemalteco, él ahí estudia y trabaja.
y es deportado a Guatemala, . Como simple obrero, jornalero, aprende a compartir el sufrimiento de los explotados.Durante meses desaparecía de las aulas…donde finalmente se le encontraba trabajando en una fabrica de cervezas, como peon en los ingenios de azucar o como albañil…de esta manera logro experimentar en carne propia la explotacion que sufria el pueblo. Cuando Agustin Farabundo Marti y José Luis Barrientos llegan desterrados a Guatemala, la tirania de los veintidós años del licenciado Manuel Estrada Cabrera, estaba por derrumbarse bajo los golpes de un amplio movimiento en el cual las heróicas acciones armadas del pueblo fueron decisivas.
De este primer exilio. que se prolonga desde el año 1920 hasta 1925, son muy fragmentarios los datos en torno a la vida de Marti. Se sabe que rehusó una estancia llena de comodidades que le ofreciera una hermana suya; residente por esa época en la ciudad de Guatemala . Estudiantes salvadoreños que seguian sus carreras en la Universidad de San Carlos de Borromeo de Guatemala, y con los cuales trabó amistad Marti, refieren que éste interrumpia sus largos periodos, que duraban varios meses, desapareciendo de la ciudad sin despedirse de nadie. Sus ausencias no eran ociosas sugún los datos recabados. Todo hace suponer que ellas obedecian a un plan preconcebido de Marti, consistente en sumergirse, como un ser anónimo , en el torrente de la vida popular. Desempeño los más humildes y variados oficios para ganarse la vida. Fue albañil, peón asalariado en explotaciones agricolas y profesor privado. De esta forma logró experimentar en carne propia la explotación que sufria el pueblo. Viviendo y conociendo a fondo las necesidades de éste, palpó directamente con sus manos encallecidas y captó su inconforme y agitada conciencia, sin intermediación alguna las miserias, los anhelos, las alegrias y las tristezas de los explotados; y cimentó con argamasa de llanto, sudor y sangre su ilimitado amor y su sólida confianza hacia el pueblo que es en definitiva el que hace la historia. En un país, donde la mayoría de la población es indígena, Martí se compromete con sus luchas e incorpora conocimientos de la lengua vernacula de las comunidades Quiche viviendo entre ellos… sigue su formación y se identifica con los oprimidos y se une a la lucha de los Indios del Quiche. Con vocación revolucionaria, Martí dejo de estudiar derecho para dedicarse en Guatemala a la lucha reinvindicadora. Con el fusil en manos, participó en el derrocamiento del dictador de los 22 años, Lic. Manuel Estrada Cabrera.
El compañero Martí, mostró su centroamericanismo, cuando en 1920-21, los pueblos del Istmo se movilizaron fervorosos en pos de realizar la unidad política de los paises del área. “El Negro”, como se le llamaba, fué enemigo foribundo del régimen tiránico de los Meléndez-Quiñonez, régimen que lo encarceló y expulsó a Guatemala, lugar donde conoció de cerca la situación también nicaraguense.
El anticomunista guatemalteco Jorge Schlessinger, en su libro “Sucesos del el 1932 en El Salvador”, escribe, que mientras otros hablaban de marxismo en los cafetines, Martí, enseñaba marxismo a los trabajadores.
Siendo denunciado y perseguido por los dueños de las plantaciones de café por su actividad revolucionaria en Guatemala debe partir temporariamente para Mexico, donde se relaciona con el movimiento obrero para luchar contra la opresión capitalista y estudia de cerca la revolución agrarista de 1910. Martí continua con los contactos en Guatemala y El Salvador.
Después de una de sus largas ausencias, apareció en la ciudad de Guatemala. Habia estado en Mexico. La opinión que Marti tenia del movimiento revolucionario mexicano era desfavorable; “desgraciadamente, los obreros de México han sido engañados por la burguesia”, expresó más de una vez.
Farabundo invitado regresa a Guatemala en 1925, cuando un grupo de estudiantes fundan en Guatemala el Partido Comunista Centroamericano, y a Marti le toca ocupar el cargo de fundador y secretario del exterior…Este paso fue dado por un grupo de intelectuales residentes en el pais por diferentes motivos. A la fundación faltaron los representantes de Nicaragua y Costa Rica. Agustin Farabundo Marti junto con otros salvadoreños, entre los cuales sen contaba Miguel Angel Vásquez y Moisés Castro y Morales, formaban parte del grupo fundador. Fue en esta época que el ideal de la Unión de Centro América tomó un nuevo impulso que posteriormente jamás ha sido recobrado, El viejo ideal de construir la desmenbrada Centro América, sirvió para aglutinar a grandes sectores populares, no solo de Guatemala, sino que tambien de los demás paises del istmo, en forma militante y combativa. El movimiento unionista, que en Guatemala se caracterizó por el enorme apoyo de masas, fue utilizado para golpear mortalmente a la tirania de Estrada Cabrera. El 4 de Marzo de 1920, la Asamblea Legislativa guatemalteca, emitió un decreto reconociendo la necesidad de la Unión de Centro América. Más de 30.000 personas demostraron, en una entusiasta manifestación de simpatia, su apoyo a la medida tomada por el alto cuerpo legislativo. El 9 de Abril, en un marco sumamente agitado, la misma Asamblea decide suspender en el poder al tirano Estrada Cabrera y nombra para sucederlo en la presidencia de la república, al diputado Carlos Herrera. El tirano depuesto hizo un intento armado para sostener su régimen, pero la acción del pueblo, que respondió asaltando un fuerte que se tenia por inexpugnable, echó definitivamente por tierra el despotismo que durara veintidós años.
El surgimiento del partido Comunista Centroamericano se puede considerar la primera manifestación de la clase obrera por lograr su organización política, tuvo su origen en el interés de intelectuales y obreros guatemaltecos en dar continuidad al primer movimiento político de izquierda que se inició en la década de 1920, el cual fue vital para la caída del dictador Manuel Estrada Cabrera. La agitación centroamericana, que buscó apoyo en las masas populares, unida al hecho de la agresión de los “marines” yanquis contra Nicaragua, inspiró, sin duda alguna, la fundación del Partido Comunista Centroamericano. Sin embargo, pocos meses después, y en el mismo año de 1925, el general José Maria Orellana, a la sazón presidente de Guatemala, ordena una represión contra residentes extranjeros. Muchos de éstos, revolucionarios en exilio, son arrestados, expulsándoles posteriormente del pais, esto sucede en el 1925. El gobierno dictatorial guatemalteco de Jorge Ubico se encargó de aplastar la organización del PCC y fue disuelto en 1927.
QUE HA SUCEDIDO EN EL SALVADOR MIENTRAS MARTI ESTA EN GUATEMALA Y MEXICO
En el lapso, cuyos limites son los años 1920 y 1925, y que es el tiempo que dura el primer exilio de Agustin Farabundo Marti, en El Salvador se habia desarrollado una serie de hechos importantes, que precisa reseñarse a fin de formarse una imagen lo más cercana posible de la situación politica y social salvadoreña, y que son, por otra parte, antecedentes de los acontecimientos acaecidos en enero de 1932. La “dinastia Melendez” se prolonga por un periodo presidencial más, que se inagura el 1o. de Marzo de 1923. Es impuesto como presidente el doctor Alfonso Quiñonez Molina, vinculado al nepotismo por fuertes lazos politicos y a la oligarquia por su matrimonio con una hermana de los dos ex-presidentes Meléndez, quienes se habian venido turnando en el poder.
El doctor Quiñonez Molina, quien habia fungido ya como presidente provisional en dos ocasiones mientras de preparaba la nueva “elección” de un miembro de la familia Melendez, se caracterizó como un politico inescrupuloso, ambicioso y astuto.
Fue el impulsor de un tipo de demagogia; la demagogia social. En el año de 1917 aprovechando el descontento de las masas campesinas y artesanales, traducido en una creciente combatividad, Quiñonez Molina para dividir la lucha del pueblo y evitar el triunfo organizativo del pueblo, crea una organización politica que bautiza con el nombre de “Liga Roja” y adopta como insignia una bandera roja como copia de la bandera roja ya utilizada por comunistas y fuerzas sindicales. Los postulados de la “Liga Roja” abarcan puntos reivindicativos de las masas populares, con el objeto de atraerlas a la aventura electoral. Las masas aprovechan el espacio y se agrupan al lado de la “Liga Roja” hasta ocupar puestos en ella, pero sin lograr sus máximas aspiraciones.
La “Liga Roja” por primera vez como agrupación oficial en las elecciones presidenciales de 1919 e impone la candidatura del señor Jorge Meléndez. En su segunda participación electoral, en los comicios presidenciales de 1923 la “Liga Roja” impone al doctor Alfonso Quiñonez Molina, su creador. Estas elecciones se caracterizaron por el desarrollo de una campaña extremadamente violenta.
LA MASACRE DEL 25 DE DICIEMBRE DEL 1922 (27 mujeres mueren)
El 25 de diciembre de 1922, en pleno periodo de propaganda electoral y cercanas ya las elecciones presidenciales, se organiza una manifestación de mujeres, partidarias del doctor Miguel Tomás Molina, el principal contendor politico del candidato de la “Liga Roja”. Cuando la manifestación, que sumaba varios miles, desfilaba por el centro de la ciudad de San Salvador, fue masacrada a tiros de fusil y de ametralladoras cundiendo el pánico entre las manifestantes. Se ordena una carga de caballeria, pero el comandante de ésta se niega a acatar la orden. Las victimas, mujeres en su mayoria fueron muchas. Después de esta pascua sangrienta se impuso el terror y llegado el dia de las elecciones, fraude e imposición se combinan para otorgar el triunfo al candidato oficial de la “dinastia Meléndez” el doctor Alfonso Quiñones Molina.
FARABUNDO A NICARAGUA -1925
Volviendo a Agustin Farabundo Marti que es devuelto a El Salvador desde Guatemala, aqui a su vez, casi inmediatamente que pisa territorio nacional, se ordena desterrarlo a Nicaragua de parte del presidente de la república cargo desempeñado por ese tiempo por el doctor Alfoso Quiñonez Molina, pues en esos días estaba en agitación el movimiento obrero sindical salvadoreño en contra de las políticas de Quiñonez y se comenzaba a gestar al formación del Partido Comunista Salvadoreño y la prescencia y experiencia de Farabundo Martí era temida por el gobierno …..Estando en Nicaragua fue ayudado a los pocos días para que regresara clandestinamente a El Salvador a seguir organizando a los trabajadores. Desde 1925 hasta 1928 Martí trabaja junto a la Federación Regional de Trabajadores de El Salvador. Farabundo conocido bajo el pseudonimo de “El Negro” se gana nombre en los circulos de intelectuales..En esos días estaba una marea antiimperialista en toda el area centroamericana y el Caribe, y había estallado en Nicaragua cuando el General Sandino se alzo en armas en contra de los invasores yanquis. Esto hizo que creciera la conciencia y la formación del movimiento salvadoreño y fortaleciera el guatemalteco.
SE FUNDA LA FRTS
Por otro lado el trabajo incansable del movimiento comunista salvadoreño, y el frente más avanzado de trabajdores y estudiantes universitarios dan sus primeros pasos fuertes de organización firme, al mismo tiempo las organizaciones indigenas y las campesinas se organizan a todo nivel. El 21 de septiembre de 1924, se funda la Federación Regional de Trabajadores de El Salvador (FRTS). con funciones de central sindical única. Con “la regional”, como abreviadamente fue bautizada por el pueblo desde su fundación, la clase obrera conquistaba también en la práctica y de hecho, su derecho a organizarse en forma federativa y confederativa. El nombre de “Federación” que se le dió a “la regional” obedeció a la circunstancia de que nacia formando parte de la “Confederación Obrera Centro Americana” (COCA), que también fuera fundada en 1924. La COCA habia sido concebida para ser integrada con “Federaciones” regionales de cada uno de los paises centroamericanos. Los trabajadores de Costa Rica fueron los únicos que permanecieron aislados de este movimiento confederativo sindical.
La Federación Regional de Trabajadores El Salvador, cumplió un papel de primer orden en la organización del movimiento sindical, tanto en la ciudad como en el campo. De 1924 a 1927, organizó y dirigió a los sindicatos gremiales de la capital, planteó el reparto de tierras del Estado entre los campesinos; creó la Universidad Popular y luchó por el establecimiento de la jornada de ocho horas. “La Regional” impulsó, asimismo, durante estos años, la organización sindical en todo el pais, penetró en el campo y organizó sindicatos agricolas y ligas campesinas.
