Haremos un recorrido, llegando a los orígenes de la organización del pueblo, de la Revolución de El Salvador.
“Entre 1923 y 1924 ya cuando fungía como presidente de la república Alfonso Quiñones Molina, quien para tratar de mantener en un puño de hierro al pueblo implantó ininterrumpidamente el estado de sitio (osea la suspensión de los derechos y garantías democráticos escritos en la Constitución), durante los cuatro años de su periodo (1ro. de marzo de 1923 a 28 de febrero de 1927), en el marco de una amplia movilización de masas urbanas y rurales se formaron los primeros sindicatos de trabajadores sin que hubiesen disposiciones legales al respecto. Este paso fue un inapreciable avance de alto sin significado en la lucha social, puesto que significó que los trabajadores salvadoreños, sin esperar del Estado la emisión de leyes, conquistaron de hecho la facultad del organizarse en entidades de defensa clasista de nuevo tipo. No esperaron, pues, a que el mapa jurídico les cayera del cielo estatal.
El 21 de septiembre de 1924 se fundó la Federación Regional de Trabajadores de El Salvador (FRTS), con funciones de central sindical única. Con “la Regional”, como abreviadamente la denominada el pueblo, la clase obrera conquistaba también en la práctica y de hecho su derecho a organizarse en forma federativa y confederativa.”
Arias, Gómez. (2010). Farabundo Martí. 1° edición. Editorial Ocean Sur. México. Páginas 36-37
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