Por Yoselina Guevara
Con la caída de la Unión Soviética y la aparición de las cinco repúblicas
independientes de Asia Central (Kazajistán, Uzbekistán, Turkmenistán,
Tayikistán y Kirguistán) en la escena internacional, delinearon un nuevo tipo de
escenario geopolítico, destinado a atraer los intereses de las potencias
regionales (China y Rusia) y por supuesto de los Estados Unidos.
La zona geográfica en la que se encuentran estas repúblicas
musulmanas ex soviéticas, reviste una importancia estratégica considerable por
una combinación de factores. En primer lugar, la relevancia de la región se
deriva principalmente de su posición geográfica central en el corazón del
continente euroasiático, puente geográfico y estratégico entre Asia, Medio
Oriente y Europa, lugar de encuentro histórico y simbiosis durante siglos entre
distintas civilizaciones. Pero además con una considerable importancia en
términos del comercio, por ejemplo, la Ruta de la Seda, e intercambios
religiosos y culturales.
Asia Central: estrategia rusa para saltar las sanciones
Desde el inicio de la Guerra en Ucrania, las potencias occidentales han
impuesto sanciones económicas para frenar la capacidad de Moscú desde el
punto de vista económico y logístico; una acción que llevan a cabo en otras
naciones con fines netamente políticos para generar crisis internas y cambios
de gobiernos que sean favorables a los intereses hegemónicos.
Los gobiernos de Asia Central, dado su grado de interdependencia e
integración con los mercados rusos y unido a su creciente deseo y ambición de
diversificar sus relaciones económicas y convertirse en una región de tránsito,
han caminado por una cuerda muy floja para garantizar el cumplimiento de las
sanciones occidentales a la Federación Rusa sin dañar las relaciones con el
Kremlin.
Para Moscú los cinco países del Asia Central se han convertido en un
puente para saltar las sanciones occidentales, sirviendo de intermediarios para
la compra y venta de productos. Según un documento publicado por el Banco
Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, las exportaciones de la Unión
Europea y el Reino Unido a Rusia se han reducido más de la mitad tras la
imposición de sanciones a Rusia en marzo de 2022. Pero al mismo tiempo, las
exportaciones de la UE/Reino Unido a Kazajistán y Kirguistán han aumentado
entre un 15% y un 90%.De acuerdo a estas y otras cifras similares hay altas
probabilidades que un porcentaje de los productos que llegan a Kazajistán y
Kirguistán sean exportados a la Federación Rusa.
No hay duda que existe el temor en el Asia Central a las repercusiones
económicas por no cumplir con las sanciones a la Federación, por lo cual
siguen siendo cautelosos, sin romper las relaciones con Rusia. Pero lo que
probablemente será imposible para las potencias occidentales es bloquear en
las regiones fronterizas el comercio que está prosperando a pasos
agigantados. Sobre todo en la zona limítrofe entre Rusia y Kazajistán, de unos
6846 kilómetros de longitud, la segunda frontera más larga del mundo, donde
los intercambios trans fronterizos son casi incontrolables.
China: energía y Acuerdo de Shangai
Pekín es claramente el actor internacional que, después de Rusia, tiene
más posibilidades de influir a largo plazo en el posicionamiento internacional de
la región, esto lleva a la China a mirar el Asia Central desde una doble
perspectiva: energética y de seguridad.
Por una parte el dragón asiático hizo una importante inversión con la
construcción del primer oleoducto de la región que une Kazajistán con la China,
que además tiene una capacidad de 20 millones de toneladas de petróleo
anuales y actualmente se encuentra en fase de ampliación. Pekín también ha
entrado en el sector del gas, aprovechando los acuerdos que ya existían con
Turkmenistán. En 2007, los dos gobiernos acordaron la exploración y
explotación conjuntas de yacimientos de gas. Aparte de los hidrocarburos, los
chinos han entrado en la explotación de casi todos los recursos de Asia
Central: hidroeléctricos en Tayikistán y Kirguizistán, metalíferos (aluminio,
mineral de hierro en Kazajistán, metales raros en Tayikistán).
En cuanto a la seguridad el Acuerdo de Shanghai proporciona un marco
para la cooperación entre Pekín y los países del Asia Central en cuanto a los
servicios de inteligencia para la represión de grupos extremistas clandestinos,
así como en la organización de maniobras militares conjuntas a gran escala.
Esta cooperación en materia de seguridad subraya el significado político del
Acuerdo de Shanghai: rechazo del unilateralismo en la diplomacia internacional
y primacía de los mecanismos multilaterales, la Organización de las Naciones
Unidas en primer lugar, con el objetivo de señalar a Estados Unidos y a la
OTAN que la seguridad de Asia Central no necesita protectores externos.
Estados Unidos: diferentes administraciones una sola estrategia
La estrategia estadounidense en Asia Central se ha ampliado a campos
de acción diferentes y más profundos, con especial referencia a los aspectos
geopolíticos y de seguridad; económicos, comerciales y financieros;
energéticos y medioambientales. Aunque Asia Central sigue siendo hasta la
fecha un área de inversión y atención menor en comparación con otras
regiones en las que se han centrado las distintas administraciones
estadounidenses, es posible destacar y afirmar un interés creciente sobre todo
a partir de la Guerra en Ucrania y la conformación de nuevos bloques de poder.
Los Estados Unidos durante la administración Trump publicaron la
Estrategia para Asia Central 2019-2025, cuyo objetivo principal supuestamente
era el avance de la soberanía independiente de Kazajistán, Uzbekistán,
Turkmenistán, Kirguistán y Tayikistán y su desarrollo económico mediante el
apoyo de Washington. Pero evidentemente el objetivo de dicha estrategia es
tratar de limitar la influencia rusa en la región en la fase posterior a la caída de
la Unión Soviética, con el añadido de impedir la creciente expansión de China.
La administración Biden le ha dado continuidad a la estrategia norteamericana
lanzando la iniciativa de Resiliencia Económica en Asia Central (ERICEN) en
septiembre de 2022. Además de las continuas visitas de representantes de la
Casa Blanca que buscan mantener una presencia norteamericana en esta
región del planeta, esto evidencia una preocupación por el control de la región.
Como decía Mackinder “quien gobierne el Heartland dominará la Isla-
mundial; quien gobierne la Isla-mundial controlará el mundo”; el Heartland es el
territorio entre Europa del Este, el Cáucaso y Asia Central, que nos parecía
lejano y que ahora, con la nueva reconfiguración mundial a partir de los
conflictos bélicos en curso, ha tomado una importancia estratégica en el
choque geopolítico de potencias.
Yoselina Guevara López: comunicadora social venezolana, analista política,
articulista en diferentes medios internacionales, cuyo trabajo ha sido traducido
al inglés, italiano, griego y sueco. Ganadora del Premio Nacional de Periodismo
Simón Bolívar 2022 (Venezuela), mención especial Opinión; Premio Nacional
de Periodismo Aníbal Nazoa 2021 (Venezuela);I Concurso Memoria Histórica
Comandante Feliciano 2022 (El Salvador) Tercer lugar.