“La Regional” se vinculó al movimiento obrero internacional. En 1927 estubo representada por medio de su delegado, el zapatero alistador David Ruiz, en un congreso de la Federación Americana del Trabajo celebrado en los Estados Unidos de Norte América. El año siguiente concurrió al Congreso de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), ante el cual llevaron la representación salvadoreña los delegados Gumersindo Ramirez (zapatero) y Raúl B. Monterroza (carpintero).
ACONTECIMIENTOS SALVADOREÑOS EN ESA EPOCA
El 1o. de Marzo de 1927, el doctor Pio Romero Bosque inaugura un nuevo periodo presidencial de cuatro años, impuesto por el nepotismo de los Meléndez para continuar el mismo régimen politico politico despótico; el doctor Romero Bosque, casi desde el principio de su gobierno, pone en práctica su sagacidad y su espiritu de independencia. En sus primeros actos públicos, dió demostraciones palpables de ruptura con el gobierno, aunque no con la oligarquia. Levantó el estado de sitio, que habia durado los cuatro años del gobierno anterior; propició hasta cierto punto la vigencia formal de las libertades y derechos democráticos; y propugnó algunas medidas de carácter social. En suma, realizó una gestión un tanto diferente a la del régimen “dinástico” de los Melendez. Sin embargo, a la par de los breves pasos democráticos , adopta medidas anti populares cuando el movimiento de masas cobra más fuerza. Entre 1927 y 1928, y como resultado de las luchas de “La Regional”, se dictan leyes de carácter social : “Ley de Protección a los empleados de comercio” (31 de Mayo de 1927); “Ley de Registro de Agrupaciones Obreras y Gremiales” y “Decreto de Creación de Juntas de Conciliación” (para dirimir conflictos obrero-patronales) (15 de Junio de 1927); y “Ley de Horas de Trabajo” (13 de Junio de 1928). En virtud de esta última ley, que entró en vigencia hasta el año siguiente, se decretó la jornada de ocho horas, Desgraciadamente y como era de esperarse, la ley no abarcó a los trabajadores del campo.
1928
En 1928 Marti sale a New York, donde toma contacto con la dirección central de la Liga Antiimperialista de las Américas, en una asamblea donde discutian la situación y participación solidaria de la organización con el pueblo de Nicaragua ante la invasión Yanquis, Farabundo se ofrece a ir a combatir al lado de Sandino y las Ligas Antiimperialistas le encargan viajar a Nicaragua como su representante ante Augusto César Sandino, y ante las brigadas antiimperialistas que lucharían junto a Sandino. En la primavera de 1928, Agustin Farabundo Marti se sitúa en Nueva York, sede de la Liga Anti-imperialista. Un asalto policial al edificio donde se alberga esta organización internacional, encuentra a Marti dentro de sus oficinas y sufre un corto arresto. Después de este contacto y el consiguiente incidente, regresa a El Salvador (1928) para una corta estancia, lo estrictamente necesaria para preparar viaje a Las Segovias, a fin de incorporarse a las huestes guerrilleras de Augusto César Sandino. Marti parecia estar poseido por la irresistible fuerza de un deber imperioso. “La Regional”, dentro de su acción anti-imperialista, habia tomado la decisión de enviar a Nicaragua un contingente humano en apoyo a la lucha que libraba el general Sandino contra el agresor yanki. Además, “La Regional” ayudaba, a su paso por El Salvador, a los latinoamericanos que se dirigian a Nicaragua y, a la vez, recibia a no pocos heridos de guerra que pasaban con destino a México.
En una convención de trabajadores que se da en El Salvador, a Farabundo Martí lo nombran en una asamblea de trabajadores, como responsable de una Brigada de 5 combatientes salvadoreños (José Adán González ,Luis Mariona y Guillermo Ajuria y otros dos compañeros) que lucharan junto a Sandino, pués Farabundo ya había estado deportado en Nicaragua y conocía los contactos y las vías de acceso, y al mismo tiempo estaba nombrado por las Ligas Antiimperialista como su representante en Nicaragua.
Farabundo viaja secretamente el 15 de junio a Hondura junto a la Brigada de salvadoreños y luego penetra territorio nicaraguense desde donde lo esperan para adentrarse a las selvas de la Segovias a luchar junto al “General de Hombres Libres”
En carta dirigida desde el campamento guerrillero de Sandino. Marti comunica que el 22 de Junio de 1928 se habia incorporado al Ejército Defensor de la soberania Nacional de Nicaragua, Llegó acompañado de los salvadoreños José Adán González ,Luis Mariona y Guillermo Ajuria. Sabedor Marti de que en El Salvador hay muchos que desean combatir al lado de las fuerzas sandinistas, en su carta detalla la forma de hacerlo, subrayando que “en el viaje no se necesita más que serenidad ante los miedos en que hacen caer las versiones que corren en Honduras” (sic), pais de tránsito obligado para todo aquel que desea incorporarse a las huestes guerrilleras.
De conformidad al testimonio del general Carlos M. Quezada, del estado mayor del ejército de Sandino, Agustin Farabundo Marti, tomó parte en acciones de armas y llegó a se rápidamente el secretario de confianza del gran patriota nicaraguense. Un periodista de la época, vinculado con el movimiento libertador de Nicaragua, dice que Marti con su competencia, ayudó al “General de los Hombres libres”. Esta ayuda se concretizó en el desarrollo de las relaciones internacionales del movimiento sandinista, logrando despertar y mantener la atención de varios gobiernos del mundo sobre la lucha desigual librada por un puñado de heroicos combatientes contra el poderio norteamericano. Por su distinguida participación en el movimiento, Marti fue investido con el grado de coronel del Ejército Defensor de la Soberania Nacional de Nicaragua .
. Farabundo Martí mostró en los hechos su arrojo antiimperialista, tanto con el fusil como con la pluma. Fue miembro del Estado Mayor Internacional de Sandino, y Secretario Privado del héroe nicaragüense. En ocasión Marti se encontraba escribiendo y los invasores yanquis bombardeaban persistentemente las posiciones sandinistas, Martí, en actitud de coraje y decisión, dejó la máquina de escribir para empuñar el fusil, diciendo indignado: “cuando la historia no se puede escribir con la pluma, se escribe con el rifle”. Acto seguido se parapetó en la enramada de un árbol de la selva para abrir fuego contra los aviones de la piratería yanquis. ..y ahi en la Segovia Farabundo tubo una novia llamada María, dijo alguien.
A fines de septiembre de 1929, Sandino habia tomado la decisión de enviar a Marti a las Segovias en una misión desconocida, supuestamente a abrir otro frente de guerra. Sin embargo, dias después de una reunión de los mandos de dirección sobre el rumbo a tomar de la lucha, y se da la separación de Farabundo y Sandino. Para algunos el periodo de estar en Nicaragua se le habia terminado, para otros que debido a la lucha reivindicadora de las masas en El Salvador, se necesitaba a Farabundo en el Interior. Marti salió desde Nicaragua rumbo a la ciudad de México, donde dió a conocer en la asamblea general del Socorro Rojo sobre la lucha de Nicaragua y el General Sandino. En México lo nombraron el Lider Latinoamericano del Socorro Rojo Internacional, que habían enviado brigadas a Nicaragua. Esta organización había nacido en los años veinte por impulso de la III Internacional para enfrentar al fascismo entonces incipiente. Entre sus dirigentes formaron parte mujeres antifascistas tan conocidas como la alemana Clara Zetkin, la italiana Tina Modotti y la rusa Elena Stasova. El Socorro Rojo Internacional entronca, entonces, directamente con la historia del movimiento comunista y antifascista internacional, alcanzando pronto un gran desarrollo en todo el mundo, en el apoyo político, jurídico y económico a todos los presos políticos y perseguidos, sin diferencias ideológicas o partidistas. En organizar apoyo solidario y humano hacia la lucha nicaraguense permanece en México, y en Mérida atendieron muchos heridos desde Nicaragua. En octubre de 1929, y estando en Mérida, república de México, con la mirada en la insurrección de El Salvador Marti se separa definitivamente del general Sandino. Permanece en México hasta junio del siguiente año, cuando fuera expulsado por el gobierno mexicano.
Para algunos: Marti se unió a las huestes guerrilleras de Sandino, evidentemente por la lucha anti-imperialista que este libraba con enorme patriotismo. ¿Quiso Marti por comisión de la liga Antiimperialista o por propia desición imprimir al movimiento sandinista un objetivo que fuera más allá de la derrota del agresor yanki y de su consiguiente expulsión de Nicaragua? ¿Pensaba que la victoria en defensa de la soberania, seria una etapa de la revolución que necesita no sólo el pueblo nicaraguense, sino también los demás de Centro América? Estas interrogaciones quedarán pendientes mientras no se tengan los datos históricos del caso.
Lo cierto es que la fecha de la fundación del Partido Comunista Salvadoreño se había llegado y Farabundo debía estar ahí.
1929
En 1929, “La Regional” participó en el Primer Congreso Sindical de los Trabajadores Latinoamericanos, celebrado en Montevideo, Uruguay. De esta reunión internacional surgió el acuerdo de creación de la Confederación Sindical Latinoamericana (CSLA).
Vocero oficial de la FRTS fue el semanario “El martillo”, en el cual se denunciaban se denunciaban la explotación a que eran sometidos los trabajadores y las arbitriaridades de las autoridades. Se planteaban, asimismo, los aspectos fundamentales de la lucha reinvindicativa. Es presisamente esta situación, caracterizada por la intensa lucha de masas, la que Marti conoce y a la cual se vincula en cuerpo y alma, cuando llega a El Salvador en 1925, expulsado de Guatemala y luego de su segundo y corto exilio en Nicaragua.
De 1925 hasta principios de 1928, la Federación Regional de Trabajadores de El Salvado, conoce la febril actividad de Marti. Se destaca como organizador y agitador. Nunca tuvo dotes de orador, aunque su palabra, en sus contactos personales, fue siempre persuasiva y movilizadora de conciencias.
Durante el gobierno el gobierno del doctor Romero Bosque (1927 – 1931) el movimiento sindical llega a abarcar a los trabajadores de la ciudad y a los obreros agricolas. Se crean sindicatos en las ciudades, pueblos,fincas, etc, Además, a los campesinos pobres y acomodados se les organiza en ligas campesinas y cooperativas. Esto constituyó una conquista muy importante. El movimiento campesino adquirió proporciones no igualadas hasta el momento. La consigna central de “La Regional” fue la lucha por la reforma agraria democrática, considerando como tal el reparto de tierras a los campesinos, la destrucción de los latifundios y la erradicación de las formas feudales de explotación; el desarrollo del crédito agricola, la proporción de ayuda técnica y de abonos, de semillas e instrumentos de labor. Tales eran las reivindicaciones más sentidas y cuya realización se anhelaba a fin de elevar el nivel de vida de los campesinos y abrir el camino de la industrialización nacional.
En los primeros tiempos, el gobierno del doctor Romero Bosque respetó los derechos democráticos. Los obreros se organizaron sin dificultades.
1930
Es dentro de este formidable ascenso de la lucha de masas que en el mes de marzo de 1930 se funda el Partido Comunista de El Salvador. Muchos compañeros fueron de gran aporte en su fundación, incluyendo al camarada mexicano e internacionalista Jorge Fernando Anaya. El PCS tenía dos organos de difución, uno era “la verdad” o el pravda y otro fue el que fundó una corriente de compañeros en la Universidad llamado “La Estrella Roja”. Por estas fechas Agustin Farabundo Martí estaba ausente del pais, en México y no participa en su fundación. Circunstancias internas e internacionales concurren en el surgimiento del PCS. El P.C.S. nace dentro de los marcos de una aguda crisis económica que, como secuela de la crisis mundial , azotaba a nuestro pais y frente a la cual las masas trabajadoras se agitaban airadamente. Desde su nacimiento, el P.C.S. se traza como objetivos encabezar las fuerzas motrices de la revolución salvadoreño y constituirse en vanguardia politica de los explotados. Cuando surge el PCS ya existe un movimiento campesino indigena dispuesto a levantarse contra las fuersas dominantes y opresoras, en el momento que surge el PCS, con el partido o sin el partido ya hay una sutuación insurreccional en el occidente del país..
Los nueve años anteriores al aparecimiento del P.C.S. constituian apenas un pequeño lapso histórico caracterizado por intensas luchas reinvindicativas de las masas, que si bien es cierto que fueron predominantemente económicas, sirvieron para acumular valiosa experiencia politica aunque no la suficiente para conducirse certeramente en la situación revolucionaria que se planteó en 1932. Durante esos nueve años, los dirigentes de los movimientos populares, asi como fuertes sectores de las masas, experimentaron en forma directa que la respuesta que se daba a sus demandas, cada vez que eran planteadas, era corrientemente la violencia organizada por la oligarquia y ejecutada por su brazo armado; el ejército y demás cuerpos represivos. De alli que se hiciera convicción de que ya no bastaba con la práctica de una lucha económica en los dominios de una oligarquia sorda y siega que perpetuaba y aún perpetúa, relaciones de producción que se oponian, y aún se oponen, al desarrollo de las fuerzas productivas.
