DATOS BIOGRÁFICOS- SOBRE SU LUCHA, LEGADO TEÓRICO Y PENSAMIENTO REVOLUCIONARIO. 13 de octubre de 1930 -13 de octubre del 2020
Por Domingo Santacruz Castro
MILITANCIA POLÍTICA JUNTO CON SCHAFIK J. HÁNDAL-
INTRODUCCIÓN
Nos conocimos con Schafik en el marco de la represión y los enfrentamientos con los cuerpos de seguridad, que se producían diariamente en nuestro país. Schafik actuaba en política a nombre del Partido Revolucionario Abril y Mayo, PRAM, que era la fachada política abierta del PCS y también de la Asociación General de Estudiantes Universitarios, AGEUS. Varias organizaciones políticas y sociales populares se entremezclaban, como si tratasen de emular en fuerza combativa, al tiempo que cooperaban y coordinaban su representación en el Frente Nacional de Orientación Cívica, FNOC; cada una de las organizaciones procuraba hacer notar que contaban con su propia estructura, dirección política, modalidades de acción, pero un mismo objetivo: derrocar a la dictadura e instaurar un gobierno democrático.Schafik Jorge Hándal Hándal, de origen palestino, era el hijo mayor de Don Jorge Hándal y Doña Erlinda Hándal, ambos originarios de Palestina y emigrados a El Salvador posiblemente a principios de la década de los años 20 del S XX. Con el tiempo nos enteramos de que la familia Hàndal Hàndal, al emigrar de su tierra natal, se dispersó a otros países de Centro y Sur América, particularmente en Honduras, El Salvador y Chile. Una familia bastante numerosa y emparentada con otras, también originarias de Palestina, como los Miguel Miguel, Saca, y otras. El nombre de Schafik lo escuché por primera vez a mediados de 1957 en conversación con la escritora Ana Rosa Ochoa y en el Paraninfo Universitario cuando estuvo funcionando en el viejo edificio, con dos puertas de entrada: una por la quinta avenida Sur y la otra por la séptima avenida sur y la Calle Rubén Darío, donde hoy se encuentra el Hotel Ritz. El año 1959 era políticamente agitado, con movilizaciones casi permanentes. Eran los tiempos de la Dictadura Militar y del Frente Nacional de Orientación Cívica, FNOC, que se empeñó en derrocarla; en ese tiempo estaba representada por el coronel José María Lemus.
Los discursos de Schafik, de Raúl Castellanos y de otros dirigentes políticos del amplio movimiento popular daban la pauta sobre las orientaciones que debían seguirse. De esa manera surgían sin saber de dónde, los volantes, las octavillas, los manifiestos y otras novedosas publicaciones que llegaban a un pueblo en lucha sediento de cambios y orientación claras. Quienes conocían a Schafik y a los otros cuadros políticos de trayectoria revolucionaria y democrática, no se confundían frente a tantos discursos con sesgos particulares que poco caso hacíamos quienes nos iniciábamos en recorrer el camino de la lucha popular.
En esa dinámica de las masas, especialmente de los estudiantes universitarios, AGEUS, la Confederación General de Trabajadores Salvadoreños, CGTS y del Partido Revolucionario Abril y Mayo, PRAM, emergían como las principales fuerzas en volumen y combatividad, medidos a partir de los discursos de Schafik y de los principales dirigentes de dichas organizaciones, de dimensionar el peso orgánico y político de su estructura social. Los jóvenes de la Asociación Cinco de Noviembre de reciente formación y otros clubs juveniles pasaron a formar Vanguardia de la Juventud Salvadoreña, VJS, a finales de 1960, quien coordinaba con la Federación de Estudiantes de Educación Media, UNEM, buscaba mostrar sus músculos políticos desarrollados en esos años.
Los discursos de las organizaciones populares coincidían en el contenido revolucionario, de apoyo a la Revolución Cubana, de ataque frontal a la dictadura militar, a la oligarquía y al imperialismo norteamericano. Hasta los representantes del Partido Radical Democrático, PRD y del Partido de Acción Renovadora, PAR, ambos de tendencia democrática, se vinculaban al planteamiento político antiimperialista para aprovechar el calor humano y ganarse los aplausos de las masas allí concentradas. Por parte de estos últimos se escuchaban sendos planteamientos antidictadura, anti oligárquicos del Dr. José María Méndez, del Doctor Salvador Merlos y algo del coronel José Ascencio Menéndez, profesionales progresistas que coincidían en denunciar y desenmascarar los abusos de poder de la dictadura, al tiempo que propugnaban por un régimen democrático, como alternativa.
