La diplomacia coercitiva de EE.UU. y sus daños

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por Giulio Chinappi

El documento del que aquí se informa fue publicado el 18 de mayo por la agencia de prensa china Xinhua, y analiza las estrategias utilizadas por Estados Unidos en la aplicación de la diplomacia coercitiva contra rivales y aliados. A continuación reproducimos la traducción íntegra al castellano.

Introducción

EE.UU. está acostumbrado a acusar a otros países de utilizar su estatus de gran potencia, sus políticas coercitivas y su coerción económica para obligar a terceros países a obedecer y emprender una diplomacia coercitiva, pero en realidad EE.UU. es el instigador de la diplomacia coercitiva. Los derechos de invención, los derechos de patente y los derechos de propiedad intelectual de la diplomacia coercitiva pertenecen todos a EEUU. Durante mucho tiempo, EEUU hizo todo lo que pudo para coaccionar a otros países, y EEUU tiene una “historia oscura” muy vergonzosa en diplomacia coercitiva. Hoy en día, la diplomacia coercitiva es una herramienta estándar en la caja de herramientas de la política exterior estadounidense, y la contención y la represión en los ámbitos político, económico, militar, cultural y otros se han utilizado para llevar a cabo una diplomacia coercitiva en todo el mundo por el puro interés propio de EEUU. Países de todo el mundo han sufrido, siendo los países en desarrollo los que se han llevado la peor parte, pero tampoco se han librado los aliados y socios de EEUU.

Basado en abundantes hechos y datos, este informe pretende exponer las maliciosas acciones de coerción de EE.UU. en todo el mundo y proporcionar a la comunidad internacional una mejor comprensión de la intimidación hegemónica y la naturaleza de la diplomacia de EE.UU. y el grave daño causado por las acciones de EE.UU. para el desarrollo de la diplomacia todos los países, la estabilidad regional y la paz mundial.

I. La diplomacia coercitiva estadounidense tiene una historia conocida

◆ En 1971, Alexander George, profesor de la Universidad de Stanford, avanzó por primera vez el concepto de “diplomacia coercitiva”, utilizado para resumir las políticas estadounidenses hacia Laos, Cuba y Vietnam. En su opinión, la diplomacia coercitiva se refiere al uso de la amenaza o de una fuerza limitada para obligar a un adversario a detener o revertir su acción. Durante el último medio siglo, Estados Unidos nunca ha dejado de ejercer la diplomacia coercitiva a pesar de los grandes cambios que se han producido en la estructura internacional. Desde las sanciones económicas hasta los bloqueos técnicos, desde el aislamiento político hasta la amenaza de la fuerza, Estados Unidos ha demostrado al mundo lo que es la diplomacia coercitiva con sus propias acciones.

◆ Los países en desarrollo son las “zonas más afectadas” por la diplomacia coercitiva estadounidense. En 1962, EEUU impuso un embargo económico, comercial y financiero contra Cuba que continúa hasta hoy. Las relaciones diplomáticas entre EEUU y Cuba se restablecieron en 2015, pero EEUU no ha levantado totalmente el bloqueo contra Cuba. En 2017, la administración Trump volvió a endurecer las restricciones contra Cuba. En 2021, la administración Biden prorrogó en dos ocasiones la “Ley de Comercio con el Enemigo”, que sirvió de base legal para el bloqueo y el embargo contra Cuba. Los 61 años de embargo han supuesto para Cuba enormes pérdidas económicas y graves pérdidas humanitarias. Las sanciones y el bloqueo de EE.UU. a Cuba abarcan casi todo, desde el combustible, pasando por los alimentos y los artículos de primera necesidad, hasta los medicamentos, lo que deja a la isla enfrentada a una escasez crónica y grave de suministros. Durante la pandemia de COVID-19, EEUU también bloqueó el acceso de Cuba a las materias primas para la producción de vacunas. The People’s World, un sitio de noticias estadounidense, señaló en un artículo que el bloqueo impuesto por EEUU había impedido a Cuba adquirir a tiempo materiales para la fabricación de jeringuillas. Dado que EEUU ha prohibido a terceros países la venta de respiradores a Cuba, este país no ha podido adquirir los respiradores necesarios para salvar a los pacientes gravemente enfermos de COVID-19, que ha causado graves daños al pueblo cubano.