La lucha resultaba ineficaz e impotente frente a una economia dependiente del imperialismo y en la que subsistian fuertes remanentes feudales en el campo, como decir la existencia de un numeroso sector de mozos-colos superexplotados, el trabajo gratuito de éstos para los terratenientes, el pago con piezas metálicas amonedadas (fichas) por los hacendados y que solo tenian valor en las tiendas de raya,etc. Se imponia la necesidad histórica de un partido clasista que propusiera el cambio de estructuras.
El P.C.S. surge, pues, en la cresta de la gran ola de movimientos de masas urbanas y rurales. Es digno de señalarse, a fin de que los juicios en torno al movimiento de 1932 reunan el mayor grado de objetividad y sean de veras criticos, que en la masa obrera urbana predominaban los artezanos que laboraban en pequeños y medianos talleres. Algunos de estos últimos, por ejemplo, los de zapateria, llegaron a tener, en momentos de gran producción, hasta doscientos trabajadores. El predominio de artezanos, muchos de los cuales trabajaban por cuenta propia en miseros talleres hogareños, es explicable por el bajo desarrollo industrial de la época. El proletariado, en sentido estricto, estaba representado por los obreros de las pocas fábricas textiles y por los trabajadores del transporte. A pesar de que el proletariado en nuestro pais era menos que incipiente, hubo un logro altamente positivo que precisa recalcarse, recalcarse, recordando una expresión de Lenin: se despertó en las masas la aspiración a un pensamiento politico independiente y a una actuación politica independiente.
A mediados de 1930, aun con orden de captura, Martí regresa expulsado de México a El Salvador con la calidad de representante del Socorro Rojo Internacional ante la sección de esta organización, que ya funcionaba en El Salvador. Con la presencia de Marti, este movimiento mundial de solidaridad revolucionaria y de ayuda a las victimas de la reacción nacional e internacional, cobró un gran impulso, ganando entre las masas salvadoreñas mucho prestigio y fuerza. Fungia como Secretario General del Comité Ejecutivo del S.R.I., Sección de El Salvador, al camarada Ismael Hernández.
Marti se reincorporaba a las tareas revolucionarias en momentos de una grande y tensa lucha de masas. Esta se desarrollaba en el marco de la crisis mundial desatada desde octubre de 1929, la cual habia venido conmoviendo los simientos del régimen politico y social salvadoreño. Agustin Farabundo Marti llega a ser en corto tiempo la figura central en la lucha popular y de la clase obrera organizada, dirigida por el Partido Comunista y la Federación Regional de Trabajadores de El Salvador, ya que la corriente, por decirlo asi, del S.R.I. se incorpora al PCS (O ya hera parte desde el principio). Con Martí, Su poder de persuación logró atraer a las filas revolucionarias a elementos radicalizados de la clase media, entre las cuales se encontraban estudiantes universitarios que se distinguieron como exelentes activistas. De estas fechas data la incorporación a las luchas populares de los camaradas Alfonso Luna y Mario Zapata, quienes juntamente con Marti moririan frente al pelotón de fusilamiento. A la par del movimiento sindical y de las organizaciones campesinas, marchaba el gran movimiento democrático general del pueblo. Los despidos masivos en la ciudad y el campo, agravaron la desocupación crónica existente; la miseria y el hambre cundieron, como jamás se habia visto antes, por todos los rumbos y paralelamente a ellas, crecieron las protestas airadas de los explotados.
La irritación de la oligarquia terrateniente, frente a un pueblo cuyo movimiento reinvindicador parecia amenazar sus inveterados privilegios, fue creciendo al punto que la persecusió del gobierno no se hizo esperar.
Los campesinos medios y pequeños, endeudados con préstamos hipotecarios, se pusieron en mora, El fenómeno fue general con la consiguiente perdida pérdida de sus parcelas de tierra en manos de los prestamistas usurarios, en su mayor parte grandes latifundistas. Esto condujo a la mayor concentración de la tierra en pocas manos. A fin de paralizarse las ejecuciones hipotecarias, e impedirse la pérdida de las pequeñas propiedades campesinas, se levantó el clamor por una moratoria en los pagos, pidiendose la emisión de una ley a ese respecto.
Sin embargo, el gobierno no escuchó la justa y a la vez desesperada petición, dejando que el proceso siguiera su curso sin ningún obstáculo.
Por otra parte, las acciones represivas, amparadas por leyes amañadas, se pusieron en práctica. El 12 de agosto y el 30 de octubre de 1930, fueron emitidos sendos decretos con el propósito de prohibir reuniones de los trabajadores, la agitación y propaganda comunista, asi como la impresión y sirculación de prensa obrera, autorizando al Director de Correos para decomisar impresos y correspondencia sindical, nacional y extranjera. Al mismo tiempo, se reformaba el Código Penal, estableciendo nuevas figuras supuestamente delictivas y las correspondientes penas, de prisión y multa, para los agitadores y propagandistas comunistas. También, en forma expresa, se prescribia que las organizaciones obreras y campesinas que quisieran hacer manifestaciones contra empresas, individuos particulares o contra actos de autoridad, solicitaran permiso a la policia. En base a estos decretos, que no quisieron ser observados por el pueblo, se procedió a no pocas masacres de reuniones y manifestaciones.
Los decretos en mención fueron emitidos con posterioridad a hechos que pasamos a reseñar brevemente. El 1.o de agosto de 1930, la Federeción Regional de Trabajadores de El Salvador trató de celebrarlo con una manifestación, cumpliendo con la consigna de las organizaciones clasistas revolucionarias internacionales de lucha contra la guerra, tanto entre los paises imperialistas como contra la guerra de agresión que los paises capitalistas pretendian declarar contra la URSS. La demostración de solidaridad fue impedida por el gobierno del doctor Romero Bosque, usando medidas extraordinarias de fuerza. Más de cien trabajadores fueron encarcelados y veinte de ellos sometidos a procesos penales arbitrarios.
Las acciones callejeras no se hicieron esperar. El Partido Comunista y la Regional, encabezaron manifestaciones de protesta a las que el gobierno respondió con detenciones masivas y nuevos procesos penales. En un lapso de dos años y tres meses el gobierno del doctor Romero Bosque, llamado impropiamente “El padre de la democracia salvadoreña “, encarceló a más de 1,200 trabajadores , cuya libertad fue ganada por la actividad incansable de la Secció en El Salvador del Socorro Rojo Internacional.
El Partido Comunista Salvadoreño, rápidamente se pone a la cabeza de los trabajadores, organiza al campesinos y del pueblo descontento con los regímenes oligárquicos de entonces, régimenes sucesivos de opresión. Pero hay que hacer notar que la revuelta campesina indigena, en su mayoría no estaba controlada por el Partido Comunista.
En 1930 Farabundo era conocido en el mundo como un connotado antiimperialista.
Los cuadros del PCS vinieron a ser lideres que venian de foguearse dirigiendo el movimiento sindical obrero, indigena y estudiantil, vino a ser la unificación de los sectores más abanzados que estaban luchando en contra del regimen de aquel momento. En defenza de los trabajadores, Martí actuó valiente y decidido cuando la lucha de clase era difícil y explosiva. En diciembre de 1930 el pais estaba en visperas de elecciones presidenciales. Conocida del gobierno la incansable actividad y prestigio revolucionario de Marti, hizo cálculos de que éste constituiria un obstáculo para unos comicios que pensaba hacer a la medida de los intereses de la oligarquia. Cuando el PCS dio las primeras llamadas al levantamiento del pueblo y de la clase obrera, entonces se ordena su captura y la del camarada Ismael Hernández. A su cautiverio, ambos responden con una huelga de hambre. Después de cuatro dias de ayuno son conducidos ante el director general de policia. Este hace un amanerado y fingido saludo cordial. Marti, con asco manifiesto y en forma zahiriente, lo rechaza. El director de policia ordena el retorna de los reos a sus celdas y poco después de ese incidente, Marti es expulsado una vez más del pais.
MARTI DEPORTADO NUEVAMENTE
Martí fue capturado y deportado nuevamente a fines del 1930 y fué montado prisionero en el buque mercante “Venezuela” a cargo del capitán Walter N. Prengel. Este llevaba instrucciones de desembarcar a Marti en el puerto de San Pedro, California, Estados Unidos de Norteamérica, y debido a esta orden, al tocar puertos intermedios, se le encerraba bajo llave. Otros apuntes dicen que el buque iba con rumbo a Florida. El último dia del año de 1930, en horas de la mañana del 31 de diciembre, Marti desembarca en su puerto de destino y permanece alli hasta el 12 de enero de 1931. Conocida por la International Labor Defense la situación de Marti, envia representantes a fin de gestionar su ingreso legal en los Estados Unidos, mediante un recurso de amparo. Sin embargo, Marti, argumentando que cualquier amparo de las Cortes Norteamericanas liberaria al capitán del buque “Venezuela” de la obligación de conducirlo de regreso a El Salvador, no acepta las gestiones. El doce de enero Marti reembarca en el mismo buque, que ya enfilaba su proa hacia el sur, habiendo estado a despedirle los norteamericanos Jorge Mauren y Emma Butler y el español Juan Vilariño, todos miembros de la International Labor Defense. Cuando el barco toca puertos salvadoreños, Marti hace una tentativa de reentrar a su Patria pero es detenido en el muelle por la policia y nuevamente es reembarcado con instrucciones de dejarlo en territorio nicaraguense..
Este designio del gobierno salvadoreño, de entregarlo a los verdugos del pueblo nicaraguense, es abandonado ante las protestas de las organizacioness de masas de El Salvador. De manera que Marti continúa el viaje forzado, pasando por el puerto de Puntarenas, Costa Rica, en donde se le dijo que no se le permitia desembarcar. A esto respondió que no estaba dispuesto a hacerlo en otro pais que no fuera El Salvador. En Puntarenas se presentó el agente de la Panamá Mail, compañia a la que pertenecia el buque “Venezuela” para manifestarle a Marti que el Encargado de Negocios de El Salvador le enviaba un pasaje para dirigirse al Perú y 28 dólares, oferta que es nuevamente rechazada. Al llegar a Balboa, Panamá, se le trasladó al barco “Colombia” de la misma compañia, nave que salió rumbo a Centro América el 28 de enero. E l capitán observó una actitud diferente, manifestándole a Marti que no estaba dispuesto a repetir los actos del capitán Prengel. De esta manera, logra desembarcar por fin en Corinto, Nicaragua, el 1o. de febrero de 1931, arribando a San Salvador el 20 del mismo mes.
Ningun de los gobiernos reaccionarios del área lo admitia en su país…En el Puerto de Corinto de Nicaragua Farabundo Marti se escapo el mismo 1 de febrero de 1931y regreso de inmediato a El Salvador ..
MARTI REGRESA A EL SALVADOR
Cuando retorna a El Salvador, las elecciones presidenciales hacia poco que se habian realizado y sólo faltaban breves dias para la toma de poseción del nuevo presidente, el Ingeniero Arturo Araujo. En enero de 1931 se realizan las elecciones presidenciales en un marco de orden ausoluto. Ninguno de los candidatos obtuvo la mayoria absoluta de los votos emitidos, razón por la cual le correspondió a la Asamblea Legislativa decidir la designación del triunfador. Se escogió, por unanimidad, al Ingeniero Araujo, designándolo presidente electo de la república.
La inauguración del periodo presidencial es el primero de marzo del mismo año y en esta fecha, en su discurso de toma de poseción el Ingeniero Araujo reitera una vez más su opocisión al comunismo. El nuevo gobierno encuentra a un pais golpeado frontalmente por la crisis económica mundial. La calidad de pais exportador de un solo producto principal, el café, a los mercados imperialistas, ya por ese tiempo hacia altamente vulnerable la economia salvadoreña, puesto que quedaba sometida a la crisis económica periódica del sistema capitalista.
Inspirado en sus experiencias obtenidas en Inglaterra, el ingeniero Arturo Araujo funda el Partido Laborista Salvadoreño y divide asi la lucha social del pueblo. Ideológicamente le imprime una débil tendencia reformista, que logra atraer engañadamente a algunos sectores de la pequeña burguesia, principalmente de los propietarios y obreros artesanales de la ciudad y de grandes núcleos de los sectores campesinos y de obreros agricolas, pues aunque era considerado reformador, Araujo era anticomunista y reaccionario, como ya Martí lo había dicho en más de alguna ocación.
En manifiesto suscrito por el candidato presidencial, Ingeniero Araujo y publicado el siete de enero de 1931 puede leerse; “No quiero terminar este manifiesto, sin dejar una constancia más de mis ideas de respeto a los derechos y creencias ajenas, que me hacen militar en el Partido Laborista, el unico partido de ideologia definida que puede oponerse al comunismo”.
