Conmemoramos el nefasto aniversario de la destrucción del primer gobierno socialista de Chile, presidido por el médico revolucionario Salvador Allende, que fue sistemáticamente destruido por la CIA y el imperialismo norteamericano, el denominado gendarme del mundo ,el golpe de Estado ejecutado por una alianza estratégica de las oligarquías nacionales y las corporaciones transnacionales, los partidos políticos de derecha, cuya cabeza visible fue Eduardo Frei de la Democracia Cristiana y el fantoche militar de Pinochet, que cometió crímenes y delitos de lesa humanidad, dictadura cívico-militar sangrienta que marcó un periodo con numerosas violaciones de los derechos humanos, miles de desaparecidos, y ejecutados, uno de ellos el emblemático cantautor, músico y compositor Víctor Jara, el Estadio Nacional de Santiago, grabado en la memoria e historia más nefasta de Chile.
Hubo mucha influencia de los manuales del terrorismo de Estado, desestabilización y destrucción de gobiernos progresistas por la CIA y la USAID.Todo comenzó con el paro de los transportistas, que provocó el encarecimiento de productos alimenticios básicos de primera necesidad, el gas y combustibles, sumado el orquestamiento falaz y cómplice de El Mercurio, medio de prensa, que se encargó de agitar las banderas , tanques y fusiles que destruyeron la democracia.
Vino el bombardeo al Palacio de La Moneda y posteriormente los grandes titulares de la prensa corporativa empezaron a diseminar sandeces y mentiras.
En efecto el presidente Allende, jamás estuvo dispuesto a renunciar, como fue la pretensión de los momios y militares que se tomaron por asalto y bombardeo La Moneda.
La CIA cometió el magnicidio de Allende, que tuvo en su plan de gobierno la construcción de las alamedas de hombres y mujeres libres, solidarios/as, internacionalistas y antiimperialistas.
Un Chile, con justicia social, con conquista de derechos.
Ergo, jamás Allende iba a claudicar y peor traicionar la voluntad soberana del pueblo chileno expresada en las urnas, que tenía un fin en mente la transformación radical, la construcción del poder popular, el que empezaba a roturar la injusticia e inequidad, diseminada por gobiernos oligárquicos. Todo se truncó, vino una salvaje represión sangrienta con crímenes y asesinatos, miles de desaparecidos/as, torturas, desapariciones forzadas, cientos y miles de hombres y mujeres, debieron salir al exilio.
Pinochet tomó por asalto el poder, apoyado por el gobierno federal norteamericano y la CIA, implementando una dictadura cívico-militar del miedo y exterminio, una policía de carabineros, y militares profundamente represivos, que veían en el pueblo a un potencial enemigo comunista, el que debía ser exterminado o encarcelado, así como los miembros de la Unidad Popular.
En efecto, Santiago se convirtió en la columna vertebral del Plan Cóndor que tuvo su repercusión y perversos impactos en el Cono Sur, Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil, Ecuador( dictablanda con Rodríguez Lara), Colombia( a pesar de tener un gobierno constitucional, pero fue de una ideología de extrema derecha, que reprimía al pueblo colombiano). En plena acción y ejecución dictaduras genocidas con militares en el poder ; en donde todo era para ellos, empobrecimiento, represión y miseria para el pueblo.
Las lógicas y dialécticas de subversión política ideológica de Estados Unidos de Norteamérica, entraron en operaciones , así como sus doctrinas y manuales de represión, estaban extirpado extremistas comunistas, terroristas, que no eran parte del orden y establecimiento.
Pinochet en el poder, se inauguró en La Moneda con la represión y el surgimiento del neoliberalismo, que le permitió construir una Constitución eminentemente entregada a las corporaciones y transnacionales y gobiernos que han rayado en la recurrente impunidad, con una sistemática y recurrente violación de los derechos humanos.
En un abrir y cerrar de ojos Chile se convirtió aparentemente en el modelo neoliberal exitoso, pero todo fue un mero y ficcionario espejismo, creció y se maximizó la ganancia corporativa, empresarial, del capital financiero, sistemáticamente se encarecieron y precarizaron las condiciones de vida del pueblo chileno, la represión no bajó jamás su recurrente violación a los derechos humanos.
Augusto Pinochet en 1998,fue procesado en España, por delitos de genocidio, terrorismo y tortura, en virtud del sistema de justicia universal.
Detenido en Londres, logró evitar su extradición a Chile por motivos de salud, aunque finalmente se libró de ser juzgado.
Empero, queda en la Comunidad Internacional el reproche de estos graves delitos.