◆ Desde 2006, EEUU ha impuesto sanciones a Venezuela, impidiéndole el acceso al sistema financiero estadounidense. Durante el mandato de Trump, EEUU ha ampliado las sanciones económicas y financieras contra Venezuela, ha congelado todos los activos del gobierno venezolano en EEUU y ha impuesto sanciones al petróleo, los bancos, las minas y a más de 140 empleados del gobierno, que han afectado gravemente a la economía venezolana. La producción venezolana de crudo cayó de casi 2,5 millones de barriles diarios en 2016 a sólo 300.000 barriles diarios en 2020. Durante la pandemia de COVID-19, las sanciones estadounidenses dificultaron que Venezuela obtuviera a tiempo materiales para combatir la pandemia y bienes básicos como alimentos, agua potable y gasolina. Según el informe de medidas especiales publicado por el relator de la ONU Du Han sobre los efectos negativos de la aplicación unilateral de los derechos humanos, las sanciones han dejado a más de un tercio de la población venezolana sumida en una grave crisis alimentaria y en la falta de atención médica básica, suministros y equipos; el estado de los servicios sanitarios ha empeorado y han aumentado las muertes maternas, infantiles y de enfermos graves. En junio de 2020, el Departamento del Tesoro estadounidense anunció la imposición de sanciones a tres empresarios mexicanos y ocho empresas mexicanas, congelando sus activos en Estados Unidos, por supuestamente ayudar a Venezuela a eludir las sanciones estadounidenses y prohibiéndoles participar en cualquier transacción que implique a personas y entidades estadounidenses.

◆ Desde 2006, las sucesivas administraciones estadounidenses han reforzado constantemente las sanciones contra la República Popular Democrática de Corea (RPDC). Desde 1988, EEUU ha incluido a la RPDC en su lista de “estados patrocinadores del terrorismo” durante muchos años. En 2016, el entonces presidente Barack Obama firmó la “Ley de Sanciones y Mejora de la Política contra Corea del Norte” para complementar las sanciones ya impuestas por administraciones anteriores. En 2017, EEUU impuso nuevas sanciones a Corea del Norte a través de la “Ley para Contrarrestar a los Adversarios de Estados Unidos mediante Sanciones” y solicitó al sistema SWIFT que excluyera a los bancos norcoreanos de su red bancaria mundial. Las sanciones de EEUU contra la RPDC incluyen restricciones a las importaciones y exportaciones comerciales, la prohibición de que los ciudadanos norcoreanos trabajen en el extranjero, la congelación de activos en EEUU y la prohibición de vínculos económicos con la RPDC. En noviembre del mismo año, tres portaaviones de la Armada estadounidense, entre ellos el USS Reagan, el USS Roosevelt y el USS Nimitz, aparecieron simultáneamente en el Mar de China Oriental y realizaron conjuntamente ejercicios militares de alta intensidad con la Armada surcoreana, lo que atrajo mucho la atención del mundo exterior.

◆ Expulsión de Irán del sistema SWIFT en dos ocasiones y perturbación del orden financiero internacional. EE.UU. impuso por primera vez sanciones económicas contra Irán en 1979, cuando congeló activos iraníes en el extranjero por valor de 1.200 millones de dólares, llevando a un embargo comercial completo. A medida que evolucionaba la cuestión nuclear iraní, EEUU prohibió a las instituciones financieras iraníes utilizar el sistema de compensación y pago estadounidense para liquidar transacciones en dólares, lo que obligó a Irán a separarse del dólar estadounidense. En 2012, con el fin de contener a Irán en todos los ámbitos, EE.UU. y la UE retiraron a Irán del sistema SWIFT, lo que hizo imposible que Irán realizara transacciones transfronterizas con el dólar estadounidense, el euro y cualquier divisa internacional, y el valor de la moneda iraní se depreció alrededor de un 38% en un año. El comercio exterior de Irán entró en recesión, con una fuerte caída de las importaciones y las exportaciones y la reducción a la mitad de las exportaciones de crudo. En 2018, la administración Trump abandonó unilateralmente el acuerdo nuclear iraní y volvió a expulsar a Irán del sistema SWIFT. Según un estudio de un think tank estadounidense, Irán ha perdido la mitad de sus exportaciones de petróleo y el 30% de sus ingresos por comercio exterior debido a las sanciones. El gobierno estadounidense volvió a blandir la vara de las sanciones contra Irán, lo que suscitó críticas de todas partes. En 2019, Jake Sullivan, que ahora es asesor de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden, escribió un artículo en el que criticaba la política de la administración Trump hacia Irán, afirmando que no utiliza más que la coerción y nada de diplomacia.