La oligarquia, afectada por la crisis, sometia a las masas obreras y campesinas a una tremenda explotación. Los salarios en las actividades agricolas llegaron a ser hasta de veinte centavos diarios (algo asi como ochenta centavos de dólar) por jornadas mayores de ocho horas y trabajos verdaderamente agotadores. En el campo no corria la moneda, sino piezas, llamadas “fichas”, acuñadas por cada hacendado a fin de que sólo pudieran circular dentro del radio del latifundio. Habia en cada hacienda o explotación agricola la denominada tienda de raya en donde los trabajadores obligatoriamente compraban sus viveres, articulos para vestirse y otros objetos. Ningún trabajador que tuviera deudas pendientes podia dejar de trabajar o irse a otra parte, y cuando moria insolvente, la deuda pasaba , “como herencia” a sus hijos. Los colonos que vivian en calidad de semi-siervos pagaban hasta el agua que utilizaban para sus necesidades vitales. El peso de la crisis, en pocas palabras, era descargado sobre las magras espaldas del pueblo. Todas estas circunstancias, unidas al hecho de que entre las masas campesinas de algunas zonas se guardaba aún el recuerdo de que sus ancestros habian sido dueños de la tierra bajo el régimen de propiedad comunal, destruido hacia algunos cincuenta años por gobiernos antipopulares, para favorecer a gamonales y altos funcionarios, condicionaban el ascenso impetuoso de la lucha en el campo, en pos de diversas reivindicaciones, en cuyo centro se hallaba la reforma agraria.
Esto explica, en parte, por qué en la zona occidental del pais las masas de campesinos proletarios y semi-proletarios vieron en la Federació Regional de Trabajadores a su organización. “La Regional” logra en 1930, en el lapso de escasos tres meses, organizar sindicalmente a 80,000 trabajadores agricolas. El primero de mayo de ese mismo año, Dia Internacional de los Trabajadores, desfilan en la capital, San Salvador, muchos miles de personas, en una población citadina que no llegaba a 90,000 habitantes. En esta lucha politica, en la cual participaban seis organizaciones electoreras, el Partido Comunista de El Salvador, sin permanecer espentante, decidió no favorecer a nadie con el voto de las organizaciones de masas, optando por la abstención , aunque procediendo al desenmascaramiento de la demagogia del laborismo.
El Ingeniero Araujo al inaugurar su periodo presidencial lo primero que hizo fue olvidarse completamente de las promesas hechas en su propaganda electoral. De manera que, en corto tiempo, el presiente Araujo, sin ningún apoyo y sin brújula, se ve acosado desde diversas direcciones: la oligarquia latifundista, recelosa de las tendencias reformistas del nuevo gobernante, a quien seguian calificando de “comunista”, le niega todo tipo de colaboración; la intelectualidad, que habia apoyado en las elecciones al doctor Enrique Córdova, las masas que le habian otorgado su voto al laborismo, fueron prontamente presas del más profundo de los desengaños; las fuerzas revolucionarias, dirigidas por el Partido Comunista y “La Regional”, le disparaban, sin darle cuartel, todas las baterias de sus criticas. Arturo Araujo tenia el poder, pero no mandaba, ni gobernaba. Sin dotes de organizador y sin facultades de dirigente, acompañado de elementos oportunistas, desacreditados e incapaces, el gobierno acabó de sumir los negocios públicos en la anarquia. El atraso de salarios de los trabajadores al servicio del Estado prosiguió al mismo ritmo que durante la administración anterior. Se debia planillas atrasadas hasta en tres y cuatro meses.
Acosado por la crisis, el gobierno de Araujo, creyó oportuno contratar un empréstito estranjero. En cuanto se tuvo conocimiento público del proyecto, la oposición encontró un motivo común de unidad de acción. Las manifestaciones no se hicieron esperar. Escenarios de desfiles masivos fueron San Salvador y otras ciudades importantes del pais.
Además , el odio al imperialismo norteamericano era profundo, Entre las agresiones de la época estaba la de la marineria yanqui al pueblo nicaraguense. De tal forma que la contratación de un nuevo empréstito hacia que se concentraran en un solo punto la más disimiles tendencias politicas: oportunistas, unas; patrióticas ortras.
Frente a la formidable agitación, caracterizada por sus ordenados desfiles silenciosos, el gobierno decretó el estado de sitio en julio de 1931. Entre las garantias constitucionales suspendidas se hallaban la de libertad de prensa. El ingeniero Araujo se deslizó hacia la represión popular.
Las huelgas de trabajadores agricolas, que habian venido sucediendose desde 1930, prosiguieron de diversas haciendas en el año de 1931. Tales movimientos fueron siempre reprimidos con violencia. La Guardia Nacional, brazo armado de la oligarquia para defender sus intereses en el campo, operaban sin ninguna contemplación y sanguinariamente, como obedeciendo a un premeditado plan, sembrando el odio general y una abrasante sed de venganza entre las masas campesinas. En santa Tecla a fines de febrero una demostración que se organizaba para protestar contra el destierro de Agustin Farabundo Marti fue masacrada. Saldo: ocho muertos y quince heridos y más de ochenta obreros y campesinos arrestados.
La Confederación Sindical Latinoamericana acordó que el 20 de marzo seria el “Dia Continental de los Desocupados”, en nuestro pais, La Regional tomó a su cargo la celebración de actos de protestas contra la falta de empleo y convocó a una manifestación que se protagonizaria en el Parque Libertad (entonces Parque Dueñas). Se instaba, en hoja suelta que circulara. a que se exigiera pan y trabajo, el seguro social para los desocupados, por cuenta del Estado y de los patronos, comprendiendo una cuota para los sin trabajo y sus familias.
La fuerza pública impidió la demostración empleando para ello grandes contingentes armados; y pese al claro objetivo de la convocatoria de los organizadores, la prensa decia al dia siguiente que “grupos comunistas habian tratado de alterar el orden”.
MARTI ENCARCELADO
A raiz de este suceso, Marti es detenido a principios de abril por la policia nacional, encerrandosele en la Penitencieria Central. Se le sometió a juicio en un tribunal común, bajo la acusación de “ser agitador comunista y principal instigador de la manifestación comunista que fracasó el 20 de marzo’ (De una crónica de “La Prensa”, 10/IV/31.
En su declaración de indiciado, rendida ante el Juez Segundo de Primera Instancia de lo Criminal, doctor Lucilo Villalta, Marti dijo que en la Constitución democrática liberal que regia al pais no estaba previsto el delito de que se le acusba y que, por lo tanto, pretendia aplicársele leyes de excepción.
En varias ciudades del pais se organizaron mitines en pro de la libertad del lider preso. El gobierno expresó su decisión de reprimir con mano de hierro las manifestaciones comunistas que estaban llevándose a cabo.
Interpuesto un recurso de “habeas corpus”. el Juez Ejecutor decreta la libertad de Marti el 23 de abril, resolución a la que se le da cumplimiento. Sin embargo, Marti se hallaria unos dias después nuevamente en la cárcel bajo la acusación de injurias al presidente de la república.
En crónica de “La Prensa” (11/V/31), se decia:
“Marti se declaró en huelga de hambre… hace seis dias que se niega a tomar alimentos. El famoso lider se encuentra detenido en la penitenciaria central por injurias al señor presidente de la républica, se halla en huelga de hambre desde el martes, de modo que tiene seis dias de no querer alimentarse no obstante las repetidas invitaciones que se le han hecho para que abandone su determinación”.
La agitación en torno a la libertad de Farabundo cobra mucho cuerpo en escala nacional. En el seno de la Asamblea Legislativa se levanta la voz del diputado José Mejia pidiendo la excarcelación del detenido y exhortando a que se permitieran las reuniones politicas sin cortapisas artificiosas.
Después de dos semanas de huelga de hambre, Marti es trasladado al Hospital Rosales el dia 18 de mayo. Largas colas de gente de nuestro pueblo se hicieron a las puertas de ese centro de salud, en espera del turno para manifestar su simpatia por el lider.
Finalmente, después de veintisiete dias de huelga de hambre, el gobierno se vio obligado a decretar la libertad, mediante una amnistia acordada por la Asamblea Legislativa.
En Sonsonate, el 17 de mayo, cuando en todo el pais se desarrollaba una gran movilización que tenia por objetivo lograr no sólo la libertad, sino salvar la vida de Marti, quien se encontraba en su segunda huelga de hambre, a la que hemos aludido, obreros y campesinos realizaron una manifestación.
Las fuerzas represivas dispararon a la multitud matando a tres obreros e hiriendo a veinticinco personas. Fueron arrestadas más de 65 personas.
Cuanto más duros eran los golpes contra el pueblo, más ardia su ansia de revancha. Esto hacia muy dificil la aplicación de una linea orientadora correcta de parte de los lideres revolucionarios, por cuanto la masa después de cada golpe recibido más anhelaba que llegada el dia del desquite y poder hacerse justicia con su propia mano. No pocas fueron las voces en que cuadros dirigentes de las organizaciones de masas fueron objetadas airadamente cuando trataron de calmar los ánimos y orientar la lucha.
El 22 de septiembre de 1931, grupos de trabajadores de la hacienda “Asunchillo” no muy lejos de la capital, reclamaron por la violación de sus derechos. El propietario llamó a destacamentos de la Policia y Guardia Nacionales, los cuales, sin ningún aviso, masacraron a los inermes reclamantes. La cosecha sangrienta fue de quince trabajadores muertos y treinta y tres heridos, entre hombres, mujeres y niños. Agustin Farabundo Marti, frente a ese crimen, en su calidad de Representante del Socorro Rojo Internacional e Ismael Hernández en su calidad de Secretario General del Comité Ejecutivo del mismo, se apersonaron ante el presidente Araujo, para protestar en forma enérgica, lo cual motivó que se le encarcelara y se le sometiera al proceso penal, al que ya nos referimos. Para celebrar la libertad de Marti. se realizaron grandes concentraciones en diversos puntos del pais.
En estas circunstancias, según datos fehacientes, el presidente Araujo conversa con Marti, instándole a que renunciara a sus ideas o hiciera causa común con el Partido Laborista, y le ofrece, al mismo tiempo, un cargo dentro del gobierno. La conversación fue infructuosa. Pocos dias después Marti fue capturado nuevamente y desterrado una vez más a Guatemala, en donde permaneció pocos dias.
ARAUJO DERROCADO
Aquel año, El Salvador presenta una administración corrupta, una sociedad en crisis, un pueblo descontento y una economía casi en quiebra, derivada de los bajos precios internacionales del café y de los efectos de la Gran Depresión estadounidense de 1929. El 2 de diciembre de 1931, el corrupto e incapaz régimen del Partido Laborista, encabezado por el ingeniero Araujo, fue derrocado. El dos de diciembre de 1931, nueve meses después de inaugurado su periodo presidencial, el ingeniero Arturo Araujo es derrocado por un golpe cuartelario comandado por un grupo de oficiales y sargentos, quienes, para cubrir las formalidades, adujeron que su acción se basaba en el derecho de Insurrecció reconocido expresamente por la Constitución Politica. El depuesto presidente huye y se asila en Guatemala.
Desde el mes de agosto de 1931, sin embozos de ninguna clase, se hablaba insistentemente de un posible levantamiento. El golpe cuartelario fue cuidadosamente preparado por oficiales de baja graduación y clases, tras de quienes se hallaba, según todas las circunstancias, una dirección intelectual suprema. Explotaron magistralmente el retraso en el pago de los sueldos de la oficialidad y tropa. Esta motivación, que minó la lealtad de la gente de tropa hacia el gobierno era apenas un pretexto para derrocar al ingeniero Araujo. La causa fundamental que impulsaba la conspiración anti-araujista fue la existencia de una situación revolucionaria.
La caida del ingeniero Araujo no sólo no recibe la menor censura de nadie, sino que, al contrario, es aplaudida unánimemente por todos los sectores. El 12 de diciembre, diez dias después del golpe cuartelario, salia el primer número de “La Estrella Roja” órgano periodistico del “Grupo Marxista de la Universidad de El Salvador” y del ” Grupo de la Revolución Universitaria”. Aparecian como responsables de la publicación, los camaradas Alfonso Luna y Mario Zapata.
En el articulo de fondo, titulado “Las enseñanzas de un fracaso”, el periódico calificaba al cuartelazo como “movimiento generoso y legitimo de la juventud militar”, lanzaba una virulenta critica contra el presidente derrocado a quien sólo le señalaba su incapacidad manifiesta para el cargo, y expresaba: “Cae Araujo en medio de regocijo general. No hay un solo sector que deplore su fracaso. Hasta sus propios partidarios empiezan a darle la espalda. Todos han aceptado complacidos el golpe militar”. En este comentario se refleja la linea que adoptara frente al suceso el Partido Comunista. Este, si bien se percató de la inminencia del golpe cuartelario, no hizo nada por denunciarlo.
