la Columna del CIM: Barbie, la pelicula

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Del video "Barbie ¡FEMINSTA y contra EL PATRAIRCADO!", de Lada Ospina.

Xavier Sarabia Mariche

Director de Gestión y Divulgación de Contenidos

Ingresas a la sala. La pantalla muestra los logos de Warner Bros y Mattel. Te preparas para ver una película sobre una muñeca que estremeció la industria del entretenimiento y que da el paso hacia el universo del cine hollywoodense. Verás a una mujer haciendo el papel de la primera muñeca adulta, la más vendida. Barbie, la chica plástica que desplazó la idea de muñeca niña y la imagen materno infantil.

La película es un producto de Hollywood, una comedia típica, pero no romántica. Ken, el personaje masculino, es un accesorio tal cual el juguete, la relación de la Barbie con él no es de amor.

Cuando Barbie pierde sus atributos de muñeca juguete al tener los defectos de muñeca humana, merced al trato que, en el mundo real, le da su dueña, adolescente feminista que desplaza a la niña madre, se desata el descontrol. Como anuncio del desplazamiento se recurre al ardid de citar a Stanley Kubrick en el 2001: Odisea del espacio: El amanecer del hombre. Se sustituye al monolito, símbolo del enigma del destino de la humanidad, por la Barbie. Ante la monumental figura, las niñas “madres” que la rodean destruyen con saña sus muñecas “hijas”. De la niña madre se pasa a la niña dueña.

Barbie, la bautizada “muñeca estereotípica”, va al mundo real para hallar a su dueña y deshacer el maleficio, acompañada por Ken. En el mundo real, la muñeca y el despreciado muñeco segundón se topan con la sociedad capitalista patriarcal. Ella se centra en dar con su dueña. Ken se deslumbra por el desmedido poder masculino, aquel que horroriza a la muñeca acostumbrada al omnímodo poder femenino que se ejerce en Barbilandia, donde todos los muñecos son estúpidos, al igual que los hombres del mundo real.

Ken, despreciado por Barbie, regresa a Barbilandia e impone el patriarcado. La muñeca da con su dueña, morena feminista, hija de una diseñadora de ropa para barbies empleada de Mattel. Barbie y la diseñadora convencen a la joven, el maleficio se desvanece. En medio de la persecución de la junta directiva de Mattel, compuesta por una caterva de estúpidos, van a Barbilandia. Con las armas de la seducción, atributo al que el patriarcado ha reducido a las mujeres, éstas retoman el poder y ejercen su hegemonía, suerte de patriarcado al revés. Con la junta directiva se negocia el “gran logro”: reincorporar las Barbies Rara y Preñada y crear Ordinaria.

Para finalizar, otro ardid: Barbie se une al mundo real y se encuentra con Ruth Handler, creadora de la muñeca y miembra de una de las dos familias dueñas de Mattel. Ruth toma la mano de Barbie, y en un remedo de La creación de Adán, la obra de Miguel Ángel, la toma parafrasea: La industria del entretenimiento creó la Barbie a su imagen y semejanza.

Al salir de la sala tienes la certeza de haber visto la más grande cuña jamás producida por Mattel.