◆ Sanciones impuestas a Bielorrusia. Desde 2004, Estados Unidos ha impuesto 17 rondas de sanciones selectivas a Bielorrusia. Actualmente, 16 individuos, incluido el presidente bielorruso Aljaksandr Lukašėnko, están sujetos a sanciones estadounidenses que van desde la prohibición de viajar hasta la congelación de activos. Además, 10 empresas bielorrusas han sido excluidas del mercado estadounidense.

◆ Sanciones unilaterales impuestas a países africanos como Sudán. En 1993, EEUU anunció sanciones contra Sudán. En 1997, la administración Clinton anunció amplias sanciones económicas contra Sudán. En 2017, EEUU aún añadió a Sudán a la lista de “estados patrocinadores del terrorismo” y se siguieron aplicando diversas sanciones contra Sudán, incluida la prohibición de inversiones, comercio y préstamos en Sudán. Años de sanciones estadounidenses han provocado una grave crisis humanitaria en Sudán, con un gran número de niños en todo el país que mueren de desnutrición, según un informe publicado por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Sudán. Además, Estados Unidos ha dirigido sanciones contra individuos y organizaciones de países africanos como Burundi, República Centroafricana, Somalia y Zimbabue.

◆ Sanciones totales a Rusia. En 2014, EEUU prohibió la financiación a medio y largo plazo de los sectores de defensa, finanzas y energía de Rusia. En abril de 2018, EEUU anunció de nuevo restricciones a 38 individuos y empresas rusas, congelando todos sus activos bajo jurisdicción estadounidense. En noviembre de 2021, EEUU anunció nuevas sanciones relacionadas con el proyecto del gasoducto Nord Stream 2. Tras el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania, EEUU obligó a muchos países a emitir la “Declaración conjunta sobre nuevas medidas económicas restrictivas” contra Rusia, prohibiendo la importación de crudo, gas natural licuado y carbón rusos, y restringiendo las inversiones estadounidenses en la mayoría de las empresas energéticas rusas, eliminando a los principales bancos rusos del SWIFT. Hasta la fecha, EE.UU. y sus aliados han sancionado directamente a más de 2.500 empresas, funcionarios y particulares rusos.

◆ Violación del principio de comercio justo e imposición de aranceles a China. En julio de 2018, EEUU inició una guerra comercial con China, un arancel del 25% sobre unos 34.000 millones de dólares de bienes importados de China; en agosto, se anunció otro arancel del 25% sobre 16.000 millones de dólares de bienes chinos; y en septiembre, EEUU volvió a anunciar un arancel del 10% sobre 200.000 millones de dólares de importaciones chinas. En mayo de 2019, se anunció que los aranceles sobre 200.000 millones de dólares de bienes chinos aumentarían del 10% al 25%; en agosto, se anunció que se aumentarían los aranceles adicionales sobre aproximadamente 550.000 millones de dólares de bienes chinos exportados a EE.UU., lo que exacerbó la guerra comercial entre China y EE.UU..

Bloqueo tecnológico contra China en el sector de los semiconductores. En agosto de 2022, se promulgó la ley “CHIPS and Science Act”. Esta ley, que proporciona hasta 52.700 millones de dólares en subvenciones gubernamentales para la industria estadounidense de semiconductores, exige a las empresas de semiconductores que reciben ayudas financieras federales que no se expandan sustancialmente en países como China. El gobierno estadounidense se ha unido a Japón, Corea del Sur y el Taiwán chino para formar el llamado “Chip 4” en un intento de limitar el desarrollo de la industria china de semiconductores.

Utilización del poder estatal para reprimir a las empresas chinas de alta tecnología. La anterior administración estadounidense lanzó el programa “Red Limpia” con el pretexto de la seguridad nacional y la privacidad de sus ciudadanos, pidiendo explícitamente la eliminación de empresas chinas como Huawei, Baidu y Alibaba en cinco sectores, a saber, redes de telecomunicaciones, tiendas de aplicaciones móviles, programas de aplicaciones móviles, servicios en la nube y cables submarinos. El entonces secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, y otros políticos estadounidenses presionaron y obligaron a otros países y regiones a unirse a la llamada alianza “Red Limpia”. Altos funcionarios estadounidenses incluso intimidaron a países como Chipre, exigiéndoles que no cooperaran con los proveedores chinos de 5G, pues de lo contrario las consecuencias serían graves. EE.UU. ha incluido a más de 1.000 empresas chinas, entre ellas ZTE, Huawei y DJI, en varias listas de sanciones, utilizando la seguridad nacional como excusa para tomar medidas enérgicas contra aplicaciones chinas de medios sociales como TikTok y WeChat.