En efecto, la oligarquia no hallaba la forma de seguir gobernando; sus fuerzas, en la práctica, estaban divididas; el poder politico era extraordinariamente débil, privaba el decontento, la incertidumbre y la desorientación. Las masas por su lado, eran poseidas de un elevado espiritu de combate. A sus organizaciones, en las que predominaba el campesinado y el trabajador agricola, les resultaba dificil controlar y orientar concretamente la acción. Las masas del campo habian llegado a un estado de desesperación tal, que aún los lideres más queridos no podian encauzar correctamente las variadas muestras de expontaneidad que afloraban dia a dia.
Frente a esta situación enmarcada en una profunda crisis económica mundial, los golpistas aparecian, tarde o temprano, ante los ojos de la oligarquia como “los salvadores de la patria”, que habrian impedido “el caos y la anarquia”. Sin embargo, no era una tarea muy fácil para ellos, porque las masas expectantes ante el cambio de gobierno, podrian impedir la protagonización de su papel contrarrevolucionario en el momento que observaran un rumbo peor al que ya babia sido dado por el gobierno de ingeniero Araujo. Contando sin duda alguna con esta cicunstancia de peso, fue que los conspiradores formaron un “Consejo de Oficiales, Soldados, Obreros y Campesinos”. La táctica adoptada, contemplaba el evitar todo choque o rozamientoa con las fuerzas populares. Por lo tanto, en público, no se expresaba ninguna actitud anti-comununista.
No debe descontarse que la eminencia gris y la oficialidad que maniobraba contra el gobierno tenian hambre de poder. La situación histórica del pais, permitiria al ejército surgir como fuerza decisiva en el futuro. Ya no seria más una institución obediente, sino también deliberante. La obediencia quedaria para los rangoso inferiores, la deliberación para los superiores.
Una vez ausente de la capital el presidente Araujo, el “Consejo de Oficiales, Soldados, Obreros y Campesinos”, acuerda su primera disposicióm: formar un “Directorio Militar” que asumió el gobierno de facto.
El Directorio Militar, en vista del “abandono” de la presidencia de la república de parte del ingeniero Araujo, seguido de su salida del pais sin el permiso legislativo correspondiente, entregó la primera magistratura al vicepresidente, general Maximiliano Hernández Martinez.
Retrocedamos un poco y recordemos como es que logró Martinez llegar a vice-presidente de la república.
El general Martinez habia logrado formar, con motivo de las últimas elecciones presidenciales, el “Partido Nacional Repúblicano”, raquitico grupo electorero sin ningún arrastre popular, caracterizado por ser el más pequeño de todos. Sin embargo, tenia a su favor el apoyo de la oficialidad del ejército, pues Martinez gozaba de gran prestigio. Este hecho fue la razón fundamental y causa decisiva para que el ingeniero Araujo se decidiera a formar un pacto con el general Martinez, ya que no resulta dificil deducir que el candidato del laborismo buscaba el apoyo de las fuerzas armadas.
Tras el escudo de sus costumbres ascéticas y de la teosofia que profesaba fanáticamente, el general Martinez ocultaba irrefrenables anhelos de poder, cuyos limites estuvieron librados sólo a su inapelable potestad. Marti, en más de una oportunidad, consideró que este militar era inescrupuloso y sanguinario, y que estaba dispuesto a usar, en la primera oportunidad que se presentara, las armas para dar un baño de sangre sin presedente, con tal de aniquilar el movimiento de masas. De manera que el golpe cuartelario, que permite su ascenso a la presidencia de la república, le allana el camino para poner en práctica sus planes añejos de defensor feroz de los intereses de la oligarquia. Sin embargo, ésta n o estuvo de parte de Martinez desde el siguiente dia del golpe. El apoyo que la oligarquia lel prestó a Martinez no llegó sino en los dias de la insurrección armada de enero de 1932.
La historia subsecuente al golpe del 2 de diciembre de 1931, registraria trece años de poder ininterrumpido del general Martinez, hasta que fuera arrojado por la huelga general popular, el 9 de mayo de 1944.
El 2 de diciembre de 1931 marca una etapa en la vida politica de la nación, la cual se ha prolongado cerca de cuarenta años consecutivos. En tal fecha, la oligarquia renunció a gobernar en forma directa. Si antes del golpe habia triunfado y consolodidado la idea politica de que al solio presidencial debian ascender sólo civiles, posteriormente se impuso la idea contraria. Si antes, las oligarquias se lanzaban a la lucha por el poder, organizando partidos y movimientos electoreros que lograban, en mayor o menor medida, entusiasmar a las masas, posteriormente la oligarquia en su conjunto renunció al juego politico para dejarlo a la tirania militar. Permitió que ésta hiciera, en la medida que deseara, sus manejos imposicionistas y fraudulentos. En pocas palabras , el poder politico pasó desde el 2 de diciembre de 1931 a manos del ejército. Este se transformó, en la práctica en gran elector y en una especie de partido politico permanente en armas.
El derrocamiento del presidente Araujo se efuctúa en el marco de un periodo preelectoral. En enero de 1932 se realizarian dos consultas generales electorales sucesivas de importancia: la elección de Consejos Municipales en todo el pais –el dia 3 de enero– y la elección de nuevos diputados a la Asamblea Legislativa –durante los dias 10, 11 y 12 de enero. De manera que no resulta dificill presumir que entre otros propósitos inconfesados e inmediatos de los golpistas estaba el de frustrar o impedir cualquier triunfo de las fuerzas de izquierda en las urnas electorales.
Aunque se advertia un clima politico adverso a las masas populares, debido a la imposición y fraude tradicionales, el Partido Comunista acuerda, no sin discusiones encontradas, participar en dichas elecciones. Marti desempeñaba en el periodo preelectoral un papel de agitador de primer orden. El Partido Comunista estaba consciente de que no se obtendria ninguna victoria decisiva contra el aparato impositivo electoral y el fraude. Sin embargo, consideró que la campaña electoral ayudaria a elevar el ánimo combativo del pueblo al convencerse éste por medio de la práctica politica, que dentro del régimen imperante las conquistas democráticas eran un mito. El Partido Comunista lanzó un programa con objetivos máximos y minimos, de realizaciones municipales, que logró esclarecer algunas de las aspiraciones más sentidas de las masas. En la dirección del partido se queria, además, tener una idea real de su fuerza entre el pueblo.
Llega la fecha de la primera prueba electoral, destinada a elegir los Concejos Municipales. El entusiasmo general era muy marcado. No obstante, el aparato oficial imposicionista, utilizando el terror y el fraude, logra sus objetivos en algunos lugares del pais. En San Salvador, el Partido Comunista queda en tercer lugar, por escaso margen. A última hora, en numerosas poblaciones y zonas donde el Partido tenia, pese a todas las circunstancias adversas, la posibilidad de ganar gobiernos municipales, las elecciones fueron suspendidas. En las ciudades y pueblos donde el Partido ganó, las elecciones fueron anuladas. Estos hechos enardecieron a las masas en grado extremo y coadyuvaron al acelerado robustecimiento de la idea de que ante los obstáculos que neciamente se colocaban al desarrollo de la lucha pacifica, sólo quedaba el camino de la insurrección como medio para la toma del Poder por el pueblo. El periódico “Verdad”, de fecha 7 de enero, que aparecia bajo la responsabilidad del Comité Pro-Diputados 1932, decia que en las elecciones “campearon el ardid, la fuerza y la inmoralidad” y categóricamente, afirmaba; “no ha habido libertad electoral”, El mismo periódico, que reflejaba la linea del partido, en otro articulo de fondo, publicado en esa misma fecha, instaba al electorado a no abstenerse ante las siguientes elecciones de diputados a la Asamblea Legislativa.
No obstante los llamados contra la abstención, las elecciones de diputados se realizan en un clima de indiferencia popular casi absoluta. En San Salvador un diputado sale electo con 56 votos.
Mientras tanto, las masas de trabajadores de fincas y haciendas desarrollaban acciones de carácter económico, declarándose huelgas en varias explotaciones. La hostilidad de los cuerpos represivos contra esos movimientos contribuian a encender aún más los ánimos.
Todos estos hechos –impocisión electoral, represión sangrienta, etc. — obsevados en conjunto, daban la impresión de que obedecian a un plan concebido de la reacción, destinado a desesperar a las masas populares y empujarlas hacia una via prevista: la insurreción armada en la cual dominara en gran medida, la espontaneidad.
En tales circunstancias, en que los sucesos acaecian muy aceleradamente, muchos de ellos en cuestión de horas, el Comité Central del Partido Comunista gestionó una entrevista con el general Martinez.
Según testimonio del viejo militante de P.C.S., Miguel Mármol, he aqui como se llegó a tal gestión.”Después de una larga discusión en que el Partido no encontraba salida, dice Mármol, propuse en nombramiento de una comisión que fuera a parlamentar con Martinez. Esta propocisión, de momento, hizo choque en la asamblea. Por lo que solicité permiso para tener un poco de respiro fuera del recinto de la reunión.
El camarada Marti habiendo consultado un libro escrito en francés, que tenia a la mano, apoyó la propocisión mia amparado en lo que acababa de leer: “El Estado Mayor del proletariado (Comité Central del Partido) en ciertas circunstancias puede parlamentar con el Estado Mayor de la burguesia (su gobierno)”.
Prosigue Mármol: “Con esto y otras declaraciones, el plenum nombró una comisión de siete miembros para que se avocaran al presidente Martinez, con instrucciones de conprometerse a pacificar la huelga y a sujetarnos a ciertas medidas, con tal de que el gobierno suspendiera las hostilidades en todo el pais contra el movimiento obrero y campesino y contra el partido. Para el caso, se acordó invitar a la reunión a los representantes de la prensa, Luna, Zapata y Estrada fueron de los componentes de la comisión “. Enseguida añade: Por la tarde el plenum del Partido tuvo conocimiento de los resultados de la reunión de casa presidencial, Luna y Zapata, que fueron los responsables, informaron que la comisión fue recibida no por el presidente, general Martinez, sino por el ministro de la guerra, general Valdez, aduciendo este funcionario, recibirlos él por haber atacado al general Martinez un fuerte dolor de muelas. Agregaron los informantes que, en efecto, habian visto pasar al presidente con las manos en las quijadas viendo para donde se encontraban ellos. Que al plantearle a Valdez la misión que llevaban del Partido, que este funcionario se mostró apático,indeciso, nervioso, manifestándoles no estar facultado para resolver ningún problema; que eso fue todo. Pero que al retirarse Valdez, Jacinto Castellanos Rivas, secretario particular del presidente, poniendo sus manos sobre los hombros de Luna y Zapata, les dijo: “Más bien el gobierno no quiere llegar a ningún arreglo con ustedes; lo que procede es enfrentar la situación. Si los guardias y soldados tienen fusiles que disparar, también los trabajadores tienen machetes que desafilar”.
Termina la primera quincena de enero, el Comité Central ya habia tratado de trazar la linea que condujera a la huelga general insurreccional, pero le fue imposible hacerlo. La dirección efectiva y la orientación correcta de las masas en el campo, escaparon de hecho al dominio de la dirección del Partido. Los rápidos acontecimientos llevaron al Comité Central a cumplir con el deber revolucionario de no abandonar a las masas en su firme determinación de llevar adelante, sin reparar en riesgos y cruentos sacrificios, la insurrección armada. En apoyo de su decisión , el Comité Central adujo una serie de hechos objetivos y subjetivos, entre los cuales mencionamos los siguientes: el arrastre popular del Partido; el descontento general del pueblo; la existencia de importantes núcleos de soldados y clases comunistas dentro del Ejército; y la falta de consolidación del gobierno del General Martinez. La oligarquia aún no estaba de parte de Martinez y al contrario, maniobraba a fin de que la nueva Aamblea Legislativa electa pusiera en tela de juicio la constitucionalidad del golpe del 2 de diciembre y la sucesión presidencial, y nominara a otro presidente de su absoluta confianza. Por otra parte, el general Martinez aún esperaba, no con poca ansiedad y preocupación, el reconocimiento del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.