Aun está presente en la memoria del pueblo la DINA, el centro y enclave de represión, tortura y exterminio, creada por la dictadura de las Fuerzas Armadas chilenas
Vinieron gobiernos consecutivos, que han (des)gobernado con la misma Constitución de Pinochet y un velo de impunidad, que ha ocultado los crímenes y delitos de lesa humanidad. La crisis fue ocultada por décadas, que terminó destapando el fracaso del experimento neoliberal, la indignación popular creció, los intentos de un keynesianismo social, no lograron erradicar los altos indicadores de empobrecimiento socioeconómico, político pisoteo a los derechos fundamentales, aumentaron las brechas sociales de desigualdad.
Chile se fue hundiendo en el pantano de una inmensa deuda externa y el Estado completamente achicado y desinstirucionalizando empezó a privatizar la salud, la educación , vino la flexibilización laboral y cada vez más la canasta familiar se volvió inalcanzable para el pueblo.
En el 2019 llegó la revuelta popular, que el filofascista régimen de Piñera quitó ojos, asesinó, persiguió, torturó cometió desapariciones, violaciones sexuales a mujeres y encarceló .
No fue el aumento de pasajes en el metro, el que activó las alarmas de los y lxs estudiantes chilenas y chilenxs, sino varias décadas de neoliberalismo acumulado que no sólo reprimía al pueblo con regímenes de corte filofascista, que ocultaron la delitos de la sangrienta dictadura pinochetista, que han continuado reprimiendo y precarizando las condiciones de vida de la gente.
El milagro neoliberal destapó sus cloacas mortecinas de injusticias.
Vinieron muchas jornadas de rebeldía , de protesta social, los cabros se tomaron las calles, pero la represión no pudo frenar a la organización social y popular, a las madres que activaron la olla alimenticia comunitaria, a las mujeres y minorías sexogenéricas, diversas, diferentes, al originario pueblo Mapuche, que levantó su bandera, históricamente violados sus derechos, usurpados sus territorios.
La fuerte represión del régimen de Sebastián Piñera, con sus carabineros y militares, entrenados para la guerra y combatir al enemigo permanente el pueblo, no pudieron frenar la resistencia social , han terminado llenando de indignación a la Comunidad Internacional.
En proceso de investigación, de indagación se encuentran las terribles violaciones a los DD.HH.
No nos sorprende que la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, la expresidenta Michel Bachelet, haya invisibilizando estas macabras violaciones , que pretende seguramente que queden en la impunidad.
El movimiento de pobladoras y pobladorxs, continúa en resistencia para que no rayen en la impunidad y el olvido estos 48 años.
Otro Chile es viable, “obediencia jamás, rebeldía si”.
Rezan algunas frases en los murales naturales que tiene el pueblo ,como son las paredes y pasos a desnivel en puentes peatonales y viales de Chile, “no fueron treinta pesos, sino más de treinta años de neoliberalismo y 48 de impunidad.
Hoy en el seno de una Asamblea Constituyente, misma que está en pleno proceso de construcción de una Nueva Constitución que estamos seguros va sepultar, el mamotreto de Constitución pinochetista, la que evidencia miles de desaparecidos y el sangriento golpe de Estado de Chile de 1973.
Es urgente y necesario reparar derechos violados, con verdad y justicia, para que nunca más vuelvan las dictaduras cívico-militares. Porque Chile tiene el legítimo derecho de vivir con justicia social, y una Nueva Constitución garantista de derechos para todas y todxs.
El legado y ejemplo de Salvador Allende, está vivo y sigue vigente , porque esta vez, le toca al pueblo construir un Chile plurinacional, intercultural, multilingüe, para que entierre las nefastas estructuras dictatoriales y del neoliberalismo, del pinochetismo, que deja profundas improntas de represión, crímenes y delitos de lesa humanidad, que desmantele el aparato represivo enquistado en la policía de carabineros y los militares entrenados por EE.UU y el Mossad sionista, así como la CIA.
Ni perdón , ni olvido a los 48 años del golpe cívico- militar, todavía siguen invisibilizadas las miles de víctimas .
No a la impunidad desde 1990 en donde las máscaras de regímenes encubiertos en el paraguas de la democracia han perpetuado los crímenes y delitos de lesa humanidad.
Porque Chile tiene memoria, las ejecutadas y ejecutados, no solo tienen nombre, sino dignidad, porque la lucha continúa, por las demandas sociales e históricas de las sociedades originarias.
Resistencia, memoria, reparación a las familias de las víctimas. Jamás hay que bajar los brazos, el deber convoca y llama ha seguir levantando las voces como el único camino, para construir un Chile para todas y todxs.
Hoy la Asamblea Constituyente, está presidida por una gran mujer mapuche Elisa Loncon y a través de ella de su voz ,las voces de los pueblos originarios, están presentes.
¡Allende vive la lucha sigue!.
Luis Ernesto Guerra.
11/09/21.