Con el pretexto de la democracia y los derechos humanos, Estados Unidos planteó cuestiones relativas a Taiwán, Hong Kong y Xinjiang. Se han elaborado la “Ley TAIPEI”, la “Ley de derechos humanos y democracia de Hong Kong”, la “Ley de prevención forzosa de los uigures” y otros proyectos de ley relacionados con China, que están firmemente vinculados a cuestiones de intercambio comercial y tecnológico con China. Todo ello interfiere injustificadamente en los asuntos internos de China y obliga a los países occidentales a seguir a EEUU.

EEUU ha ensalzado la llamada “teoría de la filtración de laboratorio” del coronavirus y no ha escatimado esfuerzos para difamar y estigmatizar a China. Desafiando el “Informe de la Misión Conjunta OMS-China sobre la Enfermedad por Coronavirus 2019”, EEUU utilizó sus servicios de inteligencia para publicar la llamada evaluación del origen del COVID-19. EEUU insiste en politizar y explotar la cuestión del rastreo del origen del virus, ensombreciendo la cooperación mundial para combatir la pandemia.

◆ EEUU sanciona por primera vez a empresas indias por participar en el comercio de petróleo con Irán. The Economic Times, Times of India y otros medios indios informaron de que las sanciones petroquímicas impuestas por EEUU a la empresa comercial Tibalaji Petrochem, con sede en Mumbai, en octubre de 2022, marcan la primera vez que EEUU sanciona a una empresa india por participar en el comercio de petróleo con Irán. En abril de 2023, el Ministerio de Asuntos Exteriores indio anunció que los gobiernos de India y Malasia habían acordado regular el comercio entre ambos países en rupias indias.

◆ Aplicar la diplomacia coercitiva con los aliados sin piedad. En la década de 1980, el PIB de Japón era la mitad del de EEUU. Para eliminar la amenaza económica de Japón, EEUU obligó a Japón a firmar el “Acuerdo Plaza” en 1985, forzando la apreciación del yen, lo que provocó la rápida expansión de la burbuja económica interna de Japón, el colapso de la burbuja inmobiliaria y el estancamiento a largo plazo de la economía japonesa.

En 1986, en respuesta al auge de la industria japonesa de semiconductores, EE.UU. obligó a Japón a firmar el “Acuerdo EE.UU.-Japón sobre Semiconductores”, inició una “Investigación de la Sección 301” contra Japón e impuso sanciones comerciales a una serie de productos japoneses como semiconductores y ordenadores, lo que minó la competencia y el potencial de los semiconductores y ordenadores japoneses, viendo caer su cuota de mercado del 50% del mercado mundial a alrededor del 10% en 2019.

◆ Desmembramiento de Alstom mediante ‘rehenes económicos’. En 2013, Estados Unidos utilizó la “Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero” para detener a Frederic Pierucci, un ejecutivo de Alstom, y le convenció para que llegara a un acuerdo de culpabilidad con el fin de obtener pruebas e información adicionales contra Alstom. En 2014, para presionar a Alstom, las autoridades estadounidenses habían detenido al menos a otros tres antiguos colegas de Pierucci, utilizando “rehenes económicos” como moneda de cambio. Bajo numerosas presiones, Alstom tuvo que aceptar una oferta de adquisición de General Electric de Estados Unidos en 2015. En su análisis, The Economist afirmaba que la investigación del Departamento de Justicia estadounidense había distorsionado el proceso por el que Alstom vendía activos, creando una ventaja para los compradores potenciales en Estados Unidos.

◆ Ejercer el club arancelario en Europa e interferir en la competencia del mercado. En 2018, el gobierno estadounidense recurrió a la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962 para imponer aranceles de hasta el 25% y el 10%, respectivamente, a productos de acero y aluminio en varios países y regiones, incluida la UE, supuestamente por razones de salvaguarda de la seguridad nacional. En enero de 2021, para ventaja competitiva de Boeing, el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de EEUU anunció aranceles de hasta el 15% sobre las importaciones procedentes de Francia y Alemania, incluidas las piezas de aviones, por un valor total de 7.500 millones de dólares.

