Brotes de fascismo instan al odio, violencia y amenazan los procesos democráticos

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Jasael Torres, segundo de izquierda a derecha, de la Comisión Comisión Política del FMLN, participó en el Congreso contra el Facismo, desarrollada el 10 y 11 en Caracas Venezuela, convocado por el Presidente Nicolás Maduro. Le acompañan Carolina Rivas, Miguel Escobar(Representante Sindical al centro) asi como Rodrigo Cerritos y Carlos Ruiz, del FMLN. Foto Diario Co Latino/Cortesia-
Jasael Torres, segundo de izquierda a derecha, de la Comisión Comisión Política del FMLN, participó en el Congreso contra el Facismo, desarrollada el 10 y 11 en Caracas Venezuela, convocado por el Presidente Nicolás Maduro. Le acompañan Carolina Rivas, Miguel Escobar(Representante Sindical al centro) asi como Rodrigo Cerritos y Carlos Ruiz, del FMLN. Foto Diario Co Latino/Cortesia-

Francisco Valencia
Alma Vilches
@DiarioCoLatino

Jasael Torres, integrante de la Comisión Política (CP) del FMLN, participó en el “Congreso contra el Facismo”, desarrollado el 10 y 11 de septiembre en Caracas, Venezuela, convocado por el presidente Nicolás Maduro, y habló sobre la amenaza que viven los procesos democráticos.

Diario Co Latino conversó con el dirigente político, donde expresó que los brotes de fascismo instan al odio, violencia y amenazan los procesos democráticos de los pueblos.

Torres fue dirigente del movimiento estudiantil en la Universidad de El Salvador (UES), se integró al FMLN en 2005. Desde su juventud, ha desarrollado distintas responsabilidades políticas en el partido de izquierda, como directivo municipal, departamental, nacional, miembro de la CP y actualmente miembro del Consejo Nacional y secretario departamental de Morazán.

-Usted ha participado en el congreso contra el fascismo, ¿cuál es la valoración que tiene?

El FMLN participó de esta importante convocatoria, un encuentro necesario de trascendencia histórica para los momentos de América Latina, y los procesos de transformación que se están gestando en el mundo.

Es sumamente importante, estratégico y urgente que los pueblos del mundo reflexionemos sobre las amenazas que acechan, a partir de las posibilidades de surgimiento de brotes de fascismo y otras conductas similares, que convocan a la violencia, robarle la paz, libertad y autodeterminación a los pueblos de América Latina.

Considero que el congreso es oportuno para convocar a la unidad de los pueblos, la organización permanente de un frente común, de lucha y resistencia contra el fascismo, el imperialismo y todas sus formas de expresión, que pretenden arrebatar la posibilidad de construir procesos democráticos de transformación y autodeterminación en los pueblos.

-¿Qué lecciones saca sobre lo que está viviendo El Salvador?

En este momento El Salvador es una realidad común en América Latina, hay desafíos enormes con respecto a defender los principios democráticos de libertades políticas, económicas y sociales, que son acechadas y amenazadas por conductas autoritarias, que pretenden criminalizar las luchas populares de los movimientos sociales en América Latina, al igual que en El Salvador.

Este congreso convoca a los salvadoreños a ampliar las reflexiones sobre las amenazas que acechan en el continente, porque no somos una isla, estamos conectados con toda esa dinámica global y continental. Como país se puede contribuir muchísimo a la construcción de ese frente común de lucha contra las posibilidades de surgimiento o los brotes de fascismo en el continente.

-Una palabra que se escuchó de forma repetitiva fue el tema de la unidad, ¿cómo lo ve y qué hay que hacer para que haya unidad? 

De toda esa fuerza progresistas es necesario poner por delante los intereses consagrados de los pueblos, y convocar a todos los dirigentes de movimientos sociales y populares, dirigentes de los partidos políticos de los pueblos, y de todas las comunidades, a una profunda reflexión sobre la necesidad de deponer los intereses o visiones particulares. Para abrazar proyectos que sean colectivos, capaces de empujar transformaciones, movilización nacionales y regionales que permitan ser efectivos en la lucha contra toda forma de expresión de odio, que se pretende construir entre los pueblos, comunidades, entre las familias y amenazan con robar la paz en la región.

-Este congreso y su resultado, ¿llegó tarde o es en el momento oportuno?

Es oportuno para replantearnos, reorganizarnos y reimpulsarnos en la recuperación de los procesos de transformación profunda que necesitan los países en el continente, y obviamente El Salvador no es la excepción.

Esta convocatoria es el momento oportuno de reflexión, un llamado a la organización, acción permanente de la defensa de los procesos de autodeterminación y transformación.

¿Cuál cree que debe ser el segundo paso o la segunda fase?

Después del llamamiento y la resolución a construir la internacional antifascista, lo importante será darle vida estructural sistemática de seguimiento desde las diferentes comisiones de trabajo, que se puedan crear desde este espacio internacional.

Por supuesto desarrollar una actividad permanente de reflexión, debate y de diálogo con los pueblos en cada uno de los países; es decir, darle vida práctica, ir más allá de un planteamiento teórico en un foro internacional, sino traducirlo en organización y en movilización de conciencia prácticas en el territorio.

-Por sus principios antiimperialistas, democráticos, revolucionarios y socialista, ¿cómo ve lo que debe hacerse?

Es un llamado a reafirmar el compromiso contra el imperialismo y toda forma de dominación contra toda forma de explotación del hombre por el hombre. El FMLN es una organización de larga data de lucha, que precisamente combate todas esas formas de expresión de odio contra los pueblos.

El FMLN por su trayectoria podrá contribuir muchísimo en este espacio, en este frente internacional de lucha contra el fascismo, imperialismo y todas esas formas de expresiones de odio que se pretenden generar por los grupos más reaccionarios de la derecha en el mundo y en el continente.

-¿Cuántos conformaban la delegación del FMLN en este congreso?

Era una delegación institucional del FMLN de ocho, pero la participación de salvadoreños alcanzó un grupo de más de 20 personas, que reunía no sólo dirigentes del partido, sino también dirigentes del movimiento popular de El Salvador, académico, intelectuales, y luchadores históricos que siguen contribuyendo en la construcción permanente del movimiento social en El Salvador.