Schafik, recién había cumplido 3 años de su regreso del exilio desde Chile, 1952-56, por la decisión del gobierno de Lemus de otorgar la amnistía general. Como todo un militante revolucionario, lo primero que hizo Schafik, fue incorporarse al Partido Comunista, PCS, que continuaba la lucha en la total clandestinidad. De hecho, Schafik nunca dejó de participar y activar en las filas revolucionarias, ni en El Salvador, ni en Chile. A su llegada a Chile, durante el exilio, se incorporó y militó en las filas del Partido Comunista de Chile, PCCH, en donde ocupó cargos de dirección intermedia, hasta su regreso a El Salvador en diciembre de 1956. Por ello no es casual que haya contactado primero al PCS, del cual seguía siendo miembro militante, y luego su incorporación en la Facultad de Derecho de la Universidad de El Salvador. Al principio, por desconocimiento o por los comentarios incorrectos que escuchaba, de personas no bien informadas, me formé la idea de que Schafik, seguía siendo un estudiante universitario que demoraba su graduación para seguir figurando como el dirigente de la Asociación General de Estudiantes Universitarios de El Salvador. La reacción también difundía la especie de que eran malos estudiantes, porque había otros compañeros como Jorge Arias Gómez, Roberto Castellanos Calvo, de mayor edad que Schafik, que, debido a la persecución policial y a las expulsiones del país, se vieron obligados a interrumpir los estudios varias veces. Sin embargo, ni Schafik ni los otros compañeros se molestaban que les llamaran como Bachiller tal o cual. Esa era la vida de las y los estudiantes universitarios luchadores sociales. Pasaron los años y Schafik nunca se graduó de Abogado. La vida de Schafik, desenvuelta en un dinámico proceso de combinación del estudio, de tratar de dominar elementos importantes del conocimiento de las ciencias y sus leyes, y su determinación de aplicar creadoramente esos conocimientos en una práctica cotidiana, con todas sus contradicciones; eso le permitió avanzar y adquirir una rica experiencia que fue desarrollando con mucha disciplina y dedicación; a lo largo de su vida revolucionaria pudo enfrentar grandes exigencias de cada uno de los períodos históricos de la lucha. Nunca descuidó la necesidad de tener dominio de las ciencias socioeconómicas, históricas, políticas, culturales; nunca se aferró a las recetas ni a defender ideas surgidas de manuales elaborados desde los escritorios. Le puso mucha atención a la necesidad de ser profundamente crítico frente las teorías de moda y ciertas prácticas alimentadas desde un enfoque unilateral carente de objetividad.
Su militancia en Chile permitió a Schafik realizar un importante estudio de las Obras clásicas de los teóricos del marxismo. Su regreso al país coincide con tiempos de mucha efervescencia política, especialmente dos años después, con el triunfo de la Revolución Cubana, el 01 de enero de 1959. Por decisión del Comité Central del PCS, Schafik fue elegido ese mismo año, como miembro pleno del mismo Comité Central y promovido como Secretario General del Comité Departamental del PCS en el Departamento de San Salvador. Es decir, Schafik se ganó el derecho a ser parte de la Dirección Nacional del PCS y con funciones de dirigir el Partido en la Capital, el centro neurálgico de la lucha política del país.
Schafik tuvo una breve pero activa militancia en el PRAM, y dando apoyo a varios intelectuales y profesionales progresistas que organizaban el Partido Radical Democrático, PRD, lo mismo que a los amigos del Partido de Acción Renovadora, PAR, y otras organizaciones progresistas de la Juventud, de los Estudiantes Universitarios, las mujeres, el magisterio; Schafik y varios cuadros de la Dirección del PCS se incorporan en casi todas ellas, pues era necesario aglutinarlas todas en torno del Frente Nacional de Orientación Cívica, FNOC, para encausar toda la energía popular organizada y no organizada en todo el país, especialmente las políticas, gremiales y sindicales, y enfilarlas contra la dictadura. Raúl Castellanos con 6 años mayor en edad, con experiencia adquirida en las luchas estudiantiles de 1944, en el Comité Estudiantil Universitario que condujo la Huelga General Política de Brazos Caídos que derrocó al dictador Maximiliano Hernández Martínez, constituyó un factor de soporte político ideológico sólido para la formación del mismo Schafik. Esos hechos y muchos otros que se sucedieron en el transcurso de los años, en más de una ocasión fue parte de los comentarios que tuvimos con Schafik cuando compartíamos los recuerdos sobre la larga lucha que nos tocó vivir juntos por 46 años.