◆ En los últimos años, EE UU ha dirigido sus medidas coercitivas a la industria de los semiconductores, “extorsionando” datos confidenciales de muchas empresas de chips de todo el mundo y manteniendo el dominio estadounidense en la industria de los semiconductores. En septiembre de 2021, el Departamento de Comercio estadounidense emitió un aviso en el que exigía a las empresas de la cadena de suministro de semiconductores que facilitaran “voluntariamente” información relevante en un plazo de 45 días, incluidos 26 elementos de datos clave como el inventario, la capacidad de producción, el ciclo de suministro y la información sobre los clientes. En una entrevista concedida a Reuters, la secretaria de Comercio estadounidense, Gina Raimondo, afirmó que si las empresas se negaban, se utilizarían herramientas como la “Ley de Producción de Defensa” para convencerlas de que facilitaran los datos. Los datos de la página web del gobierno estadounidense muestran que, bajo la presión de EE.UU., a partir de noviembre de 2021, más de 70 empresas, entre ellas TSMC, UMC, Samsung, SK hynix y la japonesa Sony Semiconductor, han presentado información sobre la cadena de suministro de semiconductores al Departamento de Comercio estadounidense.

◆ Además de las sanciones económicas y financieras, a EEUU también se le da bien interferir, directa o indirectamente, en los asuntos internos de otros países apoyando guerras por poderes, incitando a las guerras, suministrando armas y municiones y entrenando a fuerzas antigubernamentales, etc., para contrarrestar a los países y regiones “desobedientes”. Desde el siglo XX, bajo la bandera de la “democracia” y la “libertad”, EE.UU. ha promovido la “Doctrina Neo-Monroe” en América Latina, ha provocado “revoluciones de colores” en Eurasia y ha planificado la “Primavera Árabe” en Asia Occidental y el Norte de África, participando en una “evolución pacífica” en diversas partes del mundo, ejerciendo arbitrariamente una intimidación hegemónica y enviando un claro mensaje de que quienes les sigan sobrevivirán y quienes les desafíen perecerán.

Desde 2003, Estados Unidos ha contribuido a la “revolución de las rosas” en Georgia, a la “revolución naranja” en Ucrania y a la “revolución de los tulipanes” en Kirguistán. El Financial Times informó de que organismos como la Fundación Nacional para la Democracia y la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos contribuyeron a provocar protestas en otros países. La causa principal e inmediata de la revolución de colores es salvaguardar intereses estadounidenses como la expansión estratégica y la seguridad energética, según un artículo de la red británica Open Democracy Network.

◆ Según el libro “Covert Regime Change: America’s Secret Cold War”, del académico estadounidense Lindsey A. O’Rourke, Estados Unidos llevó a cabo 64 operaciones encubiertas de cambio de régimen y seis operaciones manifiestas entre 1947 y 1989. Durante la crisis haitiana de 1994, EEUU forzó la salida del poder del gobierno militar de Haití mediante una invasión a pequeña escala. La administración de entonces aclamó la acción como un modelo de diplomacia coercitiva. En 2003, la administración Bush destinó 30.300 millones de dólares de gasto militar adicional a la diplomacia coercitiva. Estados Unidos, a pesar de estar tan enfadado por la injerencia exterior, es el experto en ello, afirmó The Guardian.

II. EEUU dispone de muchos medios de diplomacia coercitiva

◆ La hegemonía del dólar estadounidense es una base importante para la coerción económica de EEUU. El “petrodólar”, el “poder de veto de un voto” de EEUU en el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, y el intercambio bilateral de divisas dirigido por la Reserva Federal son elementos concretos de la hegemonía del dólar estadounidense. Como moneda de liquidación internacional, el dólar estadounidense acapara la mayor parte del comercio y la inversión mundiales, lo que permite a EEUU trasladar los problemas económicos internos a otros países a través de la inflación de las exportaciones y los déficits comerciales. EE.UU. controla el poder de fijación de precios de las materias primas y los recursos mundiales clave. y puede influir en las economías y las finanzas de otros países controlando el tipo de cambio y el tipo de interés del dólar estadounidense. Como moneda de sanción internacional, el dólar estadounidense ocupa una posición central en el sistema financiero mundial, lo que permite a EE.UU. cortar el acceso de otros países al dólar y a los canales comerciales, e imponer presiones y sanciones a otros países restringiendo la financiación y los canales de transacción. La congelación de propiedades, las fuertes multas y la denegación de servicios financieros son los trucos habituales de EEUU para imponer el bloqueo económico y las sanciones financieras a otros países aprovechando la hegemonía del dólar estadounidense.

