Tres avances invisibilizados

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Los medios hegemónicos vinculados al partido ARENA -sobre todo TCS, La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy- mantienen su estrategia de invisibilizar logros del actual gobierno. La semana pasada ocultaron o minimizaron tres hechos que representan significativos avances de país.

El primero es la declaración de Cuscatlán como segundo departamento “Libre de Analfabetismo”, tres semanasdespués de la declaratoria de La Paz como el primero en alcanzar el 100% de población alfabetizada. En total son ya130 municipios que reciben tan digna distinción y 350 mil personas ahora pueden leer y escribir, gracias al esfuerzo de 5 mil voluntarios/as coordinadas por el Programa Nacional de Alfabetización.

Sin embargo, que centenares de miles de personas ahora sepan leer y escribir, no es un hecho relevante para los medios orgánicos de las élites oligárquicas que históricamente mantuvieron a la mayoría de la gente analfabeta paraengañarla, dominarla y explotarla más fácilmente.

El segundo es la entrega de mil 118 escrituras de propiedad a familias pobres de la zona occidental del país, que se suman a los 80 mil títulos de propiedad otorgados durante el gobierno de Sánchez Cerén.

Para la derecha oligárquica la propiedad privada es el derecho supremo, pero sus medios de (des) información le restan importancia cuando lo ejercen o beneficia a familias pobres. Para TCS y compañía el verdadero derecho a la propiedad es el de los ricos, terratenientes y empresarios.

Y el tercero es el informe del Plan El Salvador Seguro (PESS), presentado por el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia (CNSCC) al Presidente Sánchez Cerén, el cual registra importantes avances que -como bien dijo un vocero del Consejo- constituyen un punto de inflexión en el abordaje de la seguridad pública en el país.

Con la territorialización del PESS en los municipios priorizados, 50 mil familias son beneficiadas con programas de prevención de la violencia, el 84% de la población utiliza los espacios públicos recuperados y los delitos cometidos con armas de fuego se redujeron en un 20%.

También, el 56% de los privados de libertad participan en el emblemático programa de reinserción “Yo Cambio” y se han creado seis unidades especializadas para la atención a víctimas de la violencia.

Pero los medios conservadores -especialmente los más sensacionalistas y amarillistas- prefieren el “muertómetro”, destacar las subidas de los niveles delictivos o las notas rojas; porque “eso vende”, “es la realidad” o “es lo que está pasando”. Así lo justifican.

En este espacio editorial destacamos estos logros como avances relevantes del país, que desmienten el discurso falaz de que “el país ha retrocedido” y deben continuar como políticas de Estado por el gobierno que asuma en junio del próximo año. La población debe presionar para que así sea.