¡Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos!Tío Elías Acosta, era también organizador de campesinos; líder de la Federación Cristiana de Campesinos Salvadoreños, (FECCAS), y fue también fundador del Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC). Fue también capturado por la Guardia Nacional en Aguilares el 12 de febrero de 1980, cuando desayunaba en un comedor del mercado municipal. Su cuerpo fue encontrado, el día 14 del mismo mes, atado de pies y manos, metido en un saco a la orilla del embalse del Cerrón Grande (Lago Suchitlán), cerca de El Coyolito, en el municipio de Tejutla en el departamento de Chalatenango.La entonces presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Marianela Garcia Villas fue a reconocerlo.Según testigos, presentaba señales de torturas; tan brutales que rayan con el sadismo y el salvajismo; es prácticamente imposible imaginarse tanto odio y desprecio hacia los pobres; que cual bestias embriagadas se ensañaron con mi tío.Seguramente que no pudieron sacarle información que les interesaba, ni les entregó nombres y por eso descargaron toda su ira en él.Pero los revolucionarios están convencidos de su lucha y prefieren morir, antes que entregarle información al enemigo de clase.Mi tío estaba claro de eso, sabía que en una revolución se puede triunfar o morir en el intento, pero que muchos otros vienen detrás retomando las banderas de lucha, mientras existan las clases antagónicas e irreconciliables y la explotación del hombre por el hombre.Cabe destacar que Marianela Garcia Villas, fue también asesinada tres años más tarde por el Ejército salvadoreño, el 14 de marzo de 1983, junto a casi un centenar de campesinos, cerca del casco de la Hacienda de La Bermuda, en Suchitoto, cuando investigaba el uso de armas químicas (fósforo blanco y napalm), por el Ejército gubernamental en el volcán de Guazapa.El Ejército utilizó fósforo blanco y napalm en marzo de 1981, cuando bombardeaba el cerro el Roblar, para sacar a las FPL que tenían ahí su campamento general.También cabe mencionar que según el Socorro Jurídico del Arzobispado de San Salvador, unas 600 personas habían perdido la vida debido a la situación política, durante el mes de enero y febrero de 1980.Entre ellos el asesinato en su residencia del abogado Mario Zamora Rivas, Procurador General de la República, el 23 de febrero de 1980.
Fuente: https://www.facebook.com/alonso.acosta.