Miguel Mármol, de conformidad al testimonio a que ya hemos hecho referencia, al hablar sobre la fecha de la insurrección, dice: “Discutiendo sobre la fecha en que se llevaria a término semejante empresa, traje a recuerdo un lienzo que viera en Moscú, en el Museo de la Revolución de octubre, en el que al discutir los bolcheviques la fecha de la toma del poder, Lenin aparece de pie y con su brazo en alto.dice: “El 26 muy tarde, el 24 muy temprano, entonces el 25″. Luego agregué: Para el 17 muy tarde, para el 15 muy temprano; entonces,el 16, ya que se trataba de dar un golpe sorpresivo. De acuerdo con la fecha propuesta, el Partido fijó el levantamiento para el 16 de enero a las doce de la noche”. A esa altura la lucha se había incrementado en El Salvador con huelgas, protestas en todo el país contra la opresión y persecusión política, el desempleo, el hambre y la pobreza. La persecusión, el arresto y la deportación era algo comun…Sufriendo deportaciones y persecuciones Farabundo lideriza la insurrección popular de 1932.
Las decisiones tomadas por la dirección del Partido Comunista se trataba de aplicarlas como en una desesperada competencia con el tiempo. El Comité Central comisiona a Marti los aspectos militares de la insurrección, aunque el mismo organismo asume la responsabilidad total del movimiento. La fecha del 16 de enero, a pesar de que ya habia sido comunicada, se pospone para tres dias después. Tal porposición no fue la única, ya que la fecha de la insurrección seria en definitiva la que por tercera vez se ordenara, o sea el 22 de enero.
Los días 18 y 19 se produjeron frustrados asaltos al Cuartel de Caballería por las fuerzas insurrectas. El gobierno decreta el Estado de Sitio y la ley marcial. Se implanta la censura estricta en la prensa. Fuertes contingentes comunistas armados atacaron los Cuarteles de Ahuachapan y Sonsonate.
Los siguientes días los alzamientos y combates se suceden en todo El Salvador, eran indetenibles. Miles de campesinos, obreros y trabajadores, portando machetes y algunos pocos fusiles Mauser asaltan cuarteles, guarniciones policiales, oficinas municipales, telégrafos, almacenes y fincas de terratenientes. Izalco que fue tomado por los revolusionarios, es recuperado por las fuerzas del gobierno. Dr. Jacinto Colocho murió en manos de los insurrectos; La primera participación de la aviación de caza en El Salvador fue en enero de 1932 en el occidente del país, donde su participación fue contra las comunidades Indigenas, la participación primera de la FAES fue limitada..
A Farabundo lo andaban buscando, ya que se les había perdido de vista y en la noche del 19 de enero, el escondite, desde el cual se hacian los preparativos insurreccionales, es detectado y asaltado por la policia. Agustin Farabundo Marti, Alfonso Luna y Mario Zapata, son capturados. Se decomisa escasos elementos bélicos en instrucciones y proclamas impresas para orientar el levantamiento. De hecho, la prensa sirve una amplia información procedente de fuentes oficiales.
La captura de Marti, Luna y Zapata, con pruebas evidentes de levantamiento, unida a los sucesos de que en regimientos capitalinos, principalmente en el Sexto Regimiento de Infanteria (o Regimiento de ametralladoras) se descubriera tropa comprometida en la insurrección, y la intentona frustrada de tomarse por asalto el Cuartel de Caballeria, dan base al gobierno para decretar el dia 20 el estado de sitio en seis departamentos de la república. Entre éstos son incluidos los departamentos de la zona occidental, la de mayor empuje revolucionario. Antes de tomarse la decisión restrictiva de los derechos y garantias democráticas, el Ministerio de la Guerra ya habia movilizado considerables contingentes de tropas regulares bien armadas a los lugares estratégicos, hecho que no pasó inadvertido para el Partido Comunista. Al mismo tiempo que se decreta el estado de sitio, se acuerda someter a censura oficial a los periódicos, encargándose el director general de policia el examen previo de todo material por publicar.
El gobierno, en un boletin explicativo de las capturas realizadas y de las medidas adoptadas, consignaba que el Partido Comunista habia puesto ya en práctica sus planes de “subversión”, “…grupos de trabajadores labriegos –decia– azuzados por los catequistas rojos, se rebelaron contra sus patronos exigiéndoles mayor salario y mejores condiciones de vida , y como si esto no fuera ya una manifestación clara y contundente de los propósitos de violar el estado legal y social de las relaciones entre el capital y el trabajo, hace dos noches, como es del conocimiento público por las amplias informaciones dada por los órganos de la prensa nacional, fue descubierto un plan revolucionario en el cual se pretendia tomarse por asalto uno de los cuarteles de esta capital…”. En base a tales motivos, el boletin gubernamental explica que “se ha visto obligado a decretar dispocisiones drásticas que repriman los brotes aislados del comunismo que ya empienzan a manifestarse en diversos sectores de la república”, y finalizaba informando que ya “se tiene en estudio una serie de dispocisiones tendientes a armonizar los intereses del capital y el trabajo, a fin de resolver faborablemente par ambos factores del conglomerado los conflictos surgidos entre estas entidades con motivo de la crisis mundial y el antagonismo de intereses, que en esta época se enfrentan en todas partes del mundo”. Esta última parte es digna de subrayarse, puesto que se advierte que el régimen no estaba totalmente ciego acerca de las verdaderas causas de la agitación en el pais y de las profundas raices del descontento general. El dato referente a que se tenia en estudio una serie de medidas laborales, no pasaron de ser un mero enunciado para salir del paso, puesto que durante la tirania del general Martinez el sindicalismo fue perseguido encarnizadamente y toda lucha reinvindicativa se tomaba como sinónimo de agitación comunista.
En horas de la noche del 20 de enero, la dirección del Partido Comunista se reúne. Se discuten opiniones encontradas. Una de ellas se contraia a suspender el levantamiento, señalado en forma definitiva para el dia siguiente. Se aducia que con ello se evitaria el fusilamiento de Marti, Luna y Zapata, asi como de numerosos camaradas que estaban encarcelados, que con la captura del primero de los mencionados, los planes se habian puesto al descubierto. Llegado el momento de tomar la decisión , ésta se inclina por la prosecusión del plan, aunque tomándose algunas medidas que variaban aspectos tácticos del levantamiento. Tales medidas no pudieron ser comunicadas a las bases. En apoyo de la decisión se adujo que dar una contraorden de suspensión de la insurrección era imposible, puesto que las masas lo interpretarian como una traición . Y que emisario que llevara al conocimiento de las bases un decisión de suspensión podria decirse que era hombre que iba al suicidio, por el enardecimiento de los ánimos.
A las doce de la noche del 22 de enero de 1932 estalla el levantamiento. Miles de campesinos, armados con fusiles, que de por cierto habían sido donados por simpatisantes del gobierno derrocado, armados con machetes, aperos de labranza y pocas armas de fuego, escopetas en su mayoria, se toman en el transcurso del dia 22, varias poblaciones de los departamentos de Sonsonate y Ahuachapán. En las afueras de Nueva San Salvador, se lucha encarnizadamente. Desde los primeros momentos las fuerzas insurrectas corroboraron en la práctica lo que ya era de su conocimiento: las tropas regulares avisadas con anticipación, movilizadas, reforzadas y puestas en orden de alerta tenian una aplastante superioridad de fuego y gran disciplina. Pese al arrojo, temeridad y audacia de los insurgentes, éstos carecieron de adecuada dirección y control militares y fueron rechazados en los asaltos a las principales plazas fuertes y posteriormente, desplazados.
Algunos lideres fueron asesinados y otros huyeron. Las “tartamudas” del Ejército y la Guardia Nacional no se hacen esperar. Entre los días 24 y 25, las fuerzas militares gubernamentales entran en Nahuizalco, Juayúa, Ahuachapán y Tacuba. Mientras tanto, los norteamericanos e ingleses movilizaban buques de guerra para prestar apoyo al general Hernández Martínez; proponiéndole un desembarco de tropas en La Libertad para ayudar en la represión. Con toda la soberbia del dictador sanguinario, Hernández Martínez, una vez que se cerciora del éxito de las “Operaciones de Pacificación”, envía a los almirantes yanquis e ingleses un telegrama que con el siguiente texto: “En saludo a honorables comandantes declaramos situación absolutamente dominada fuerzas gobierno El Salvador. Garantizadas vidas propiedades ciudadanos extranjeros acogidos y respetuosos leyes de la República. La paz está establecida en El Salvador. Ofensiva comunista deshechada sus formidables núcleos dispersos. Hasta hoy cuarto día de operaciones están liquidados cuatro mil ochocientos comunistas”. Según distintos historiadores el saldo de la rebelión de 1932 fue de entre 5.000 a 30.000 muertos con un igual número de desaparecidos.
La masacre antiindigena, antiobrera, anticampesina y anticomunista cometida por el Gral Martinéz fue removida de la Libreria Nacional, criminal que barrio casi al exterminio la cultura indigena, pero que no se ha borrado ni se borrara de la memoria del pueblo salvadoreño. Raymond Bonner escribe ” Hoteles fueron rodeados y cateados, e individuos con cabello rubio fueron sacados y ejecutados inmediatamente por temor a que fuesen rusos. Miles de hombres fueron atados y luego ejecutados a sangre fría en tumbas que ellos mismo eran obligados a cavar”. El Gral Martinez, en su creencia filosófica que llevaba decía, “es mayor el crimen de matar a una hormiga que aun hombre, porque cuando un hombre muere regresa reencarnado, pero cuando una hormiga muere, muere para siempre”.
Tres dias después, el levantamiento habia sido dominado. Los insurgentes muertos en combate no fueron muchos. Fue la carniceria desatada después de las acciones armadas por las llamadas fuerzas expedicionarias del gobierno, la que centuplicó las victimas de la represión, hasta transformarse en uno de los genocidios más grandes que conoce la historia de América Latina.
En los escenarios de la insurrecció, todo varón mayor de 18 años que se le encontrase sospechoso de haber participado en los hechos, fue fusilado sin formación de causa. Por su parte, la gran burguesia, con el apoyo de capas medias urbanas, organizó sus propias guardias blancas a las que llamó “Guardia Civica” encargada de de reforzar al ejército. La “Guardia Civica”, intergrada en su mayoria por señoritos de la alta sociedad, no estuvo muy a la zaga, en cuanto a ferocidad se refiere, a las tropas regulares. En sus escasos meses de existencia, asesinaron a muchisimos campesinos, obreros y estudiantes. Se cuenta por centenares los casos de asesinatos, impulsados por venganzas personales de violaciones de mujeres del pueblo, de ultrajes a niños y ancianos. Sus fechorias eran relatadas, entre sorbo y sorbo de whisky, como hazañas heroicas en los clubs exclusivos.
La burguesia estuvo presta, movilizada por el temor al levantamiento a proveer al gobierno de fuertes sumas de dinero para afrontar los gastos que fueran necesario para aplastarlo.
Según testimonios de personas no comunistas, las supuestas victimas hechas por la insurrección en la zona occidental del pais, no fueron muchas. Entre éstos se contaban enemigos activos y acérrimos del campesinado. Su muerte, constituyó, propiamente hablando, un ajusticiamiento revolucionario. Otras, las menos, murieron en choques armados. Sin embargo, los boletines oficiales, los únicos que podian publicar la prensa, exageraron en forma interesada y calumniosa los inexistentes desmanes y crimenes de los insurrectos, para impresionar a la oligarquia, aterrorizar a otras capas de la población y justificar, finalmente, la inútil masacre de miles de obreros, campesinos y estudiantes. Durante la perpetración del genocidio, se tendió un cortina de metralla en la zona. A ningún periodista se le dió oportunidad de llegar a los escenarios del levantamiento, no por su seguridad, sino en atención a que se deseaba ocultar el asesinato colectivo que se estaba realizando de parte de las fuerzas represivas.
Testigos que vivieron el terror implantado por las fuerzas expedicionarias, relatan todas las atrocidades y fechorias cometidas por estas. No sólo se dedicaron a segar vidas indiscriminadamente sino que también estupraron y violaron a mujeres del pueblo y entraron a saquear en las poblaciones en donde se iba venciendo la resistencia armada.
El siguiente episodio, que paso a relatar con algún detalle, nos muestra el ritmo que se imprimió al genocidio en la zona occidental del pais. En los últimos dias del mes de enero, fondearon en el puerto de Acajutla tres barcos de guerra: el Rochester, norteamericano;el Skeena y el Vancouver, ingleses. Los responsables de las referidas unidades manifestaron que traian la misión de proteger los intereses de sus connacionales, ofreciendo desembarcar a sus “marines” para ayudar a la represión de los alzados.