Después de la caída de Lemus el 26 de octubre de 1960, y durante el breve gobierno de la Junta Cívico Militar, que apenas tuvo una duración de 3 meses, encontramos a Schafik en un proceso de preparación y formación de cuadros para ganarlos al desarrollo de la organización política de masas, y desde luego, en el fortalecimiento de la fuerza política del PCS. Él y Raúl Castellanos, pero también respaldados por otros cuadros más o menos de la misma generación, fueron madurando la idea de legalizar y fortalecer al PRAM como instrumento político abierto y legal, utilizable para atraer a sus filas al resto de las organizaciones gremiales, sindicales y políticas. En varias ocasiones escuché, tanto en Raúl Castellanos como en Schafik, la idea de crear un movimiento político que avanzara en el dominio de la lucha armada, comenzando por los niveles de la Autodefensa Activa. Una especie de organización capaz de combinar la acción política de masas con el uso legítimo de la autodefensa armada, miliciana, una fuerza surgida con los elementos más desarrollados políticamente en el seno de las amplias masas populares. Raúl Castellanos y Jorge Arias Gómez coincidían con ese punto de vista, siguiendo los pasos de la Revolución Cubana. En sus intervenciones no públicas, Schafik contaba que había estudiado algunas tesis de algunos teóricos, poco desarrolladas en la izquierda, sobre la necesidad de dominar el arte de la combinación de todas las formas de lucha, que era una de las tesis de Lenin: la lucha política abierta en todas sus expresiones; la lucha reivindicativa económica como forma de hacer avanzar los niveles de la experiencia de las masas, pero también la lucha ideológica, necesaria para defender los intereses populares y enfrentar la ideología patronal, burguesa e imperialista. Pero aún con este enfoque, decía, no es suficiente si no logramos dominar el arte de combinarlas en el terreno, en los tiempos y, sobre todo, al surgir la necesidad de hacer uso de la forma superior de la misma lucha política por otros medios: la lucha armada.
Estas ideas también eran expuestas por Raúl Castellanos Figueroa. Ambos se dieron a la tarea de promover la creación de un instrumento político abierto para que pudiera actuar en el terreno abierto y representar a las masas orientadas por el PCS, para desarrollar la organización, la movilización y la conciencia política. Ese instrumento debía ser el PRAM.
Muchas veces vi a Schafik haciendo y perfeccionando sus esquemas didácticos para explicar y conseguir apoyo en la Juventud y en los Estudiantes Universitarios, en donde en más de una ocasión lo vi enfrentarse a polémicas fogosas, pero logrando convencer a muchos a dar los pasos a organizarse con esa visión.
La Dictadura Militar interrumpió temporalmente este interesante proceso de debates y de acción al dar el Golpe del Directorio Militar, el 25 de enero de 1961, pero no logró impedir que surgieron las bases de las Columnas que darían vida y fuerza al futuro y cercano Frente Unido de Acción Revolucionaria, FUAR.
EL FRENTE NACIONAL DE ORIENTACIÓN CÍVICA, FNOC, 1959-60.
El victorioso triunfo de la Revolución Cubana mediante la combinación de la lucha armada con la lucha política, contando con una amplia y fuerte alianza política de masas; además, con un vigoroso liderazgo del comandante Fidel Castro Ruz, se unieron las ideas básicas y la motivación surgida del flujo revolucionario de las masas populares que pasaron a ser su máxima expresión.
En El Salvador, existían grupos de poder en aquellos tiempos enfrentados a contradicciones políticas internas que dificultaban manejar la crisis política nacional. Lo mismo que las existentes en Cuba, que contribuyeron al triunfo de la Revolución Cubana. Por ello a los pocos meses aparecieron las noticias sobre planes imperialistas de invadir a Cuba revolucionaria, que se unieron a las condiciones revolucionarias de Indochina, especialmente de Viet Nam, que fueron aprovechados por las fuerzas políticas salvadoreñas para el surgimiento del FNOC.
Era evidente que el ambiente de la crisis social, económica y política en nuestro país, provocaron la maduración acelerada de una situación revolucionaria. Todas las organizaciones motivadas por la lucha antiimperialista, golpeadas y perseguidas por la dictadura militar, fueron reforzadas con gente decidida a la lucha política en su contra, pues lo único que ofrecía era garrote, represión, tortura y exilio.
Varios profesionales, dirigentes populares y la mayoría comunistas eran perseguidos día y noche. A mediados de 1960 fuimos sorprendidos con la noticia de que Schafik Jorge Hándal había sido capturado, desaparecido y posiblemente torturado. Su vida corría peligro. Días después supimos que él y otros compañeros habían sido expulsados del país, con destino a Guatemala. El FNOC y cada una de las organizaciones que lo integraban, cerró filas para enfrentar la escalada represiva de la dictadura militar. Los estudiantes universitarios encabezaron nutridas y combativas movilizaciones de masas. Tronaban los discursos de barricadas revolucionarias presentes en el Paraninfo Universitario. La Policía Nacional, en su afán de parar al estudiantado asaltar el recinto universitario, arremete contra el Paraninfo y también contra el Colegio de secundaria para Señoritas “Pío XII”, ubicado contiguo al local universitario. Fue todo un escándalo. Muchas jóvenes adolescentes fueron abusadas de forma cruel por los agentes policiales. Algunas maestras también sufrieron ese salvaje atropello, que conmovió a la comunidad religiosa y popular en general. Un estudiante universitario fue brutalmente asesinado durante el asalto policial a principios de septiembre de 1960, uno de los estudiantes era de apellido Esquivel Salguero.
