¿Y si mejor invierten en la producción agrícola del país?

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Lourdes Argueta
Abogada

El alto costo de vida para las familias salvadoreñas es algo que no podemos pasar por alto, y hemos visto como buena parte de la población ha hecho uso de las redes sociales para denunciar el acelerado incremento, principalmente en frutas y verduras, lo que obligó al presidente a salir a decir cualquier cosa en una cadena nacional, pero de todo lo que dijo, al parecer nada fue ni cierto ni creíble; más bien, lo que quedó en evidencia es la incapacidad y falta de interés del gobierno en hacer producir nuestro país.

Salir a justificar que el alto costo es por la inflación económica de los países de donde importamos, en vez de responder porqué nuestro país no garantiza al menos la producción necesaria para romper la dependencia alimentaria, es una irresponsabilidad, porque lo primero que debe hacer es cuestionar su gestión al no haber avanzada absolutamente nada en materia de producción agrícola. Si en nuestro país el gobierno pusiera gente capaz y con experiencia al frente del Ministerio de Agricultura e invirtiera más por hacer producir alimentos, otra fuera la situación.

Lo cierto es que ahora se pretende resolver un problema más profundo y que requiere medidas profundas, simplemente habilitando veinte puntos de abastecimientos que todos sabemos no lograrán atender la demanda en todo el país; es absurdo y una burla a la población venir a decir ahora que han descubierto a un comerciante que alteraba los precios cuando llevamos más de dos años con un alza sistemática sin que la Defensoría del Consumidor haga nada al respecto.

Debemos recordar que el incremento a las frutas y verduras inició desde 2022, así como subieron los precios de más productos de consumo, y la narrativa implementada por el gobierno fue que era producto de un conflicto bélico en otras naciones del mundo, por el alto costo de combustible, entre otras justificaciones.

Enredados en una y otra excusa han ido dejando pasar la alteración de precios, este año ha sido por el conflicto en la frontera de Guatemala producto de problemas internos en el vecino país, ahora es por la lluvia, y, en fin, así pasará un segundo periodo presidencial más, construyendo argumentos que desvían el foco central a atender, que es la producción agrícola. Por más que sus funcionarios informen de un supuesto plan nacional de producción, en el territorio, en las comunidades, todos sabemos que no es así. Mienten con total impunidad.

En los años 2020 y 2021 la excusa principal fue la pandemia, pero otros países de la región siguieron produciendo y exportando, solo El Salvador es el que presenta estos altos déficits productivos y nula inversión en el campo. Mientras, sí gastaron recursos públicos comprando comida imperecedera que sirvió para que los candidatos a alcaldes y diputados del partido oficialistas anduvieran repartiendo como parte de la campaña electoral para los comicios municipales y legislativos del 2021. Se revelo más adelante información de los proveedores vinculados a funcionarios del gobierno.

Si bien hay abuso de algunos comerciantes mayoristas, y se espera que le pongan freno a esas irregularidades, no significa que eso deba desviar la irresponsabilidad del gobierno de trabajar en función de consolidar un proyecto de soberanía alimentaria en el país, y mucho menos debemos aceptar que no haya una rendición de cuentas real y el impulso efectivo de medidas para hacer producir nuestro país, al menos lo que necesitamos para el consumo interno, porque pedir que se logre exportar ya sería mucho.

Si se invirtiera más en la agricultura y menos en publicidad, las cosas fueran diferentes, como también si no se gastara como se gasta en bitcoin sin que nadie sepa exactamente como se administra eso. La prioridad, por lo tanto, no son los temas que le afectan a la población, y si han salido a decir cualquier cosa, es más por la presión de la gente cuestionando en redes y para contener las críticas a la incapacidad del actual gobierno, porque eso pone en entredicho la imagen que han ido construyendo a pura propaganda mediática.

A quienes desde el principio venimos cuestionando esta situación no nos sorprende la situación y tampoco creemos que vayan a resolver algo que en más de cinco años en vez de avanzar han retrocedido. Parece ser que no hay forma de atinarle al tema y es más fácil salir a contener para ganar tiempo.

Por el bien de la economía del pueblo salvadoreño esperamos que realmente resuelvan esta situación y busquen apoyo en gente seria, responsable, con conocimientos y experiencia para hacerse cargo y dar resultados positivos y sostenibles.

No es amenazando a los comerciantes que resolverán la situación, ya que en su gran mayoría son vendedores por menudeo y que también se ven afectados con el alza de los precios, si deben investigar y sancionar a los grandes comerciantes, basta con que actúen y detengan la manipulación de precios, se necesita que además sea una vigilancia permanente, no solo cuando la gente ya no aguanta y sale a denunciar el alza descontrolada. Podrá haber resultados atenuantes a la situación, pero si no se invierte y garantiza la producción nacional, ni las medidas improvisadas ni las amenazas lograran hacer sostenible una parcial reducción de precios.

Es preciso señalar que desde hace tres años se le viene pidiendo al actual gobierno que se elimine el IVA a productos de la canasta básica y al combustible, cuando el consumo sea inferior a los cuarenta dólares, iniciativas presentadas en su momento por legisladores de nuestro partido, pero también de otros parlamentarios de oposición. No han escuchado, no les ha importado y no han resuelto.