En entrevista sostenida por el Jefe de Operaciones de la zona occidental, general de División José Tomás Calderón (alias “chaquetilla”) con el periodista guatemalteco Joaquin Méndez, hijo, aquél declaró: “Llegué a Acajutla el 29 de enero, a las diez y treinta de la mañana. El comandante del puerto me informó que un señalero inglés apostado en tierra, ya estaba anunciando a los barcos de guerra, que yo llegaba al puerto, y me repitió sus sospechas de que una amenaza cualquiera de ataque motivaria el desembarque de marinos, pues parecia que no tenian confianza de que se habia dominado el movimiento comunista. Esto me indujo a hacer una visita de inspección a las oficinas del muelle, encontrando alli a un capitán de infanteria de marina, quien me fue presentado por el Vice Cónsul inglés. Estando en ese lugar, y por lo que en correcto castellano me dijo el capitán inglés, deduje que en los barcos de guerra no se creia que el gobierno dominara la situación. Y pensando que era necesario llevarles la confianza plena de que el gobierno garantiza eficientemente el orden de todo el pais y que la amenaza comunista ya tocaba a su fin, formulé un despacho para transmitirlo por señales a los barcos, diciendo: “El Jefe de Operaciones de la zona occidental de la República, General de División José Tomás Calderón, saluda atentamente a nombre del gobierno del general Martinez y en el suyo propio, al Almirante Smith y Comandante Bradeur, de los barcos de guerra Rochester, Skeena y Vancouver, y se complace en comunicarles que la paz en El Salvador está restablecida; que la ofensiva comunista ha sido totalmente abatida y dispersa y que se llegará a la completa exterminación. Que ya están liquidados cuatro mil ochocientos bolcheviques”.
El escritor costarricense Vicente Sáenz tuvo oportunidad de entrevistar al general Martinez en el mes de enero de 1933. En su libro “Rompiendo Cadenas”, asegura que el tirano, ante los cálculos que se hicieron en el extranjero sobre los muertos en una semana de exterminio, los cuales se elevaban a 12.000 personas, contestó: “Han exagerado la cifra total los periódicos extranjeros. Yo mismo lo se con exactitud.Pero calculo que apenas llegarian a 4.000”.
Por su parte William Krehm quien como corresponsal de la revista “Time” habló con el general Martinez, en su obra “Democracia y Tiranias en el Caribe”, dice que el presidente le declaró que el número de victimas no habia pasado de 2,000 o un poquito más. Krehn, por su parte, calcula que no fueron menos de 10,000.
En nota al pie de página del libro de Vicente Sáenz, ya mencionado, se dice: “Otros autores, incluso funcionarios civiles y jefes militares salvadoreños, bien enterados de tan horrenda carniceria, han hablado de cifras todabia mayores (que la estimada por Krehm, N. de A.), incluyó a multitudes de campesinos desaparecidos, que nunca vovieron a su hogar”.
30 DE ENERO JUSGAN A MARTI, ZAPATA Y LUNA
A las seis de la tarde del 30 de enero, se instala el Tribunal Militar que conocerá, en Consejo de Guerra, la causa incoada contra Agustin Farabundo Marti, Alfonso Luna y Mario Zapata. La sala de la Penitencieria Central, en que se lleva a cabo el juicio, se llena de oficiales del ejército especialmete invitados, “ansiosos de ver cuál seria el fin que tenia este proceso”, según crónica periodistica.
Casi a las siete de la noche empieza la lectura de las piezas del proceso, la cual termina cuatro horas después, comenzando, a continuación, los debates entre la acusación y la defensa. El Fiscal militar pide “en nombre de la sociedad”, “de los numerosos hogares que se encuentran de luto”, “en nombre del pueblo”, “cuyo prestigio en el exterior se ve decaido” por las “alteraciones del orden”, la pena de muerte para los tres procesados.
Marti no quiso defenderse. Cuando habló sólo lo hizo para manifestar que se trataba de un proceso de una clase contra otra clase y, fiel y solidario con sus camaradas hasta el último instante, alegó la inocencia de éstos y proclamó que él era el único responsable de la insurrección a pesar de que con ello no pretendia desconocer la autoridad y dirección del Comité Central del Partido Comunista. Por otra parte, sostiene que si se defendiera estaria justificando su muerte y que, además, no tiene el propósito de echar mano de las leyes a las que ha combatido toda su vida.
Llega el turno a Luna y Zapata. Tanto uno como otro explican y justifican el papel que dentro del movimiento comunista les ha correspondido. A su vez, el estudiante de derecho, bachiller René Padilla y Velasco, la única persona que aceptara defender a los enjuiciados, aduce inútilmente, dentro de aquella farsa montada exprofesamente para legalizar un fallo fatal, argumentos juridicos que evitaran la pena de muerte.
A la una de la madrugada del siguiente dia, finalizan los alegatos. Seguidamente, el Consejo de Guerra se reúne para deliverar en privado. Durante las horas que ocupan las deliberaciones, los tres enjuiciados observan calma y dignidad.
A las seis y media de la mañana, se da a conocer el fallo del Consejo de Guerra: Marti, Luna y Zapata son condenados a muerte por fusilación, por los delitos de sedición y rebelión. La lectura del acta es escuchada por los condenados con plena serenidad.
El defensor echa mano del último recurso legal que le queda: apela ante el presidente de la República, general Martinez, en cuyas manos está la decisión final de conmutar la pena capital por otra de menor jerarquia penal. Sin embargo el tirano firma, poco después que le es presentado el recurso, su denegatoria del indulto. En los rostros de los condenados no se trasluce ninguna manifestación de temor frente al fallo definitivo. Una crónica periodistica anota que después que termina la notificación Luna expresa: “Marti es como Sócrates, yo reconosco en él a mi maestro y dirigiendose a Marti, le pregunta: ¿Reconoce usted en mi a su discipulo? Marti, con voz pausada, responde: “Si reconozco en ti a mi discipulo. Ahora vamos a morir juntos los tres”. Zapata se mantubo callado.
Parte de ese lapso breve de vida que le queda, Marti lo destina para recordar la figura del General Sandino, explicando que su separación del gran guerrillero estuvo impulsado por el hecho de que Sandino entró en relaciones con el ex-presidente de México, señor Emilio Portes Gil y, posteriormente, con el sucesor de éste, a los cuales califica de agentes del imperialismo. Afirma Marti que ellos trataron de separar a Sandino de la Liga de Defensa anti-imperialista, agregando que esta organización propuso en una oportunidad al patriota nicaraguense gastos de viaje y de permanencia en Europa, por un año, a fin de que conociera el antiguo continente y se percatara mejor de lo que ocurria en América y, especialmente en Nicaragua, pero que Sandino no aceptó tal proposición, porque esperaba armamento mexicano, necesario para reanudar la lucha contra la marineria norteamericana. “Por esto me separé de Sandino”, añadia Marti, manifestando además, “. En ese tiempo yo ya era comunista y comprendi que Sandino ni entonces, ni después seria comunista”. Y terminaba: “En estos momentos en que estoy a dos pasos de la muerte quiero declarar categóricamente que creo en Sandino, que no se ha vendido a los americanos y que es un hombre sincero. Cuanto se ha dicho de él con respecto a que se ha vendido, es completamente falso, pues Sandino es uno de los pocos patriotas que hay en el mundo. Yo he permanecido unido a él a través de la distancia y del tiempo y se me separé de él fue porque se dejó engañar por los agentes del imperialismo que pretenden su exterminio”.
FUSILAN A MARTI, ZAPATA Y LUNA
Un consejo de guerra presidido por el general Manuel Antonio Castañeda juzgó y condenó a Agustín Farabundo Martí y a los líderes estudiantiles Alfonso Luna Calderón y Mario Zapata a morir fusilados en el Cementerio General de San Salvador, previo traslado desde sus celdas en la Penitenciaría Central.
La noche del 31 de enero, Marti, Luna y Zapata la pasaron, tranquilos, aunque sin dormir. Cuando sonaron las cinco de la mañana del siguiente dia, primero de febrero, recogieron algunos pocos objetos personales y, luego, se pusieron frente a la puerta de la celda esperando su apertura. De Marti y de Luna ningún familiar llegó a despedirse.
Se marca el momento de la conducción de los sentenciados al sitio de ejecución. Estos son introducidos en un coche celular de la policia. La marcha, según apunta una crónica periodistica, la abrian carros con oficiales del ejército, seguia un vehiculo con los condenados, luego un carro con algunos de la Escuela Militar, después camionetas con guardias nacionales y dos camiones con tropa armada de ametralladoras y, cerrando la columna, más carros con miembros del ejército.
A las siete y cinco desemboca la columna en la explanada situada al norte del Cementerio General. Se forma el cuadro de fusileros que debia ejecutar la sentencia. Vuévese, por tercera vez a dársele lectura a la sentencia y, terminada, el secretario particular del general Martinez, señor Jacinto Castellanos Rivas, abraza, separadamente a Marti, a Luna y a Zapata. Esta definitiva, como dramática despedida, obedecia a un deseo de los condenados, manifestado al señor Castellanos Rivas, en forma muy intima. Marti, Luna y Zapata querian que fuera él la última persona a quien abrazaran, y fue en su calidad de amigo, y no como funcionario de Casa Presidencial, que estubo acompañándolos hasta el último instante.
A las siete y doce minutos se separan las personas que se hallaban acompañando a los condenados a muerte. El último en dejarlos es el sacerdote católico, Pedro Jesús Prieto Villafañe. Contrariamente a como lo informaron algunos diarios de la época, Marti, Luna y Zapata no hicieron confesión religiosa ni ningún acto de contricción. El Padre Prieto Villafañe sabia perfectamente que no le era posible, ni aún en el mismo instante, esperar ninguna confesión religiosa de ellos. Su asistencia, hasta el final del drama, obedecia, según testimonios fehacientes, a sentimientos ya no religiosos o de mero confesor, que está oportuno a prestar auxilios espirituales, sino humanos, se simpatia y admiración. Estos habian nacido desde hacia algún tiempo, en contacto personal muy estrecho del propio sacerdote y Agustin Farabundo Marti.
Marti pide, a nombre de sus compañeros, que no se les vende los ojos, que les fusilen de frente disparándoles al pecho.
En el último instante, y casi a la par de las voces de mando del oficial que dirige el pelotón de fusileros, Marti, con firmeza, empieza un “Viva el Soco…” que asi queda, incompleto, porque la descarga de los fusileros lo apaga. Caen abatidos los tres comunistas. Son las siete y cuarto de la mañana. Al contrario de los demás la muerte llega lentamente para el camarada Zapata…Allí cayeron, bajo las balas asesinas del pelotón de fusilamiento, con la dignidad de los héroes revolucionarios.
El 1 de febrero Martí fué ejecutado junto a Luna y Zapata, por un escuadron del ejercito asesino y represivo….Pero Farabundo no murio ese día, hoy vive y será siempre la inspiración y guia de los revolucionarios que buscan la transformación total de El Salvador.
Martí fué encarcelado varias veces, varias veces se puso en huelga de hambre y varias veces fué expulsado del país, pero siempre estuvo presente en la lucha. Su nombradía fué más en América y en el mundo. Su ejecución, el primero de febrero de 1932, causó un profundo dolor en el pueblo salvadoreño y centroamericano, quien lamento con llanto silencioso la ejecución del camarada.
En esta forma terminó la etapa secuente y apasionada de actividad revolucionaria, la cual duraria trece años, interrumpida definitivamente por su trágica muerte, del compañero Farabundo Martí. Grandes cuadros perdió El Salvador en esa época represiva, tales son los casos de Marti, Luna, Zapata, Rivas, Hidalgo, Angulo,etc
Agustín Farabundo Martí fue un auténtico internacionalista que, de cara al sol, arremetió contra la reacción salvadoreña y centroamericana y contra el imperialismo yanqui opresor de muchos pueblos. Agustín Farabundo Martí pertenece a la generación de revolucionarios internacionalistas y a la constelación de las grandes figuras empreñadas en transformar la sociedad latinoamericana. Donde quiera que llegaba se destacaba como lider revolucionario, internacionalista y antiimperialista.
En Marti, según testimonio de camaradas que le conocieron, se combinaban caracteristicas morales raras en individuos de su extracción social, Agustin Farabundo, quien fuera apodado cariñosamente por sus compañeros de lucha “el Negro Marti”, por lo oscuro de su piel, era de estatura regular y de compexión atlética. Su tez curtida por el sol y las intemperies, no tenia diferencia alguna con la del hombre común de nuestro pueblo.
El viernes, 5 de febrero, en “El Diario de El Salvador” aparece el siguiente titular en primera plana: “Los Cadáveres Sepultados a Escasa Profundidad son un Peligro para la Salud. Los cuervos, cerdos y gallinas los desentierran para luego devorarlos”. Y sigue la macabra crónica: “Actualmente en el departamento de Sonsonate y en muchos lugares de Ahuachapán y algunos de Santa Ana la carne de cerdo ha llegado a desmerecerse de tal manera, que casi no tiene valor. Por el mismo camino va la de res y las aves de corral. Todo se debe a que los cerdos comen en grandes cantidades la carne de los cadáveres que en los montes han quedado. La gente, por intimación, se está negando también a comer la carne de res y aves de corral. Desde luego, ellos tienen razón; pero en cambio, esta industria está sufriendo fuertes golpes”. A la oligarquía salvadoreña sólo le preocupaba los “fuertes golpes que estaban sufriendo los empresarios”.