Los resultados del asalto policial desembocaron en una mayor y combativa respuesta popular, que no se detuvo desde el mes de septiembre. La tarea del FNOC de aislar, debilitar y derrotar a la dictadura de José María Lemus estaba dando buenos resultados. El 30 de octubre de 1960, el pueblo salvadoreño amaneció con la importante noticia sobre la caída del tirano, el coronel José María Lemus. La noticia fue generadora de mucho entusiasmo por la victoria popular.Pero, quienes ya andábamos organizados, sabíamos que la sustitución del coronel Lemus no garantizaba que el FNOC contara con la fuerza suficiente para pasar formar gobierno y menos el que el proceso necesitaba. Yo estaba muy joven, sin experiencia y sin los canales apropiados para indagar sobre el tema y garantizar la mejor alternativa.
Sobre la marcha aparecieron los integrantes de La Junta Cívico Militar, integrada por el teniente coronel Miguel Ángel Castillo, coronel César Yanes Urías y mayor Rubén Alonso Rosales; los civiles eran Dres. Fabio Castillo Figueroa, René Fortín Magaña y Ricardo Falla Cáceres. Nuestro Schafik, sabíamos que a finales de julio había sido expulsado a Guatemala, pero apenas se enteró del golpe de Estado salió urgentemente hacia el país.
Schafik y otros compañeros, entre los cuales, además de Raúl Castellanos Figueroa, Roberto Castellanos Calvo y Jorge Arias Gómez, aparecieron Raúl Padilla Vela, varios dirigentes universitarios y trabajadores de la CGTS, todas ellas miembros del FNOC convocaron al pueblo a realizar una movilización de respaldo y emplazamiento de la Junta de Gobierno, la cual salió del parque libertad hasta Casa Presidencial en San Jacinto. Schafik fue uno de los principales oradores de la tribuna colocada frente a Casa Presidencial. La movilización fue numerosa y combativa y estuvo acompañada por la Radio YSEB, la voz de Latinoamérica, manejada por el locutor Raúl Monzón y respaldada por Radio Reloj y otras, que crearon un ambiente a favor de la importante jornada. Recuerdo que inmediatamente después de haberse reincorporado al país, Schafik fue uno de los cuadros políticos revolucionarios más activos en la organización, que contribuyó a la formación y movilización del PRAM. Raúl Padilla Vela, Tirso Canales, Roberto Carias Delgado, Gabriel Gallegos Valdez, Pedro Mancía Cerritos, Mario Salazar Valiente y otros, se pusieron al frente. Schafik, uno de los oradores centrales, pidió el apoyo a la Junta, bajo ciertas condiciones, las cuales las expuso en el instante.
Recuerdo a Schafik y a otros dirigentes del PRAM, afanados en la organización de recogidas de firmas para la legalización del PRAM. La militancia del PCS y del movimiento social se sumaron al esfuerzo, con mítines relámpagos en muchas ciudades del país. La CGTS fue una activa fuerza de apoyo, lo mismo la VJS, Fraternidad de Mujeres Salvadoreñas y AGEUS. Las 3000 firmas fueron recogidas y presentadas al Consejo Central de Elecciones, pero no hubo resultado a favor.
El movimiento social se movió con iniciativas presentadas a los ministerios respectivos, iniciativas que fueron respaldadas por movilizaciones políticas, pero las propuestas quedaron sin respuesta. De este ambiente pasivo de la Junta fue elevándose el poder de movilización popular, hasta que apareció el Golpe Militar del Directorio del 25 de enero de 1961 y con él, la reanudación de la dictadura militar, la persecución y la represión política generalizada ya acostumbrada por muchos años contra el movimiento revolucionario y democrático en general.
LA CREACIÓN DEL FUAR, EL FRENTE UNIDO DE ACCIÓN REVOLUCIONARIA
Según testimonios recibidos en esos días, el Comité Central del PCS, con sus dirigentes y activistas perseguidos después del golpe militar del Directorio, tomó la decisión de convocar a reunión ampliada a finales de febrero de 1961 para analizar la situación creada y tomar las decisiones pertinentes. A esas alturas, durante varias semanas algunos dirigentes del PCS, venían debatiendo la idea de organizar un Movimiento Político clandestino que trabajara una estrategia revolucionaria con capacidad técnica con las y los mejores elementos destacados en las luchas del FNOC contra Lemus. Esas ideas fueron previamente estructuradas y llevadas al Comité Central Ampliado en dicha reunión. Raúl Castellanos fue el encargado de presentar la propuesta para crear el Frente Unido de Acción Revolucionaria, FUAR. La idea central sorpresivamente fue rechazada por Salvador Cayetano Carpio (Saúl), calificándola como una desviación pequeñoburguesa y militarista, propia de la enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo. Cayetano Carpio acababa de regresar de la Unión Soviética, donde se preparó en la Escuela de Cuadros.
Schafik Hándal, que se había preparado con la necesidad de dar una respuesta político militar salió en defensa de la propuesta de Raúl, alegando y agregando, la necesidad de definir una estrategia de lucha donde se combinaran todas las formas de lucha, incluyendo la lucha armada comenzando desde su nivel de autodefensa activa de masas. La mayoría del Comité Central votó a favor de crear el FUAR y eligió a Schafik como su Coordinador General.
