Ante la denuncia y rechazo público de representantes de comunidades indígenas de Nahuizalco y de diferentes organizaciones sociales, al proyecto de construcción de una octava hidroeléctrica en el río Sensunapán, Profesionales por la Transformación de El Salvador (PROES) manifiesta lo siguiente:
1. Actualmente en el río Sensunapán, el más grande de Sonsonate, hay siete proyectos hidroeléctricos que explotan el agua afectando su cuenca, su biodiversidad y a las comunidades cercanas que por años han organizado la vida en torno al río que es su única fuente de agua.
2. La empresa Sensunapán S.A. de C.V., ya se beneficia de la producción de energía eléctrica con las aguas de este río, mediante uno de los siete proyectos hidroeléctricos sobre el río Sensunapán, con la pequeña central hidroeléctrica Nahuizalco I, en funcionamiento desde el año 1998.
3. El proyecto “Pequeña Central Hidroeléctrica Nuevo Nahuizalco II” de la empresa Sensunapán S.A. de C.V., ya había sido rechazado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) en 2014, después de una lucha que libraron las comunidades indígenas para no perder el acceso al agua del río, que es su principal medio de vida, según consta en la resolución del MARN con número de referencia 7978-237-2014.
4. Varias empresas mantienen acciones de hostigamiento sobre los pobladores: instalación de una estructura metálica en el límite del cantón Anal Arriba, obstaculizando el paso que conecta a las poblaciones de Cusamaluco y Mirazalco con Nahuizalco; siembra de chichicaste en todos los senderos, envenenar el agua provocando muerte de peces y cangrejos que complementan la dieta de las comunidades y amenaza de no alquilar las orillas del río en donde varias familias cultivan berro, aprovechando la humedad del terreno. Según nuestro orden constitucional, el derecho privado no debe provocar la afectación del derecho colectivo, y menos que la vida humana sea relegada a un segundo plano.
5. La producción de energía hidroeléctrica se suma a la alta extracción de agua para agricultura que históricamente se hace al río, superando la cantidad de agua que tiene disponible. Tal situación, en lugar de mejorar empeora día con día, al punto que el río Sensunapán es uno de los que enfrenta un alto estrés hídrico en el país, según datos del Sistema de Información Hídrica del MARN
que también ha señalado que esa condición además se debe al uso inadecuado del territorio y a la explotación intensiva del agua. El río se está secando y ni los inviernos torrenciales logran ayudarle a recuperar su caudal.
6. Celebramos que el Procurador de Derechos Humanos, Apolonio Tobar, haciendo uso de las facultades conferidas por la Constitución, haya emitido medidas cautelares, exhortando al ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Fernando López Larreynaga, a suspender la consulta pública que se estaba realizando sin la participación efectiva de las comunidades afectadas por el confinamiento debido al COVID-19, así como a suspender el proceso de autorización para la construcción de la octava hidroeléctrica en el río Sensunapán, además de recomendar la realización de una inspección a la zona que sería afectada, con la participación de las comunidades indígenas, para identificar adecuadamente sus sitios sagrados.
7. Demandamos que el MARN acate las medidas cautelares emitidas por la PDDH y que proceda cuanto antes a reorientar la tramitología para proyectos de generación de energía limpia, hacia tecnología fotovoltaica o eólica.
8. Solicitamos al Ministerio de Cultura, revocar la factibilidad otorgada mediante resolución número 192-2019, expediente VA-117-2019, por omitir en su análisis la existencia de 10 sitios sagrados y de memoria de los pueblos indígenas que serían afectados, impactando negativamente la Identidad Cultural y otros derechos fundamentales de los Pueblos Indígenas.
9. Exhortamos a la población salvadoreña a permanecer vigilante del riesgo al medio ambiente por proyectos de inversión y desarrollo, lo que estamos viviendo con la pandemia debiera hacernos reflexionar sobre los efectos nocivos que la abusiva intervención humana sobre la naturaleza genera para toda la vida. Reiteramos el llamado a denunciar la negligencia y los abusos de funcionarios del Gobierno, exigiendo información veraz y el respeto a los derechos humanos por parte de toda la autoridad pública.
10. Tomando en cuenta los innegables efectos del cambio climático y la creciente necesidad de agua para consumo humano, los proyectos de generación de energía limpia a partir de ríos ya no debieran ser considerados como opción viable para El Salvador. El MARN debe orientar a las empresas que desean invertir en la generación de energía eléctrica a incursionar en otro tipo de tecnología. El Gobierno debe centrar esfuerzos en garantizar la protección, regeneración y uso adecuado de las fuentes hídricas para satisfacer la demanda de agua de diferentes ecosistemas en el país.
San Salvador, 7 de julio de 2020