Sheila Candelario, en su obra “Patología de una insurrección; la Prensa y la matanza de 1932”, cita el siguiente comentario: “El alzamiento del 32 dejó profundas huellas en la conciencia de todos los salvadoreños. La población india prácticamente dejó de ser la misma como resultado de la matanza, sobre todo porque de ahí en adelante existió el temor de mostrarse como ‘indio’. El idioma, la vestimenta y las costumbres de los indios pasaron a ser formas peligrosas de identificarse y fueron reemplazadas por otras menos evidentes…”.
En un esbozo biográfico de la vida de Farabundo Marti, que el escritor salvadoreño Jorge Arias Gomez publicara en Junio de 1971 en la revista Punto Critico, dijo”Queremos no sólo rendir homenaje al camarada muerto; queremos contribuir a la difusión de las razones históricas profundas del combate que hoy libra el pueblo salvadoreño y sus vanguardias contra la explotación y la opresión burguesa”, dijo Jorge Arias en su introducción.
Farabundo Martí vive hoy en la lucha del pueblo salvadoreño. Revolucionario cabal, patriota de la Patria Grande, salvadoreño, centroamericano y latinoamericano caribeño, Farabundo es un ejemplo de constancia, sacrificio y solidaridad. Allí está él, junto a Sandino, el Ché, Bolívar, San Martín, Morazán, Artigas y tantos otros. Es seguro que, en el próximo triunfo del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, se lo verá a él, confundido y alegre con el pueblo salvadoreño, festejando, sonriendo y también dispuesto a comenzar nuevos combates. Porque como bien dijo el poeta cubano: “Y colosal se eleva y borda con mil estrellas Farabundo”.
La insurrección había sido barrida a sangre y fuego, pero la lucha continuó y comtimua hasta hoy en día..
En 1934 hubo un Complot contra Martinez. Se suicida el Licenciado Mario Vargas Moran. Los fusilamientos de supuestos militares que apoyaron la revelión se dieron en diferentes cuarteles.
Arrieta Gallegos dio importante declaración. Declaraciones del Dr. Pinto Lima.
En 1936. Por supuesto complot se da el Fusilamiento del Teniente Rodolfo Baños Ramírez. Formaron el Consejo de Guerra para condenar al Teniente Baños Ramírez, los siguientes: General Pablo Paredes Lemus, Coronel Fidel Cristino Garay, Coronel Santiago Ayala.
Suplentes: Teniente Coronel José María Cruz Núñez y Capitán Juan Ramón Munés.
Y la lucha continuo
Farabundo Martí. El legado de un Revolucionario
Autor: Leida Jara
Inicio de la explotación agrícola en Centroamérica
A finales del siglo XIX la economía centroamericana fue dirigida por sus gobiernos liberales al monocultivo del café, que comenzó en Costa Rica pero llegó a su supremacía de producción en Guatemala y El Salvador. La expropiación de tierras a la población rural garantizó a los grandes terratenientes mano de obra abundante y barata. Los mecanismos de cultivo no superaban por mucho los de la jardinería común. Para acelerar la producción y distribución, Guatemala en 1908 y Costa Rica en 1890, concluyeron la construcción de vías ferroviarias al océano Atlántico, éstas trajeron como consecuencia la penetración y colonización bananera y de vías de comunicación por la burguesía norteamericana: United Fruit Company, la Cuyamel Fruit Company (fusionada con la primera en 1929) y la Standard Fruit and Steamship Company.
Políticamente se excluyó completamente a la población, que vivía en condiciones esclavistas y miserables, mientras los gobiernos estaban en manos de personajes dictatoriales, como Manuel Estrada Cabrera (retratado en El Señor Presidente por Miguel Ángel Asturias) en Guatemala o por familias como los Meléndez-Quiñones en El Salvador que gobernaron de 1913 a 1927. El papel del proletariado agrícola, de sus nacientes sindicatos, la autonomía universitaria en Guatemala y la invasión política, económica y militar del imperialismo estadounidense, fueron los elementos detonantes de explosiones sociales que han marcado el desarrollo revolucionario centroamericano. Es el contexto donde surgieron figuras importantes para la lucha de clases, entre ellas el salvadoreño Agustín Farabundo Martí.
El proceso de unificación de Centroamérica ha sido un tema recurrente, sin embargo el imperialismo ha dado fuertes golpes contra ella y en pro del despojo, la explotación y represión conjunta, estratégicamente planeada en este territorio. El apogeo económico que en un principio representó el cultivo y exportación del café y más tarde del banano no permaneció sin cambios debido a que son productos perecederos de consumo secundario para muchas culturas. La depresión de precios del café afectaba a la economía de toda América Central y con ella los niveles de vida de los trabajadores quienes eran considerados menos valiosos que un animal de granja. La situación trajo consigo la organización de la clase obrera y su solidaridad, pues las luchas que se llevaban a cabo en un país tenían eco en los otros, quienes reconocían la fuerza de la unidad y las coincidencias de sus aspiraciones de clase en sus luchas.
Farabundo Martí y su lucha junto a los trabajadores
Farabundo Martí nació en Teotepeque, La Libertad el 5 de mayo de 1893, fue el sexto de 14 hijos. Creció en un ambiente agrícola en las montañas de la costa balsamera. Ingresó a la Universidad Nacional de su país a la carrera de Jurisprudencia y Ciencias Sociales. Participó desde su juventud en la lucha contra el régimen Meléndez-Quiñones que gobernó El Salvador durante 14 años.
En Guatemala la dictadura de Estrada Cabrera, quien gobernó 22 años, estaba siendo derrotada a través de la lucha del pueblo y dirigida por el Partido Unionista Guatemalteco. La Asociación de Estudiantes Unionistas fue apoyada directamente por Farabundo Martí en un acto que le costó la prisión en Zacatecoluca. Fue deportado a Guatemala en 1920 y continuó sus estudios en la Universidad San Carlos de Guatemala (USAC).
El espíritu de unidad de clase no nacionalista, lo vemos reflejado en la vida de Farabundo Martí quien, expulsado de su país, llegó a Guatemala y trabajó como obrero y peón, se comprometió con la lucha de los trabajadores hasta que fue denunciado por sus patrones alemanes en las fincas de café y decidió partir a México. En México se relacionó con el movimiento obrero y estudió la revolución de 1910.
En 1925 se fundó en Guatemala el Partido Comunista Centroamericano como seguimiento del movimiento de izquierda que terminó con la dictadura de Estrada Cabrera. Sin embargo, el dictador Jorge Ubico era presidente entonces y aplastó el movimiento que representaba un intento de organización política y de unificación obrera centroamericana. Farabundo Martí tenía el cargo de secretario del exterior. Después de la disolución del PC centroamericano, Martí regresó a El Salvador clandestinamente y trabajó entre 1925 y 1928 con la Federación Regional de Trabajadores de El Salvador.
En 1928 Martí viajó a Nueva York, Estados Unidos donde la dirección central de la Liga Antiimperialista de la Américas le encargó viajar a Nicaragua como representante ante Augusto César Sandino que dirigía una de las luchas más importantes contra el imperialismo en Centro América. Al lado de Sandino alcanzó el grado de coronel del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, fue miembro del estado Mayor Internacional de Sandino y su Secretario Privado.
En 1930 regresó a El Salvador y fundó el Partido Comunista Salvadoreño que se puso a la cabeza de trabajadores del campo y la ciudad descontentos con el régimen burgués de su país y sus condiciones de vida. La depresión económica estadounidense de 1929 agudizó la crisis económica y con ella la organización de la clase trabajadora. A finales de los años 30 Martí fue deportado nuevamente a Florida en una embarcación con trabajadores que le brindaron su apoyo para volver al Puerto de Corinto en Nicaragua donde huyó en bote a El Salvador en febrero de 1931.
La insurrección de 1932 en El Salvador
De 1927 a 1931 gobernó El Salvador Pío Romero Bosque, en 1931 el terrateniente Arturo Araujo, educado en Londres y simpatizante del laborismo inglés ganó las elecciones con el apoyo de sindicatos e intelectuales. Sin embargo 10 meses bastaron para que colapsara su gobierno que mataba de hambre a los trabajadores y tampoco quedaba bien con la burguesía debido a la crisis económica. Un golpe de estado en 1931 convirtió a Maximiliano Hernández Martínez (vicepresidente y ministro de guerra de Araujo) en presidente. Los comicios fraudulentos fueron determinantes para la movilización del pueblo que suspendió las votaciones en varias zonas. A pesar de que el gobierno declaró estado de sitio y la ley marcial, se sucedieron alzamientos y combates en todo el país, miles de trabajadores, obreros y campesinos pobres con machetes y algunos cuantos fusiles asaltaron cuarteles, guarniciones policiales, oficinas municipales, telégrafos, almacenes y fincas.
Mientras tanto el imperialismo norteamericano e inglés enviaban buques de guerra en apoyo al general Hernández Martínez, quien escribió el siguiente telegrama avisando su suficiencia: En saludo a honorables comandantes declaramos situación absolutamente dominada fuerzas gobierno El Salvador. Garantizadas vidas propiedades ciudadanos extranjeros acogidos y respetuosos leyes de la República. La paz está establecida en El Salvador. Ofensiva comunista desechada sus formidables núcleos dispersos. Hasta hoy cuarto día de operaciones están liquidados cuatro mil ochocientos comunistas” . La insurrección fue sanguinariamente reprimida.
El 31 de enero de 1932 Farabundo Martí junto con los líderes estudiantiles Alonso Luna Calderón y Mario Zapata fueron condenados a muerte en el Cementerio General de San Salvador. El saldo de la rebelión de 1932 varía ente 10 mil y 30 mil muertos. Catastróficas escenas de la masacre podían observarse en todo El Salvador, las víctimas fueron enterradas casi en la superficie de la tierra donde pensaría la burguesía que podía ocultarse la opresión sufrida por el pueblo trabajador y la conciencia de clase salvadoreña.
Por la unificación de la lucha en Centroamérica
Los marxistas sabemos que debemos resumir las experiencias para aprender y prepararnos para nuevas luchas. No es una utopía burocrática, como dijo Trotsky en “Problemas de la insurrección y de la guerra civil”, estudiar y enriquecer el arte militar revolucionario. A pesar de las diversas situaciones bajo las cuales se desarrolla una insurrección, no debe perderse de vista la subordinación de las acciones a la línea política general la cual tiene que tener como principal fundamento la orientación al movimiento obrero y a sus organizaciones tradicionales, sindicatos y partidos, y basada en los métodos que les han permitido a los trabajadores sus más importantes conquistas: las movilizaciones masivas y la huelga general.
Las movilizaciones del proletariado deben prepararse minuciosamente, contar con una planificación que abarque a trabajadores de diferentes sectores y que base su estrategia en la experiencia y la teoría marxista. El papel que jugaron los trabajadores centroamericanos y mexicanos permitió el desarrollo y actuación política de Farabundo Martí, sin embargo la lucha obrera debe actuar unificadamente para no ser sangrientamente reprimida como lo fue en 1932 en El Salvador.
A un poco mas de siete décadas de la insurrección revolucionaria del 31, el pensamiento internacionalista de este que fuera uno de los gigantes en la lucha de clases de Centroamérica y de toda América Latina durante el siglo XX, sigue más vigente que nuca. La unificación de la lucha del conjunto de los trabajadores y campesinos pobres de toda Centroamérica acompañada de un programa de clase que exponga claramente y sin ningún tipo de prebendas para la burguesía, aun aquella que algunos llaman “progresista” o “nacionalista”, la necesidad de aniquilar la propiedad privada sobre los principales medios de vida (las fábricas, la tierra, los bancos, etcétera) es la calve para poner fin la larga pesadilla del capitalismo. Esas fuerzas deben ser puestas bajo el control democrático de los trabajadores y campesinos pobres por medio de comités que planifiquen y administren la producción ya no para el beneficio de algunos cuantos, sino para el conjunto de todos aquellos que bajo la sociedad burguesa solo podemos obtener explotación, represión y miseria.
Sólo bajo estas condiciones podrá ser derrotada la oligarquía centroamericana y erradicado para siempre el feroz yugo que el imperialismo le ha impuesto a las diferentes naciones de esta región del mundo. Recuperemos el legado revolucionario de Farabundo Martí.
¡Contra la opresión imperialista!
¡Contra la tiranía de la oligarquía!
¡Viva la Revolución Centroamericana!
¡Por una Federación Socialista de Centroamérica!
Fuente: Coordinadora de Solidaridad por Cuba