Cayetano Carpio quedó en minoría, pero desde entonces asumió una lucha política e ideológica contra los elementos intelectuales pequeñoburgueses en el Comité Central y la Comisión Política. La propuesta presentada por Raúl Castellanos Figueroa, desarrollada por Schafik y otros compañeros, entre ellos Jorge Arias Gómez, Miguel Mármol, Daniel Castaneda, Virgilio Guerra, Jacinto Castellanos Rivas, y otros cuadros, consistía entre otras ideas, la necesidad de seleccionar a los mejores cuadros activos y leales, probados, de cada una de las organizaciones de masas, para estructurar Grupos de Acción Revolucionarios, GAR, como destacamentos revolucionarios al interior de ellas, estructurando toda esa fuerza organizada en Columnas, y con todas ellas darle forma al FUAR.Desde ese momento vimos a un Schafik orientando, seleccionando y organizando los Grupos Cabezas con los dirigentes de las columnas en cada organización de masas. Ese era el primer paso, luego vendría la organización de los Grupos de Acción Revolucionaria, GAR, que eran los organismos de base.
Como eran varias organizaciones las activas, la labor para organizar y orientar a los Grupos Cabeza duró entre febrero y mayo de 1961. Estos grupos se encararían de organizar a sus respectivos Grupos de Acción Revolucionaria, GAR. Fue un importante trabajo, que demandó mucha entrega y creatividad. Con los Grupos Cabeza se convocó a la Primera Plenaria Nacional para elegir al Comité Ejecutivo Nacional, al Consejo Nacional y algunas Comisiones Nacionales, aunque fuesen incompletas. Así surgieron: La Columna Obrera, de la CGTS; la Columna Estudiantil Universitaria, de AGEUS; la Columna Vanguardia de la Juventud Salvadoreña, VJS; la Columna 9 de Mayo, del PRAM; la Columna Magisterial, de la Federación Magisterial. Posteriormente, en contactos con el Movimiento Revolucionario 2 de Abril, hubo el acuerdo de formar la Columna “MR-2-4”; meses más tarde, la Columna Femenina, de Fraternidad de Mujeres Salvadoreñas. Como he dicho, fue decisión de la Dirección del Partido Comunista, para que Schafik asumiera la coordinación nacional del Frente Unido de Acción Revolucionaria, FUAR, fundado con las y los mejores activistas revolucionarios para enfrentar a la Dictadura Militar. El Comité Central del PCS en medio de fuertes debates políticos internos, había designado a Schafik la tarea de organizar y coordinar el Frente Unido de Acción Revolucionaria, FUAR, el cual se necesitaba inmediatamente después del golpe del Directorio Militar del 25 de enero de 1961, tarea que lo tuvo absorbido desde febrero de 1961 hasta mediados de 1963. La coordinación del FUAR implicaba una actividad muy intensa, cuya planificación debía desarrollarse en la más absoluta clandestinidad, pero su accionar político de masas, sería abierto.
Schafik asumió esa tarea como un desafío, organizar, orientar, movilizar, coordinarlo todo. Orientar la creación de las estructuras de propaganda, las escuelas de formación política, la selección de compañeros para viajar al extranjero a los primeros cursos de formación, la creación de la escuela de formación político militar, etc. El FUAR creció orgánicamente, en los diferentes organismos de dirección política y administrativa figuraron una buena cantidad de cuadros que contribuyeron para convertirlo, rápidamente, en un Movimiento Político combativo, que se extendió a todo el país. Cada Columna organizó su propia estructura y funcionamiento independiente de las otras, lo que permitía contar con una buena capacidad para elaborar, imprimir, distribuir por zonas y regiones y repartir la propaganda de forma ágil y novedosa a la población, todo se hacía clandestinamente.
Schafik era solicitado en todas las Columnas, convirtiéndolo en uno de los principales charlistas en las escuelas sectoriales y en la Escuela Central “UNO DIEZ”, hasta su detección y desmantelamiento en junio de 1962. Todo eso fue logrado en un breve período de un año, 1961-1962. El FUAR adquirió rápidamente una personalidad y un prestigio por su capacidad de organización propia y de masas, y, sobre todo, de movilización combativa. Esa característica del FUAR, extrañamente, en vez de ganar reconocimiento en la Dirección del PCS, que en tan breve tiempo el FUAR había superado la capacidad orgánica y de movilización política en una coyuntura de flujo revolucionario, que debía ser fortalecida y aprovechada por el PC para su propia construcción y desarrollo, pero lamentablemente apareció la especie de celos de liderazgo de Salvador Carpio, que desembocó en críticas contra de Schafik, que bajo la acusación de haber caído en un aventurerismo pequeño burgués, propio de intelectuales pequeño burgueses, logró después de dos años, la separación de Schafik del Comité Ejecutivo Nacional.