El control del comercio es un medio importante de coerción económica estadounidense. Estados Unidos dispone de varias formas de control comercial, como sanciones, restricciones a las importaciones y exportaciones, imposición de aranceles, eliminación de subvenciones y cuotas, y ha establecido una variedad de listas de control comercial para servir a diferentes propósitos y objetivos, como listas de nacionales especialmente designados, listas de entidades, listas no verificadas, listas de usuarios finales militares y listas de restricciones industriales. A menudo, Estados Unidos impone aranceles de forma arbitraria, violando el derecho internacional y las normas comerciales internacionales, lo que obliga a otros países a entablar negociaciones comerciales desiguales con ellos. En los últimos años, Estados Unidos ha restringido a menudo las inversiones en telecomunicaciones, semiconductores, inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes alegando que “ponen en peligro la seguridad nacional” y ha incluido a entidades o individuos extranjeros en la lista de control de exportaciones, limitando su compra de tecnologías estadounidenses. Mediante la firma de órdenes ejecutivas, Estados Unidos interrumpe obligatoriamente las operaciones de empresas extranjeras en Estados Unidos o prohíbe a entidades o individuos estadounidenses comerciar con empresas extranjeras, impone severas sanciones tecnológicas a otros países, socavando así el orden económico y comercial internacional y el proceso de globalización económica.

La “jurisdicción de brazo largo” es otro medio de coerción económica estadounidense comúnmente utilizado. EE.UU. ha promulgado leyes nacionales como la “Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero”, la “Ley de Comercio con el Enemigo”, la “Ley para Contrarrestar a los Adversarios de Estados Unidos a través de Sanciones”, la “Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional” y la “Ley de Control de las Exportaciones”, y ha redactado una serie de órdenes ejecutivas, imponiendo directamente restricciones a países, organizaciones o individuos específicos. EE.UU. amplía arbitrariamente la jurisdicción de su derecho interno al tiempo que aplica normas ambiguas como el “principio del menor contacto” y el “principio de eficacia”, abusando de las vías internas de acción judicial para entablar una “jurisdicción de brazo largo” con entidades e individuos extranjeros.

◆ La promoción de la llamada democracia y de los derechos humanos es un truco habitual de EEUU para ejercer la coerción política e interferir en los asuntos internos de otros países. EE.UU. lleva mucho tiempo promoviendo los “valores estadounidenses” en todo el mundo, escenificando la “democracia frente al autoritarismo”, interfiriendo arbitrariamente en los asuntos internos de otros países e intentando moldear a otros países y el orden mundial con sus propios valores y sistema político. Interfieren y subvierten el gobierno legítimo de otros países para debilitar a sus rivales, inducir crisis, crear el caos y socavar la estabilidad.

Los objetivos de la coerción política estadounidense lo abarcan todo. Ya se trate de un adversario o de un aliado, de un país desarrollado o en desarrollo, de una gran empresa o de una pequeña organización, la coerción es siempre una opción para EEUU, siempre que la considere rentable y los objetivos se plieguen a su voluntad. Bajo la bandera de la “promoción de la democracia”, Estados Unidos aplicó la “doctrina Neo-Monroe” en América Latina, provocó la “revolución de colores” en Eurasia y planificó la “primavera árabe” en Asia Occidental y el Norte de África.

Las medidas estadounidenses de coerción política forman una corriente interminable. Estados Unidos utiliza sus bases militares, agencias diplomáticas, agencias de inteligencia, organizaciones no gubernamentales, organizaciones de medios de comunicación y otros canales y recursos según los diferentes objetivos y situaciones, recopilando información, ejerciendo influencia, creando opinión pública, manipulando elecciones, apoyando a los partidos de la oposición, etc. para interferir pública y encubiertamente, directa e indirectamente, en los asuntos internos de otros países.

◆ Un ejército poderoso apoya a EEUU en la diplomacia coercitiva. EEUU recurre a menudo a la coerción militar y al uso desenfrenado de la fuerza en las relaciones internacionales. En los últimos años, el presupuesto militar anual medio de EEUU ha superado los 700.000 millones de dólares, lo que representa el 40% del total mundial y supera la suma de los 15 países siguientes juntos. EEUU es el principal exportador de armas del mundo y a menudo utiliza el comercio de armas para aumentar sus ingresos y provocar conflictos regionales. Las instalaciones y el personal militar estadounidenses se encuentran en todos los rincones y zonas clave del planeta. Según un informe de 2020 sobre las bases militares estadounidenses en el extranjero, Estados Unidos tiene más de 800 bases militares en todo el mundo, con 173.000 efectivos desplegados en 159 países de Europa, Asia, Oriente Próximo y otros lugares.

