Sin pretensiones bibliográficas y alejada de cualquier alabanza que pudiera remitir a la idea napoleónica de glorificar a los grandes militares de batalla, la edición especial de la revista Verde Olivo, en sentido homenaje al cumpleaños 90 del General de Ejército Raúl Castro Ruz, busca, ante todo, acerarnos a ese ser humano, de carne y hueso que, por mérito propio, ha grabado su nombre en la historia patria.
Sin pretensiones bibliográficas –imposible hacerlo en apenas 94 páginas– y alejada de cualquier alabanza que pudiera remitir a la idea napoleónica de glorificar a los grandes militares de batalla, la edición especial de la revista Verde Olivo, en sentido homenaje al cumpleaños 90 del General de Ejército Raúl Castro Ruz, busca, ante todo, acerarnos a ese ser humano, de carne y hueso que, por mérito propio, ha grabado su nombre en la historia patria.
Aun cuando pudiera ser patrimonio justificado, esta edición monotemática no pretende enaltecer al hombre ni sus hazañas, sino adentrarnos, desde diferentes géneros periodísticos y aristas de su vida, a la dimensión humana de Raúl, a los valores de un héroe de nuestro pueblo, comentó a Granma el coronel Rigoberto Santiesteban Reina, director de la Casa Editorial Verde Olivo.
Al hacer este 3 de junio la presentación oficial de la publicación, resaltó que el simbolismo se multiplica y «nos llena aún más de orgullo, pues nosotros, los oficiales de las Fuerzas Armadas, somos también resultado de esas enseñanzas, de esa inconformidad, de ese sentido de pertenencia a la ética y a la perseverancia que Raúl nos inculcó».
Se trata de una edición, más que especial, sublime, que conduce con naturalidad al lector a través de diferentes ensayos históricos, crónicas, entrevistas, artículos…, la mayoría de ellos inéditos.
En cada página, en cada imagen, se redescubre la esencia no solo del guerrillero que estuvo en el asalto al cuartel Moncada, en el exilio, en el Granma, en la Sierra, ni solo del General que piensa y trabaja incansablemente por un país mejor, sino del hombre que en respuesta a la carta de Daylin, una niña a quien la naturaleza no le dio brazos, acude solícito ante la petición de asistir a su fiesta de 15 años, en la escuela Solidaridad con Panamá.
Pero no se trata de un Raúl diferente, sino del mismo que casi siempre vemos en su uniforme militar, y que vuelve, una y otra vez, a los niños, buscando las esencias de la nación, como bien apuntó en el encuentro la periodista Leticia Martínez Hernández, que es también una de las autoras en esta publicación de Verde Olivo.
Mediante la pluma de otros periodistas, intelectuales y escritores que colaboraron con la publicación, encontramos también remembranzas que nos aproximan al «último mambí», a veces desde lo personal, en otras ocasiones desde el acercamiento a través de la historia.
De gran significado resulta, por ejemplo, el nexo indisoluble entre Fidel y Raúl como hermanos del alma, y que el académico y doctor en Ciencias Elier Ramírez Cañedo plasma en papel al referirse a ese vínculo espiritual tan intenso.
Se trata, dijo, de una conexión que va más allá de la sangre común, del cariño, de la admiración y del respeto, pues tiene que ver con la manera en que esos dos seres abrazaron la causa revolucionaria, compartieron juntos los peligros y sacrificios, enfrentaron y superaron todo tipo de obstáculos, y quedaron aún más unidos no solo entre ellos, sino en el alma misma de la Patria; de modo que, tal cual sintetizó la periodista Katiuska Blanco, «Raúl es Raúl, pero Fidel también es Raúl, y Raúl es Fidel».
«Ambos heredaron la hidalguía, el respeto, la solidaridad, la honestidad, un grupo de valores que resultaron primordiales para emprender el camino de la victoria grande de un país. Herederos, ambos, de tanta historia, de las mejores ideas; hacedores, como los primeros, de la vanguardia de nuestro pueblo», agregó.
La presentación oficial de esta edición de la revista Verde Olivo, amenizada por el cantautor Raúl Torres y las notas de El último mambí, estuvo presidida por el general de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín, viceministro primero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y por el general de brigada Jesús Manuel Burón Tabit, viceministro del Interior, así como por otros jefes y oficiales de ambas instituciones militares.
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