Las diferencias de Salvador Cayetano Carpio con Schafik y Raúl Castellanos fueron avanzando en el Comité Central y en la Comisión Política, en un ambiente político con la Oligarquía y el imperialismo norteamericano, lo que condujo a la separación de sus responsabilidades en el FUAR por decisión de la Comisión Política del PCS. Lamentablemente, el conflicto no fue bajado a las bases del FUAR ni del PCS, los debates se mantuvieron en la dirección. En las direcciones de las columnas, al menos en algunas, se sabía de las ideas de Carpio, que no le agradaba de que el FUAR arrastrara al PCS y al débil movimiento sindical a una aventura político militar, desde luego, tampoco que alguien como Schafik, un intelectual pequeño burgués, estuviese al frente de un movimiento con tanto prestigio en esos momentos.
Schafik cumplió la decisión de la Comisión Política, salió del FUAR y pasó a ocupar otro cargo en el Comité Central, específicamente al frente de la Comisión Nacional de Educación Política. Desde esta nueva responsabilidad, Schafik puso su enorme capacidad y creatividad para la formación de cuadros, en la creación de un equipo de investigación para estudiar la realidad histórica salvadoreña, sobre los antecedentes de la formación del Modo de Producción, la evolución de la organización del Estado, sus clases sociales, sobre el régimen de tenencia de la tierra, con cuya información completó la formulación, del Programa Agrario, que ya antes, en Mayo de 1962 había iniciado con la Plataforma Programática del FUAR. Por ello, sin ninguna duda, Schafik fue el autor del Programa Agrario del PCS quien entre 1960-1962, con la Plataforma Programática del FUAR presentada en la III Plenaria Nacional de éste el 20 de mayo de 1962, el documento completo fue conocido y aprobado en el V Congreso del PCS en abril de 1964.
Yo no era parte del PCS en ese tiempo, y, por tanto, no tuve la oportunidad de participar en una escuela dirigida por Schafik, privándome de conocer en ese tiempo, la visión de la realidad histórica de nuestro país. Todo ello lo supe a finales de los años sesenta, cuando tuve que enfrentarme en debates políticos con muchas limitaciones en materia de conocimientos.
En un período relativamente corto de 1964-71, cuando se puso al frente de las actividades electorales del PAR, PR, UDN- UNO, con breves períodos de aparente apertura política, sin bajar totalmente la guardia, especialmente durante la corta vida del PR, Schafik dejó la clandestinidad, se tomó la calle, como decíamos en ese tiempo, tuvo una vida política abierta que lo llevó a los diferentes rincones del país. La escalada fascista de la Dictadura y particularmente después del fraude electoral de 1972, Schafik vuelve nuevamente a la clandestinidad para defenderse de la sistemática persecución fascista de la década de los años 70, la cual se prolonga durante los años 80, pasando por la guerra popular hasta la firma de los Acuerdos de Paz el 16 de Enero de 1992.
Durante esos treinta años, Schafik sufrió una feroz persecución policial tan severa, que lo obligó a privaciones difíciles de soportar, como era el total aislamiento respecto a su familia, con sus pequeñas hijas e hijo. El acoso psicológico era algo permanente y debía estar en guardia todo el tiempo. No obstante, las severas medidas de seguridad, difíciles de mantener por la intensidad del trabajo político, Schafik sufrió siete capturas y dos exilios políticos.
ESCUELA POLÍTICA Y MILITAR “UNO DIEZ”
Mientras se desempeñaba como coordinador general del FUAR, Schafik organizó y dirigió la Escuela Político-militar “UNO-DIEZ” desde mediados de 1961 hasta el 5 de junio de 1962. Por esa escuela pasaron casi todas las estructuras de dirección de las Columnas, con excepción de la femenina y del MR-2.4. Años después nos enteramos de algunos detalles sobre las causas de la caída de la Escuela “UNO DIEZ” ubicada en la Calle La Campiña, de la Colonia Panamá. Schafik nos contó su desacuerdo con la Comisión Política por la decisión de juntar la Escuela de Cuadros del PCS con la Escuela de formación Político militar del FUAR. Pero Carpio había insistido en el acuerdo para reducir costos en el pago de los dos locales y, además, alegaba que ambas eran atendidas por los mismos instructores, que no era cierto. Después de los sucesos de la caída de la Escuela, que fueron dos escuelas, se constató que los métodos y criterios de selección y atención de las escuelas eran diferentes. La escuela del PCS era visitada por casi todo el Comité Departamental; la del FUAR solamente la conocían 3 miembros de la Comisión Política. Funcionaba aplicando el principio de compartimentación. Al enemigo le interesaba desarticular la Escuela de Formación Político militar y podía darse el lujo de no tocar la de Cuadros del PCS. Ese elemento lo aportó Augusto Domínguez, un Agente Encubierto de la Policía Nacional, infiltrado en el Comité Departamental del PCS de San Salvador, con el cargo de Secretario Departamental de Propaganda.