Estados Unidos utiliza con frecuencia la fuerza militar para iniciar o participar en guerras y conflictos de todos los tamaños y formas. Entre 1776 y 2019, Estados Unidos llevó a cabo cerca de 400 intervenciones militares en todo el mundo, la mitad de las cuales se produjeron entre 1950 y 2019, según el informe de la Universidad de Tufts “Introducing the Military Intervention Project: A New Dataset on US Military Interventions”. Después de la Segunda Guerra Mundial, las principales guerras iniciadas o lanzadas por Estados Unidos incluyen la Guerra de Corea, la Guerra de Vietnam, la Guerra del Golfo, la Guerra de Kosovo, la Guerra de Afganistán, la Guerra de Irak, la Guerra de Libia y la Guerra de Siria. Las guerras por poderes son una forma habitual de intervención militar estadounidense, que sufren países como Ucrania, Irak, Afganistán, Libia, Siria, Pakistán y Yemen. Según datos del proyecto “Coste de la guerra” del Instituto Watson de la Universidad Brown, las estimaciones a la baja muestran que el número total de muertes de militares y civiles causadas por las guerras estadounidenses en la era “post 11-S” es de 929.000, con al menos 38 millones de desplazados.

◆ Los poderes blandos de la cultura, la ciencia y la tecnología son los medios secretos de EEUU para la infiltración ideológica y la diplomacia coercitiva. Los medios de comunicación occidentales dirigidos por EEUU y los medios sociales internacionales han apoyado firmemente la diplomacia coercitiva estadounidense. EE.UU. aplica un doble rasero en materia de libertad de prensa y utiliza diversos medios para difamar y reprimir a los medios de comunicación extranjeros. EE.UU. ha abusado de su hegemonía cultural, ha realizado grandes inversiones en los medios de comunicación, ha apoyado la infiltración de sus ideas en otros países y ha llevado a cabo una propaganda incendiaria. Además, EE.UU. está acostumbrado a fabricar información falsa para atacar a otros países y a vender a la opinión pública engañosa en todo el mundo, utilizando una cadena industrial creada a tal efecto.

EEUU utiliza sus productos culturales para promover los valores estadounidenses. Las películas de Hollywood representan más del 70% de la cuota de mercado mundial. Los valores y el estilo de vida estadounidenses están estrechamente vinculados a sus películas y a programas de televisión financiados por el gobierno, publicaciones, contenidos multimedia y programas de instituciones culturales sin ánimo de lucro, configurando un espacio de opinión pública que apoya la hegemonía cultural estadounidense. Esto ha erosionado gravemente la independencia de otras culturas y la diversidad de las culturas del mundo.

Las agencias de inteligencia estadounidenses han establecido un gran número de “organizaciones de infiltración” en todo el mundo. Diversas fundaciones y organizaciones no gubernamentales se han convertido en “intermediarias” en la exportación de los valores estadounidenses y en “pioneras” de la infiltración cultural. La Fundación Nacional para la Democracia, el Congreso para la Libertad Cultural y otras “organizaciones e instituciones de infiltración” estadounidenses han promovido los puntos de vista culturales y políticos estadounidenses en otros países mediante apoyo financiero, formación, publicaciones y conferencias, con el fin de exportar los valores y la ideología estadounidenses por todo el mundo y perseguir la hegemonía cultural.

III. La diplomacia coercitiva estadounidense pone en peligro al mundo

◆ Distorsionando el hilo conductor de nuestros tiempos de paz y desarrollo. La paz y el desarrollo, como tema de nuestra época, son la causa común de los pueblos de todos los países del mundo. La búsqueda de la paz es el eterno ideal y deseo de la humanidad, y la globalización económica es el requisito realista para la paz mundial. Sin embargo, en los últimos años, bajo el liderazgo del concepto “América primero”, la hegemonía, el unilateralismo, el proteccionismo, el aislacionismo y el nacionalismo estadounidenses se han hecho cada vez más feroces. Estados Unidos, anteponiendo sus propios intereses, ignora las necesidades urgentes de paz y desarrollo de todos los países del mundo. Están ansiosos por manipular las cuestiones ideológicas, participar en juegos de suma cero y crear diversas “pequeñas camarillas” geográficas. La diplomacia coercitiva estadounidense ha ensombrecido la causa de la paz y el desarrollo mundiales instigando “revoluciones de colores” en todo el mundo, echando gasolina al fuego y buscando intereses en las luchas geopolíticas.

