Este 10 de mayo se cumplen 45 años del asesinato de Roque Dalton, uno de los poetas y revolucionarios más importantes de El Salvador.
Roque Dalton nació en San Salvador el 14 de mayo de 1935. Vivió intensamente, haciendo de la poesía su voz, un arma para reivindicar almas y conciencias. En ella latió con fuerza de gigantes su convicción de hombre revolucionario y comprometido con su tiempo.
El escritor uruguayo Eduardo Galeano lo recuerda de la siguiente forma: “Poeta hondo y jodón, Roque prefería tomarse el pelo a tomarse en serio, y así se salvó de la grandilocuencia y de la solemnidad y de otras enfermedades que gravemente aquejan a la poesía política latinoamericana”.
El 10 de mayo de 1975 sus compañeros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), con quienes había tenido discrepancias, decidieron asesinarlo. A 45 años de ese crimen, teleSUR les propone recordar siete de sus obras más destacadas.
Las historias prohibidas de Pulgarcito
El libro “Las historias prohibidas de Pulgarcito” es un conjunto de textos y poemas que nos dan una visión revolucionaria de la historia de El Salvador, desde la conquista española hasta el trágico conflicto bélico con Honduras. El autor rastrea entre las crónicas de la explotación, folklore, literatura, de la criminalidad o de la estupidez, una línea central que caracterice al país en una forma muy alejada de la inocente visión de Gabriela Mistral –que bautizó a El Salvador como “el Purgacito de América”.
Un libro rojo para Lenin
Algunos allegados a Roque Dalton afirman que el poeta no quería despedirse un día de las letras sin antes rendir homenaje a quien él consideraba el “hombre más grande de este siglo”, al pensador que tanto le había determinado. Así concibió “Cuaderno Rojo para Lenin”, como una muestra de admiración hacia el fundador de la Revolución Soviética.
Miguel Mármol
“Miguel Mármol- Los Sucesos de 1932 en El Salvador”, es un libro de corte biográfico, que también puede considerarse una novela testimonial. Roque Dalton hizo varias entrevistas Miguel Mármol en Praga durante el verano de 1966, con las cuales intenta reconstruir los hechos de la insurrección comunista que se dio en El Salvador en 1932. Los sucesos van narrados a través de los ojos de Miguel Mármol, quien fue partícipe de dicha insurrección y milagrosamente vivió para contarlo.
Taberna y otros lugares
“Taberna y otros lugares” obtuvo el premio Casa de las Américas en 1969 y marca una ruptura con la obra precedente de Roque Dalton. Si bien sigue cultivando en esta obra la poesía de personajes y la utilización de la anécdota; acentúa más la expresión política. La obra se caracteriza por ser heterogénea: sus cinco secciones contienen poemas sobre la vida personal de Dalton; reflexiones sobre el lenguaje, la lucha comunista, la represión y las diferencias ideológicas de la propia izquierda.
Los testimonios
“Los testimonios” es una obra fundamental en el mundo poético y revolucionario de Roque Dalton; además es de las más recomendables para quienes entran por primera vez en su mundo y pretenden acercarse al mundo del intelectual comprometido, del rebelde marginal; del mundo donde ética y estética, para bien o para mal, alcanzaron uno de sus grados máximos de comunión.
La ventana en el rostro
“La ventana en el rostro” reúne textos juveniles de Roque Dalton. Se trata de una combinación autobiográfica de experiencias personales y sociales, donde afloran sentimientos como el amor, la tristeza y la soledad, provocados por su involuntaria salida de El Salvador, el enfrentamiento con la realidad de su país y el ineludible compromiso con la causa de su pueblo. Publicado durante el exilio de Roque Dalton en México, este libro marca la entrada del poeta al mundo editorial.
Pobrecito poeta que era yo
Novela escrita por Roque Dalton y publicada de forma póstuma en 1976. A pesar de ser la única novela publicada del autor, y que éste en general es considerado fundamentalmente poeta, su prosa en este volumen es catalogada como una de las más importantes propuestas salvadoreñas, por sus experimentaciones estéticas, su alcance polifónico, y una incansable búsqueda de elementos definitorios de salvadoreñidad.
Fuente: https://www.telesurtv.net/
