El oficialismo con careta de populismo seudo izquierdista y de supuestamente presentar “nuevas ideas” demuestra con creces desde antes de la llegada a ocupar el inquilinato en Casa Presidencial y el control en todos las instancias de poder en El Salvador, de ser la máxima expresión contra los derechos de las mujeres. El gobierno actual de cuyo nombre mejor ni hablar ya que basta con decir que es misógeno, de corte dictatorial y recalcitrante en lo que a los intereses del pueblo se refiere.
Este mismo gobierno utiliza la versión escuadronera del chantaje, difamación persecución, encarcelamiento, rotunda negación de los derechos y libertades ciudadanas.
Ese y es este gobierno misógeno de color celeste con lenguaje de odio, incitación a la violencia es quien tira la piedra y esconde la mano culpando a otros. Como es el caso de todo misógeno demuestra con sus actitudes que hasta los pantalones le quedan grandes.