◆ Interrumpiendo el proceso de globalización económica y de integración económica regional. Al ejercer cada vez más la coerción económica en todo el mundo, EE.UU. ha socavado gravemente la globalización económica y la integración económica regional, provocando la segmentación artificial y una mayor fragmentación de la economía mundial. Esto ha invertido gravemente el curso de la globalización económica. Para mantener su hegemonía, EEUU se está retirando del modelo de cooperación global formado tras la Segunda Guerra Mundial y se ha convertido de hecho en el mayor perturbador de las reglas de la globalización. La OMC ha quedado casi paralizada por la inacción estadounidense y la tendencia hacia la liberalización y la integración del comercio y la inversión mundiales ha sido bloqueada y socavada por EEUU. La coerción económica estadounidense no sólo ha socavado las cadenas de suministro mundiales y las cadenas industriales basadas en la dotación de factores y las ventajas comparativas, reduciendo la productividad laboral, sino que también ha aumentado los costes de producción regionales e incluso mundiales y ha obstaculizado el proceso de integración económica regional.

◆ Obstáculos al desarrollo de las economías emergentes y de los países en desarrollo representados por los BRICS. Las sanciones económicas y el bloqueo al desarrollo impuestos por EEUU a países como Venezuela, Cuba, Myanmar y Siria han interrumpido directamente el proceso de desarrollo sostenible de estos países. En estos países, la gran mayoría de los 17 objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, incluida la eliminación de todas las formas de pobreza mundial, la erradicación del hambre, la consecución de un crecimiento económico sostenible, la industrialización sostenible, la reducción de la desigualdad dentro de los países y entre ellos, y las ciudades y asentamientos humanos sostenibles, han quedado fuera del alcance de la coacción estadounidense y la causa del desarrollo mundial se ha visto frustrada en repetidas ocasiones. Las sanciones económicas impuestas por EEUU a los países BRICS, es decir, China, Rusia, India, Brasil y Sudáfrica, y a mercados emergentes como Argentina, México y Turquía, han perjudicado gravemente sus intereses económicos.

◆ Intensificación de la división y el antagonismo en la comunidad internacional. Para mantener su hegemonía mundial y contener el desarrollo de otros países, EEUU está ansioso por obligar a otros países a unirse a la “alianza democrática” trazando líneas ideológicas e imponiendo aranceles. Utilizando la crisis de Ucrania, EEUU invita a la UE y a otros países desarrollados a unirse a las sanciones contra Rusia y obliga a los países a tomar partido. Obligan a los aliados europeos a unirse a EEUU para seguir imponiendo sanciones a Irán, lo que ha socavado gravemente los medios de subsistencia y el desarrollo económico de Irán. Lo que ha hecho EEUU ha incrementado el antagonismo internacional en la comunidad y ha aumentado el riesgo de que el mundo caiga en una nueva guerra fría.

Conclusión

Estados Unidos es el inventor y maestro de la diplomacia coercitiva. Durante mucho tiempo, Estados Unidos, a través de diversos medios canallas como los bloqueos económicos, las sanciones unilaterales, las amenazas militares, el aislamiento político y los bloqueos técnicos, ha presentado al mundo casos de libro de texto de diplomacia coercitiva. Como han señalado los propios académicos estadounidenses, la esencia de la diplomacia coercitiva de EEUU reside en la idea de que “o estás con nosotros o estás contra nosotros”. Estados Unidos debe liderar y sus aliados deben seguirle, y los países que se opongan a la supremacía estadounidense sufrirán”.

Encogiéndose de hombros ante el hecho de que los propios EE.UU. han practicado la diplomacia coercitiva en todas partes, los EE.UU., por interés político propio, tachan sin reparos a China y a otros países de defensores de la diplomacia coercitiva. Cabe señalar que una tradición importante de la diplomacia china es defender la igualdad de todos los países, grandes y pequeños, y nunca dividir el mundo en grupos diferentes ni dedicarse a la práctica de la coerción y la intimidación. Además, China siempre ha adoptado una postura clara contra la hegemonía, el unilateralismo y la diplomacia coercitiva. China nunca amenaza a otros países con la fuerza. China nunca forma coaliciones militares ni exporta ideología. China nunca hace provocaciones a las puertas de otros pueblos ni mete las manos en sus casas. China nunca libra guerras comerciales ni obstaculiza infundadamente a las empresas extranjeras. Calumniar a China acusándola de participar en la llamada diplomacia coercitiva es, obviamente, hacer acusaciones inventadas.

La comunidad internacional puede distinguir fácilmente quién ejerce la diplomacia coercitiva y quién coacciona al mundo. Los que se dedican a coaccionar, sancionar, intimidar, reprimir a otros países y sembrar el caos en el mundo acabarán perjudicándose a sí mismos. Estados Unidos debería enfrentarse a su viejo hábito de diplomacia coercitiva desenfrenada y restaurar un orden internacional justo y racional en el mundo.

Fuente: La diplomazia coercitiva degli Stati Uniti e i suoi danni | World Politics Blog