Desideologizar es destruir la Revolución Socialista, es desproverla de sus armas más agudas, las armas de las ideas, la nuestra no es una revolución liberal burguesa, tampoco es del todo hoy una revolución contra el colonialismo como si lo fuera en sus inicios y digo que no lo es del todo porque como nos enseñara Villena es difícil borrar la costra tenaz del coloniaje y por tanto es una labor permanente en el campo ideológico, nuestra revolución es esencialmente antimperialista y socialista, luchar contra el bloqueo no puede ser la excusa para que abandonemos la lucha en el frente ideológico que es sostén político permanente de una Revolución verdadera como lo ha sido la cubana, es tremendamente dañino que enmascarado en la retórica amorosa nos llegue la desideologizacion como condición a la eliminacion de aquel engendro inmoral e ilegal, no se puede permitir semejante excusa, hay que saber diferenciar a los que luchan por diferentes motivaciones contra el bloqueo según esos motivos porque la derrota del socialismo también puede ser uno de tales motivos enmascarado en una retórica fraternal y amorosa, más de 60 años resistiendo agresiones nos han aportado suficiente experiencia como para poder discriminar el trigo de la paja, hasta hoy llegamos combatiendo con apego a la realidad y no al discurso subjetivo, la ingenuidad no sirve para resistir.