La Pandemia Covid19 afecta a todos los contientes del planeta. Como toda enfermedad siempre afecta la salud de las personas. En cada país, cada gobierno ha tomado y toma sus medidas en función de proteger a su población. Todas las políticas de salud y medidas decididas en función de tratar de detener el contagio, dar atención asistencial necesaria y salvar vidas. Al final de la tormentosa pandemia que atravesamos sguramente se harán análisis de la forma, métodos y recursos empleados para lograr dichos fines. El personal médico carece del equipo indispensable para atender y cuidar a posibles contagios, a contagios confirmados y su posterior rehabilitación.
En el caso concreto de El Salvador las medidas tomadas por el gobierno central encabezado por el presidente derechista de Bukele se están tomando medidas coercitivas con el uso de las Fuerzas Armadas, de la Policía Nacional Civil. Entre esas medidas: encierro obligatorio domiciliario, hasta con abuso de poder violentando los derechos civiles y democráticos de la ciudadanía. Incluso utilizando armas de fuego ya llevan en su haber tristemente los cuerpos uniformados algunas víctimas heridas y otro pard de muertes a causa de de disparos ocasionados por los mismos cuerpos que por Ley constitucional están obligados a proteger la vida de civiles y no quitarselas.
Deja a la “buena de Dios” varados a centenares de compatriotas a pesar de muchos llamados y pedidos de los afectados que recuerdan el dicho a oidos sordos (entiéndase Bukele) palabras necias (los afectados).
La actual administración de Bukele se caracteriza por No presentar ningún Plan que incluya a sectores profesionales de la salud y de la medicina, de asesorarse de profesionales, técnicos y todos aquéllos sectores que están en dispocisión de hacerlo para contener de la Pandemia. El uso de la fuerza es lo que ha predominado en palabras de odio y amenazas contra quienes piensan diferente su propia forma de pensar.
Toda catástrofe que afecta y cobra vidas de la población y afecta a la población en su totalidad, debe ser inncluyente y no excluyente. Ninguna medida en nombre de proteger a la población, tiene potestad de quitar vidas, ni condenar al secuestro o cautiverio domiciliario a millones de salvadoreños.
A falta de un Plan de Contigencia para detener la pandemia y continuar con la vida normal después del corona virus, la población salvadoreña después de más de 70 dias sin trabajar, sin poder salir de sus casas, de vivir en la incertidumbre e inseguridad de no estar contagiado, de no recibir alimentos ni recursos para cubrirla está en desesperación por sobrevivir porque lo que aquí se escribe en simples palabras para campesinos, empleados, trabajadores, vendedoras y vendores ambulantes es una cruda realidad o una “medicina amarga” como lo prometiera el actual mandatario en su discurso en su de toma de posesión el para una enfermedad que no la han de junio del año pasado. Despide a miles de empleados del servicio público 8 mil aproximadamente, recorta y/o elimina programas sociales en beneficio de la población vulnerable en nuestro país. Desconoce directivas sindicales elegidas por las bases y coloca agentes afines al anti sindicalismo.
Naciones Unidas pone a consideración que en situaciones de emergencia el Estado de derecho y el sistema de pesos y contrapesos son esenciales para asegurar la protección de los derechos humanos de todas las personas.
El 9 de febrero en forma prepotente ocupa militarmente la sede de la Asamblea Legislativa con unidades de la Fuerza Armada y unidades especiales dela Policía Nacional Civil. Chantajes, amenazas, prepotencia, discursos en cadenas de radio y televisión a nvel nacional acompañado de las cuentas fantasmas en redes sociales amenzando a ciudadanos que se oponen a su forma de pensar y dirigir la nación. Confronta los otros dos poderes del Estado reconocidos por la Constitución Política de la República. Desafía y abiertamente entra en desacato a los dictámenes de la Sala de lo Constitucional.
Este último fin de semana del recién finalizado mes de mayo el área centroamericana se ve afectada por la tormente tropical “Amanda” que ha cobrado la vida de hasta hoy más de decena de víctimas mortales, centenares de familias se han quedado sin techo y lo han perdido literalmente todo.
Economía
La economía de El Salvador mejora en la medida que hay más fuerza productiva laborando, que haya inversión local e internacional, además que haya una política fiscal que no permita la evasión fiscal. Buena planificación en la política económica en función del desaorrollo nacional, cooperación regional, cooperación bilateral y multiratelal son el a,b,c en todo Plan Quinquenal y obligatorio para cada gobierno, hacer lo contrario significa no sólo ir contra la corriente sino también llevar al país al desastre y la bancarrota.
Apoyar, incentivar y promover a pequeños y medianos empresarios, cooperativas es abrir la economía para que se fortalezca ampliamente crear nuevas oportunidades de trabajo.
Remesas de familiares desde el exterior han sido reducidos drásticamente y de las cuales aliviaba al Estado millones de dólares sin que le costara ni un centavo al fisco.
Menos o cero producción nacional en los rubros que la nación está en capacidad y condiciones de hacer, es condenar al país a préstamos con intereses exorbitantes, hipotecas y pagos a largo plazo y condena a las futuras generaciones uan deuda impagable.
Las nuevas ideas que nunca las ha presentado como alternativa popular a la vía revolucionaria, en función de país, de sociedad no la presentado escrita pero sí, la demuestra desde su pirmer día como el inquilino temporal de la Casa Presidencial.
Política Exterior
Como era de esperar desde su llegada la silla presidencial y vergonzosamente para los salvadoreños, Bukele se alinea a las políticas intervencionistas de Donald Trump, hace eco además de las falsedades de Almagro desde la OEA que ataca ferozmente a nuestra hermana Venezuela Bolivariana, con quien rompe relaciones diplomáticas y expulsa a su Embajador, ataca a Nicaragua Sandinista, Cuba Socialista.
Se pelea con México que le ha brindado ayuda y no préstamo al pueblo de El Salvador, pero Bukele se niega a dar explicaciones de su uso y en qué se usaron esos fondos. Se pelea además con los gobiernos de Ecuador, Costa Rica y Honduras.
Al interior del país sucede que rechaza asesoría de expertos en salud, epidemiología, economía, algunos sectores eclesiales y sin olvidar los sectores vulnerables.
Hay mucho que se va a escribir, se escribe y se ha escrito en estos 12 meses de desastre tener Bukele como presidente en nuestro país, lo que queda absolutamente claro se puede resumir en:
Bukele y sus nuevas ideas:
- Representa ser rabiosamente enemigo de los que trabajan y defienden sus derechos.
- Ser un empresario en la política que no sabe como trabajar para lograr que un peso se le hagan dos. Pero sí, sabe cómo por un peso prestado se paguen hasta 10 y con tasas de interés mucho más altas.
- Sabe arrastarse a las políticas intervencionistas de la administración Trump y de Almagro, pero le da la espalda a los compatriotas varados.
Durante la pandemia infundir el terror en la población, y demuestra que ni él mismo sabe lo que afirma en ese y todos los temas de interés de Nación.
Se niega a rendir Informe de su gestión durante el año transcurrido de sus gestión.