Próximo gobierno, títere del imperialismo

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Recientemente se han escuchado los nombres y los perfiles de los que dirigirán el Ejecutivo durante los próximos 5 años, entre los nombramientos que ha hecho el candidato electo, a través de las redes, se encuentran ex funcionarios de los gobiernos de Arena y uno que otro disidente de la izquierda que en afán de protagonismo se ha vinculado a la nueva derecha. 

Estas próximas ministras y encargadas de asuntos en el gobierno de Bukele no solo responderán a los designios del presidente sino que son garantía que los Estados Unidos y la oligarquía tradicional se verán beneficiadas con las acciones que se emprenderán, ya que en su pasado estaban vinculadas a facciones del capital nacional e internacional. Para muestra de ello se puede citar las inoportunas declaraciones de la futura canciller, la cual justifica el trato que el presidente de la nación del norte hace contra los pueblos latinoamericanos.

Las funcionarias que asumirán el uno de junio han demostrado que carecen de conocimientos sólidos en temas clave como Vivienda y Cultura, sin embargo son del equipo cercano del presidente y jugarán un papel muy especial en esas carteras que han sido asignadas. De esta forma se pagan los favores políticos en el gobierno Bukele, Gana y la derecha.  

Aunado a esa conducta sumisa y cabizbaja de la futura canciller salvadoreña, se suman las intervenciones del candidato electo en donde asume la defensa de los intereses de los Estados Unidos sin ningún tapujo al criticar a los gobiernos progresistas del continente como Venezuela y Nicaragua. Esa actitud servil a los mandatos del imperio denota que detrás del gobierno de Bukele estará la embajadora Manes o su sustituto en el cargo, Ronald Douglas Johnson, un experto de inteligencia y ex militar que de acuerdo al gobierno de Trump es una persona de confianza. 

Estados Unidos y su embajada en El Salvador han hecho tremendos esfuerzos por desplazar al FMLN del gobierno central a tal punto que han tenido que entrometerse en asuntos públicos salvadoreños sin pizca de vergüenza, quedando en evidencia la estrategia intervencionista que durante muchos años ha tenido ese país. Lo más reciente son las opiniones vertidas en donde expresaba que a partir del 1 de junio las relaciones con el gobierno salvadoreño serían mas fáciles, aludiendo que Bukele ya está comprometido con ellos.

No es casual que el electo presidente haya viajado en dos ocasiones en este año, a los Estados Unidos de América para reunirse con los grupos más conservadores del continente, tras lo cual se puso a la orden y ofreció crear las mejores condiciones para que las empresas estadounidenses puedan invertir y llevarse las riquezas del país sin ningún problema.