Este tipo ya había sido detectado cuando entregó los 5 centros de impresión de la Dirección Departamental algunos meses antes. Carpio lo sabía, la CP había recibido algunas valoraciones y pistas que no procesó en su debido tiempo. Al funcionar las dos Escuelas, lógicamente, el Chele Augusto, como le decían, entró en relación con ella, la entregó, aunque fuera su última misión, porque indudablemente quedaría en evidencia y se quemaría. Schafik fue capturado junto con 18 camaradas, que pasaban el curso, así como los encargados de los centros de impresión. Al día siguiente aparece Schafik en manos de la Policía Nacional, con señales fuertes de haber sido golpeado y torturado.
La Dirección del FUAR y todas las Cabezas de las Columnas cerraron filas para movilizar y desplegar una campaña de agitación al pueblo salvadoreño, que respondió masivamente. Todos los días, desde la captura de los camaradas, se aplicaron las modalidades de los mítines relámpagos, la pinta y pega, combinándolas con las grandes movilizaciones y concentraciones populares frente a la Policía y luego frente a la Penitenciaría Central, a donde habían sido trasladados. Varios vehículos de los cuerpos de seguridad fueron incendiados, los buses fueron detenidos y colocados en forma de barricada; varios miles de militantes y simpatizantes del FUAR aparecieron con Hondillas de hule, con balines o piedras, en una actitud de autodefensa activa para detener las posibles acciones represivas de los cuerpos de seguridad.
Cientos de miles de octavillas, pronunciamientos y afiches, se repartían casa por casa a diferentes horas del día y la noche, exigiendo la libertad de Schafik y el resto de los presos políticos, exigiendo su integridad física.En esos días estaban en marcha los preparativos para la sustitución del presidente de la República. El coronel Julio Adalberto Rivera sería el nuevo dictador, que no tuvo contrincante en las elecciones, porque todos los partidos políticos decidieron retirarse para no ser cómplices de la mascarada fraudulenta electoral. El ambiente político estaba muy agitado y eso preocupaba a la dictadura. En los próximos días sería la toma de posesión del nuevo presidente. Como era de suponer, el régimen deseaba que todo el ambiente social y político estuviera lo más tranquilo posible para dar una imagen de estabilidad. Por eso, toda esa campaña del FUAR, con parlantes y ruidos por todos lados y de forma permanente, con la amenaza de incrementarse persuadió al gobierno a dejar en libertad a los presos políticos. El pueblo que no se retiraba de las puertas de la Penitenciaría, exigiendo la libertad, estalló en júbilo y gritos de victoria cuando los presos salen de la cárcel. Espontáneamente levantan a sus hombros a Schafik y desde ese lugar marcharon hasta la Plaza Libertad para celebrar la victoria popular.
LA PLATAFORMA PROGRAMÁTICA DEL FUAR EN LA III PLENARIA NACIONAL
La dinámica impresa por Schafik a cada una de las Columnas y al FUAR en aquellos meses de mucha actividad social y política contribuyeron enormemente a elevar la figura del coordinador general. Haber discutido y aprobado la Plataforma programática en la III Plenaria nacional y luego haberla promovido y discutido en las diversas asambleas departamentales en cada una de las columnas; haberla promovido en los mítines públicos en las plazas principales del país; la Universidad Nacional se convirtió en un lugar propicio para debatirla y promoverla y en muchas ocasiones tuvo que intervenir el propio Schafik, todo ello, unido al accionar del movimiento social popular, y sobre todo, la labor del FUAR en la defensa de la Revolución Cubana y al movimiento revolucionario de Vietnam y de otros países del tercer mundo, contribuyeron enormemente a favor del surgimiento y desarrollo de una situación revolucionaria en El Salvador.
En ese sentido, la Plataforma Programática del FUAR anduvo dando vueltas en muchos lugares del país, en las asambleas de campesinos, de obreros, estudiantes universitarios y de secundaria. En la práctica, dicho documento se convirtió en punto de apoyo para todo el partido y el movimiento social popular.Hay que decir que la elaboración de la plataforma estuvo a cargo de Schafik, quien formó una comisión integrada por varios cuadros profesionales del país, entre los cuales figuraron Jorge Arias Gómez, Rafael Menjívar y David Alejandro Luna, Chanti Castellanos y otros compañeros.El protagonismo de Schafik Hándal al frente del FUAR se creció enormemente. Los cuerpos de seguridad lo convirtieron en un líder peligroso para la democracia del país y había que capturarlo y eliminarlo. Los terratenientes principales, las familias económicamente poderosas ofrecían dinero a la gente para vigilarlo y denunciarlo.El liderazgo político de Schafik fue producto de su entrega al trabajo con las bases populares. Este elemento fue el origen central de los celos de Cayetano Carpio para destituirlo de la dirección del FUAR, eliminar al FUAR mismo y tratar de someter a los elementos intelectuales a sus orientaciones políticas. Además, había que destituir a Daniel Castaneda de Secretario General del Comité Central del PCS mediante la convocatoria del V Congreso. Pero, ello significaba realizar un reacomodo del movimiento sindical con el apoyo de la militancia del PCS.
