Lourdes Argueta
Abogada
La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas aprobó este miércoles 30 por abrumadora mayoría, 187 votos a favor y solo dos en contra, la resolución “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba”, nuevamente el mundo le exige a Estados Unidos que finalice esa política genocida contra el pueblo cubano.
El bloqueo inició en junio de 1959 con la cancelación de la cuota azucarera cubana en el mercado estadounidense, y se oficializó el 7 de febrero de 1962 con la aplicación de la Sección 620ª de la Ley de Ayuda Extranjera, cuando el presidente John F. Kennedy vedó totalmente la importación de mercancías de origen cubano, y posteriormente fueron sumando otras medidas coercitivas en todo este tiempo, más de 60 años.
Con el gobierno de Donald Trump fueron 243 medidas impuestas contra Cuba y su pueblo, ya que es precisamente su pueblo el que directamente sufre el impacto de esas acciones arbitrarias, inhumanas y genocidas, que afectan el pleno desarrollo humano de cada cubano, que les lleva a vivir entre limitaciones y carencias de insumos alimenticios, médicos, sanitarios, materias prima para la construcción, la industria, el desarrollo tecnológico, agropecuario, y con ello se ven golpeados sectores productivos como el transporte, energético, científico, entre otros.
Año con año, gobiernos de todos los países del mundo elevan su voz contra el bloqueo, mientras que únicamente Estados Unidos e Israel se unen dolosamente para mantener el cruel bloqueo que restringe a Cuba del acceso a la financiación multilateral externa, créditos internacionales y todo tipo de operaciones comerciales, lo cual constituye un sabotaje mezquino e inescrupuloso para mantener a Cuba aislada del mundo; sin embargo, la presencia de Cuba en el mundo es innegable e incuestionable, porque en sus limitadas condiciones ha logrado sobresalir por el desarrollo académico, profesional, científico, ético, moral, cultural y humano.
Son miles los profesionales en salud que han formado parte del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias Henry Reeve, prestando sus servicios en muchos países que han sufrido graves desastres naturales, de manera solidaria e incondicional sin esperar ningún tipo de retribución, más que la amistad de esos pueblos con la Cuba humana y solidaria. Esta es una de las tantas expresiones de la sensibilidad humana de la revolución y del liderazgo del comandante Fidel Castro.
Debemos resaltar que, independientemente de diferencias o conflictos políticos, ideológicos y de cualquier tipo, Cuba ha demostrado su nobleza. Un ejemplo de ello, es el ofrecimiento de ayuda al gobierno de Estados Unidos para enviar más de 600 médicos cubanos, en el año 2005 cuando el huracán Catrina azotó brutalmente La Florida y otras ciudades; como era de esperar, no aceptaron la ayuda, por el contrario, el vocero del Departamento de Estado, Sean McCormack, en la conferencia de prensa brindada para informar sobre el ofrecimiento de ayudas de los países, omitió a propósito mencionar a Cuba, aun así las autoridades cubanas reiteraron en diferentes espacios esa voluntad de querer acompañar con brigadas médicas.
Es evidente la saña con la que buscan destruir la fuerza de convicción, moral, ética y dignidad que sostiene más de 65 años de revolución, por quienes sin la venia de absolutamente nadie se atribuyen el derecho de veto perpetuo contra Cuba y su pueblo. Es legítimo, por lo tanto, cuestionar esa supremacía con la que se imponen y someten a sus designios a gobiernos que bajo una política financiera dependiente se ajustan a las reglas arbitrarias y amenazas de sanciones si ejecutan cualquier tipo de acuerdos políticos o intercambios comerciales con Cuba.
Aun bajo esas presiones, el rechazo al bloqueo impuesto es contundente, y líderes de países, organizaciones y movimientos internacionales, de diferentes expresiones políticas, culturales o creencias religiosas, se pronuncian alrededor del mundo, lo cual demuestra que el bloqueo ha fracasado en aislar a Cuba, porque es Cuba quien une al mundo, Cuba nos convoca y fomenta la solidaridad entre los pueblos, nos demuestra el valor, tenacidad y coraje de defender sus ideales, su autodeterminación y soberanía popular.
La resistencia del pueblo cubano y su gobierno demuestran que han sido capaces de resistir más de 62 años todo tipo de medidas. Sin embargo, eso no significa que Cuba deba vivir así, el pueblo cubano tiene derecho a mejor calidad de vida, tiene derecho a desarrollar relaciones políticas, económicas, financieras y comerciales en igualdad de condiciones como una nación más en el mundo. No deben existir ese tipo de restricciones que atentan contra la vida, la salud, la educación y el desarrollo pleno e integral de todo ser humano en cualquier rincón del mundo.
Hay situaciones de trascendencia mundial, que vaticinan diversos escenarios abiertos a fin de llegar a un desenlace de esta época de dominio total y absoluto de la fuerza imperial que actúa impunemente llevando la guerra a países ricos en petróleos, minerales y demás recursos naturales de los que se apropian a ultranza. Imponen una narrativa falsa para legitimar su presencia y financiamiento militar que destruye vidas, familias, trabajos y el futuro de muchas generaciones.
Pese a ello la lucha de los pueblos es indetenible y Cuba ya sabemos el lugar que ocupa para la humanidad. Toda nuestra solidaridad a su pueblo y su historia. Y repitamos al imperio, como dicen los cubanos: ¡Tumba el bloqueo ya!
