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@NelsonQuintani5
El 4 de febrero será un día inolvidable para la sociedad salvadoreña en general y para los partidos políticos en particular ya que el TSE como árbitro que le tocaba dirigir el proceso electoral fue incapaz de hacer las cosas de manera correcta empezando por admitir e inscribir a la reelección la candidatura presidencial del actual presidente de la República y luego, negando a los partidos políticos el derecho de acreditación de miembros de JRV en las mesas electorales. Además, a la hora del escrutinio después del conteo presidencial los sistemas informáticos fallaron a la hora de transmitir los votos de los diputados y en muchos casos para el partido NI se duplicaban y hasta triplicaban los votos, no así para el resto de partidos contendientes.
De acuerdo con Leonel Herrera sabíamos que el fraude electoral del pasado 4 de febrero sería descomunal. En varias columnas de opinión advertí que éstas serían las elecciones menos transparentes, menos justas y menos libres de la historia democrática del país: candidatura inconstitucional del presidente, estado de suspensión de garantías constitucionales, modificación de las reglas electorales para favorecer al oficialismo, cooptación de la institucionalidad electoral por el gobierno de turno, abuso de los recursos públicos para hacer campaña, etc. (Herrera, 2024)
Hay que tener presente que ha esta fecha de redacción de este artículo, las irregularidades mostradas durante la jornada electoral como dice Leonel Herrera constituyen un escándalo mayor al que imaginábamos. Es una vergüenza que más de una semana después de las votaciones aún no estén los resultados oficiales de las elecciones legislativas y que a cada momento se conozcan nuevas anomalías del proceso que a estas alturas ya no tiene la más mínima credibilidad. Desde luego, además de los fallos de sistema informático a favor del oficialismo los miembros de JRV que representaban a NI son sabían absolutamente nada del proceso, siempre fueron los del FMLN quienes hacían bien las cosas, así actuaron sus facilitadores electorales incapaces de explicar adecuadamente como se debe proceder en el antes, durante y después del proceso electoral, desde luego, se puede pensar que eso era parte de plan de fraude del TSE y del gobierno actual.
Este proceso electoral 2024 es el más parecido a las elecciones de los años 70s en donde el fraude electoral era descarado por parte del CCE ahora TSE, no se respetan las reglas, no se cumple la ley, se violenta la voluntad popular y se manipula la conciencia de la gente y se niega los derechos de los partidos contendientes para realizar una campaña en igualdad de condiciones y lo peor del caso es que según el presidente tenían la mayoría de la gente, entonces uno se pregunta ¿Por qué el fraude electoral si tienes la mayoría?, ¿porque hacer mal las cosas si se tiene la voluntad de la gente?, vaya usted a saber ¿cuál era el miedo a la voluntad del pueblo?
Sin duda El Salvador esta viviendo una crisis politica nunca vista después de los acuerdos de paz que se refleja en uno de los momentos mas oscuros de su historia democrática. Desde luego, lo que viene para el país son días y años de desesperanza para la gente humilde. Además, el país va en retroceso democrático y en una carrera acelerada de la instauración de un régimen dictatorial con un partido que vende nuevas ideas pero que en la práctica actúan con ideas rancias que desconfiguran el país a capricho de un solo ciudadana, el presidente.
El escrutinio final de las elecciones presidenciales y de diputados a la asamblea legislativa es lo mas burdo que puede pasar, hay una manipulación descarada en la que ningún partido de oposición puede reclamar por un voto, lo amenazan diciéndole los fiscales que le van a aplicar el régimen de excepción. Hay casos tan absurdos como el hecho de que en San Rafael Oriente departamento de San Miguel el FMLN no saco ningún voto y el resto de la oposición y todo se lo lleva NI, eso es un descaro que nadie en su sano juicio debe creer, de ahí es uno de los candidatos a diputados del FMLN y no es posible que no haya sacado ningún voto y así sucesivamente. Finalmente, lo que el frente debe hacer es registrar correctamente esos hechos y hacer denuncias internacionales desconociendo esos resultados que son una burla para el pueblo salvadoreño.
Algunos dirán que la oposición está validando el fraude y que mejor se hubiese retirado de ese mal llamado escrutinio final en la que el TSE y los partidos no cuentan, ahí manda el presidente con sus interlocutores la PNC y la FGR. Desde luego, la comunidad internacional debe tener información clara del fraude, aunque los organismos internacionales de observación electoral están callados, pareciera que no ven nada o también tienen miedo de decir la verdad, ojalá después que se retiren del país, hablen y digan la verdad para desnudar la falacia de la victoria electoral del régimen de Bukele.
La comunidad internacional y el mundo entero debe saber que en El Salvador las cosas van de mal en peor para el pueblo salvadoreño, para la gente humilde, de a pie, para los trabajadores, los pobres, para los campesinos, para los estudiantes y ya no se diga para los luchadores sociales, para las comunidades pobres, el régimen de Bukele, así como va aplastara cualquier idea de oposición. Desde luego, el pueblo en algún momento reaccionará y se verá obligado a organizarse desde la clandestinidad como lo hizo en los años 70s y 80s para luchar por recuperar la democracia y la dignidad y dejar de creer en un gobierno de imagen, mentiras y odio. La lucha continua.