Por eso era urgente resolver, según Cayetano Carpio, la eliminación del COORDINADOR DEL FUAR, la eliminación de éste, como premisa para la convocatoria del V Congreso del PCS en 1964. Carpio se propuso realizar un trabajo de persuasión y convencimiento en el Comité Central y la Comisión Política del PCS de tal manera de contar con su apoyo para poder apartar a Schafik de la coordinación del FUAR. El trabajo duró dos años, de 1961 a 1963. Sin darme cuenta de los planes de Cayetano Carpio fui objeto de una invitación a una reunión de la Comisión Política con el Comité Ejecutivo del FUAR, en donde asistimos Virgilio Guerra y yo. Dicha reunión fue a mediados de 1963 y tuvo lugar en una casa de una compañera militante del MR-2-4 en la colonia La Rábida.
Tiempo después pude comprender el propósito: tener evidencias de Virgilio Guerra y de mi persona, elementos que señalaran a Schafik como responsable de las orientaciones militaristas y pequeñoburguesas. Yo sin saber, contesté y argumenté que las orientaciones de Schafik eran absolutamente correctas y muy motivadoras para mantener y desarrollar la vida política del FUAR. Argumenté que esas orientaciones fueron las que permitieron un amplio reclutamiento de las bases políticas del movimiento social y las del MR-2-4. También argumenté que la idea de crear al FUAR no fue para impulsar una línea militarista sino como forma de lucha superior del movimiento político social popular en el país.
Virgilio Guerra fundamentó de manera teórica la creación del FUAR, idea que fue muy bien aprovechada con los altos resultados de conducir al pueblo salvadoreño.Virgilio no compartió la idea de disolver al FUAR luego pasar a conformar esfuerzos en el movimiento sindical. Él defendió la idea de realizar el trabajo sindical sin disolver el FUAR, él defendió la idea de que en el FUAR militaba la parte más consciente del movimiento sindical, desde las cabezas columnas hacia los GAR. También salió en defensa de la labor política e ideológica de Schafik, en el sentido de que sus orientaciones no eran órdenes dogmáticas, ni alejadas del marxismo leninismo. Daniel Castaneda también se pronunció a favor del trabajo de Schafik en la dirección del FUAR. Pepe Rodríguez Ruiz y otros miembros de la CP se apartaron de esa posición, según recuerdo.
ENCUENTRO CON RAÚL CASTELLANOS FIGUEROA
Schafik, de larga militancia revolucionaria, se llevaba muy bien con todos los compañeros, tanto de la Dirección del Partido, como con la base. Por ese rasgo característico de su personalidad, rápidamente se ganaba el cariño y el respeto de quienes lo conocían y trataban. Sin embargo, dentro de la Dirección del PCS siempre mantuvo y desarrolló una relación especial con Raúl Castellanos Figueroa, un gran camarada, un intelectual con mucha capacidad analítica, y muchas otras cualidades. En edad y participación política, Raúl era 6 años mayor que él, fue uno de los dirigentes del Comité Secreto Universitario que convocó a la Huelga General de Brazos Caídos el primero de mayo de 1944. Schafik reconocía que Raúl influyó mucho en su vida política, aprendió mucho de él. Cuando estaban juntos y surgía en el ambiente algo chistoso que comentar, ambos se carcajeaban con sus propios comentarios. Los dos eran verdaderos especialistas en contar chistes, aunque Schafík era más elocuente en eso, con el agregado de que se carcajeaba antes de terminar de contarlos.
Schafik se relacionaba muy bien con el resto de la Comisión Política. No obstante, las grandes diferencias intelectualmente hablando, su relación con Daniel Castaneda (Secretario General del C. C. del PCS, desde 1951 hasta 1964, era muy fraterna y de mucho respeto y reconocimiento a sus méritos; lo mismo con Roberto Castellanos Calvo y Jorge Arias Gómez, ambos partícipes en los acontecimientos insurreccionales del Llano del Espino del 12 de diciembre de 1944; con ellos siempre hubo una relación muy franca, de camaradería y calor humano, tenían mucho en común, aunque por edad los dos eran mayores. Sin embargo, Schafik fue el primero de ellos en ingresar al PCS, en 1950. No es difícil entenderlo, dados los métodos de reclutamiento en el PCS y sobre todo, en esos tiempos. Roberto ingresó en 1953 y Jorge lo hizo en 1951, según comentaba Schafik.
Fuentes
DATOS BIOGRÁFICOS- SOBRE SU LUCHA, LEGADO TEÓRICO Y PENSAMIENTO REVOLUCIONARIO. Escrito por Domingo Santacruz Castro
Fuentes Domingo Santacruz Castro
DATOS BIOGRÁFICOS- SOBRE SU LUCHA, LEGADO TEÓRICO Y PENSAMIENTO REVOLUCIONARIO.
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