Por Yoselina Guevara López
La evolución de las actuales tensiones en el Medio Oriente indica que se
puede generar en los próximos días una escalada regional que puede traer
consecuencias catastróficas para los intereses de casi todos los actores de la
región. Hasta ahora hemos visto un continuo vaivén en adoptar posiciones
ambiguas, alternando entre la moderación y el radicalismo, lo cual en el fondo
refleja el creciente temor por la posible pérdida total de la frágil estabilización
que se había logrado a nivel regional.
Estado de Israel: genocidio en Palestina
El genocidio que está llevando a cabo Tel Aviv en la Franja de Gaza que
para el día 100 de las agresiones israelíes ha cobrado la vida de 23.968
palestinos, de acuerdo a datos del Ministerio de Salud palestino. Esta
operación militar está muy lejos de lograr la rápida victoria que al inicio había
anunciado el primer Ministro Netanyahu.
Es necesario resaltar que esta masacre difícilmente podría producirse sin
la ayuda económica y militar que los Estados Unidos ofrecen al Estado de
Israel en detrimento de los palestinos.
Las fuerzas de Hamás, de la resistencia palestina, no sólo no han sido
erradicadas sino que tampoco han podido ser derrotadas. En este particular
son varias las razones por las cuales será difícil que el Estado de Israel pueda
destruir al movimiento de resistencia palestino. En primer lugar, porque Hamás
tiene una fuerte presencia de dirigentes, de alto y medio nivel, en otros países
de la región. Además el movimiento tiene fuertes raíces en la sociedad
palestina, especialmente en Gaza y Cisjordania, porque han sabido ayudar al
pueblo palestino en las dificultades que afrontan.
A nivel político internamente en Tel Aviv, el malestar y el rechazo contra
Netanyahu y su gobierno de extrema derecha sigue creciendo. Ni siquiera la
matanza de palestinos y palestinas inocentes ha logrado hacer olvidar los
problemas judiciales del premier que lógicamente tampoco ha logrado la unidad
nacional israelí entorno a este despiadado genocidio. En el ámbito
internacional, el gobierno de Israel deberá enfrentar en la Corte Internacional
de Justicia, las acusaciones de “actos genocidas” en Gaza en una demanda
interpuesta por Sudáfrica. En el expediente de 84 páginas, Pretoria exhorta a
los jueces a ordenar con urgencia a Israel “suspender inmediatamente las
operaciones militares” en la Franja de Gaza.
Hezbolá libanés: asesinatos y bombardeos
La ampliación del conflicto palestino-israelí, sobre todo en Beirut, es
evidente por las recientes sangrientas operaciones que se han suscitado en el
territorio libanés por parte del Estado de Israel. El 8 de enero de 2024 fue
asesinado, en el sur dl Líbano, Wissam al Tawil, jefe adjunto de operaciones
especiales de Hezbolá. Así mismo, el asesinato de Saleh Arouri, que era
considerado el número dos del Hamás libanés, quien falleció también en un
ataque por aviones no tripulados israelíes. Estas muertes han traído como
consecuencia el recrudecimiento de los combates a nivel fronterizo entre Israel
y el Líbano. En este sentido, Hezbolá ha incrementado su asertividad contra
Israel, mediante continuos lanzamientos de misiles y rápidas incursiones,
provocando la constante respuesta israelí, que a su vez conlleva a la violación
de la soberanía libanesa y la simultánea necesidad de demostrar capacidad de
reacción.
Es decir, estos acontecimientos y agresiones iniciadas por el Estado de
Israel hacen crecer los riesgos de una implicación directa en el conflicto
palestino-israelí por parte de Hezbolá, e inclusive de Irán. Pero, cabe reseñar
que una ampliación frontal, abriría para el Estado de Israel frentes de guerra
definitivamente insostenibles, imposibles de gestionar ni siquiera con la ayuda
de los Estados Unidos. Del otro lado para el Líbano, no es una decisión fácil de
tomar, porque un conflicto directo con el Estado Israel puede generar el caos
en el país, que no olvidemos que aún no se recuperan del colapso económico
que han sufrido desde el año 2019, además de las sanciones de los Estados
Unidos, que cada vez han sido más drásticas.
Irán: eje de la resistencia
Una escalada del conflicto a nivel regional puede llevar a la República
Islámica a traspasar la delgada línea roja de seguridad que en materia de
política internacional ha caracterizado a Teherán. La estrategia internacional
iraní ha sido la conformación de un “Eje de resistencia” antiimperialista y
anticolonialista a través del apoyo militar y operativo a diferentes grupos
mayoritariamente chiíes, pero también suníes como en el caso de Hamás en
Palestina.
oEn Yemen los Houthies; en el Líbano lo conforma Hezbolá; en Siria
la Brigada Zaynabiyoun y la División Fatemiyoun; y en Irak las milicias Asaib
Ahl al Haq, Hrakat Hezbolá al Nujaba, la organización Badr y la Katatub Sayyad
al Shuhada, entre otras.
En el caso de los Houthies, se han convertido en
protagonistas de acciones contundentes en el Mar Rojo que están afectando el
comercio internacional y le han asestado un duro golpe a las potencias
occidentales. Se han transformado de un actor local a tomar una importancia
regional y global; es decir, no es solamente la asertividad de los Houthies, sino
del “Eje de la resistencia”. De allí la serie de bombardeos a ciudades en Yemen
(Saná, Hodeidah, Taiz y Saada) que recientemente han llevado a cabo la
coalición formada por los Estados Unidos y el Reino Unido con sus aliados
Australia, Holanda, Bahrein y Canadá.
La estrategia iraní de conformación de este bloque antiimperialista ha
sido para los Estados Unidos una piedra en el zapato y un tema de continuo
debate entre demócratas y republicanos. Justamente en este año 2024, en el
fragor de la campaña electoral presidencial estadounidense, ambos enfoques
se siguen contraponiendo. Por una parte Biden es partidario de la vía
diplomática, con su consabido accionar encubierto y por otra parte Trump del
enfrentamiento frontal.
Por último, la situación en Irán es aún más compleja, donde la
polarización política entre la primera y la segunda generación de poder
conduce a una discordia sistemática en las posiciones institucionales, que van
desde el pragmatismo tradicional de la primera a la impetuosidad de la
segunda. Además no es descartable que pueda resurgir la presión interna a
través de protestas, piloteadas desde el exterior y exacerbadas a nivel
comunicacional, para generar caos, con significativos riesgos para la
estabilidad política e institucional del país.
#Palestina #Gaza
Yoselina Guevara López: comunicadora social venezolana, analista política,
articulista en diferentes medios internacionales, cuyo trabajo ha sido traducido
al inglés, italiano, griego y sueco. Ganadora del Premio Nacional de Periodismo
Simón Bolívar 2022 (Venezuela), mención especial Opinión; Premio Nacional
de Periodismo Aníbal Nazoa 2021 (Venezuela);I Concurso Memoria Histórica
Comandante Feliciano 2022 (El Salvador) Tercer lugar.