Paquete de Ramstein: más armas menos paz

0
287
#MundoTuit

Por Yoselina Guevara L.


Este 20 de enero se llevó a cabo la reunión del Grupo de Contacto de la OTAN para Ucrania en la base aérea alemana de Ramstein, un complejo militar inaugurado en los años cincuenta, diseñada por franceses, construida por alemanes y actualmente bajo el comando de norteamericanos el cual fue famoso por ser el centro de despliegue de los misiles Pershing II en 1983 que provocó la crisis de los llamados euromisiles durante la guerra fría.

En Ramstein se encontraron el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, y sus homólogos de Ucrania, Alemania, Reino Unido y Polonia, entre otros, quienes decidieron un amplio paquete de ayuda a Ucrania, que dentro de la lógica armamentística quedó distribuida de la siguiente manera:
– Estados Unidos donará 2.500 millones de dólares en sistemas de armamento y municiones, 90 vehículos blindados de transporte de tropas Stryker, 59 vehículos de combate Bradley entre otros.
– Dinamarca enviará 19 sistemas de artillería Caesar
– Reino Unido donará 14 carros de combate Challenger-2 (el 6% de sus existencias).
– Polonia y Finlandia entrarán en conversaciones con Alemania sobre la transferencia de carros Leopard-2 en función de la autorización desde Berlín para la reexportación de vehículos de fabricación alemana.

– Marruecos se dispone a entregar tanques T-72B.

Presiones sobre Alemania y Marruecos entra en el baile
No cabe duda que Berlín está recibiendo cada vez más presiones de sus aliados euroatlánticos para que permita el suministro a Ucrania de tanques pesados Leopard-2, que podrían tener un impacto significativo en el conflicto Rusia-Ucrania. En concreto, Polonia y Finlandia se ofrecen a entregar los Leopard-2 a Kiev, pero necesitan la aprobación oficial de Alemania, que posee la licencia para reexportarlos. Aunque presurosamente la ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock, declaró que Berlín “no se opondrá” si Polonia decide enviar Leopard-2 a Kiev; la decisión está en manos del canciller Olaf Scholz quien bajo todos los medios ha evitado comentar el suministro directo o indirecto del armamento en cuestión.

El Primer Ministro polaco, Mateusz Morawiecki, informó este lunes 23 de enero que su país solicitará a Alemania la autorización, pero no dio una fecha exacta e inclusive trató de minimizar dicho requerimiento diciendo que se “trata de una cuestión secundaria”. Cabe destacar que Morawiecki ha ventilado la posibilidad de conformar una coalición de países sin Alemania, la unión dentro de la OTAN sigue siendo frágil. Berlín conoce los riesgos que implica la entrega de los tanques Leopard-2, lo cual podría llevar con total seguridad a una escalada irreversible del conflicto Rusia-Ucrania, tal cual como lo ha advertido el Vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Medvedev: “el mundo se está aproximando a la amenaza del estallido de una Tercera Guerra Mundial debido al comportamiento occidental”.

Por otra parte llama la atención la entrada de Marruecos dentro del conflicto con la entrega de armamento a Ucrania, con lo cual estaría poniendo fin a su, hasta ahora, posición neutral. Pero este hecho tiene otras lecturas, no sólo la búsqueda de Rabat del establecimiento de relaciones sólidas con los países miembros de la OTAN, sino también el desespero en el cual se encuentra Kiev al aceptar cualquier tipo de armamento, aunque sea obsoleto como en el caso de los tanques que enviará Marruecos, lo cual evidencia el posible agotamiento de sus reservas defensivas.

Enfrentamiento frontal cada vez más cerca
No debemos minimizar la magnitud del paquete de armamento que en los próximos días llegará al territorio ucraniano, cabe destacar que son entregas que desde el inicio del conflicto no han cesado. Aunque no sea directa la participación de los Estados Unidos, los países de la UE y la OTAN, no es del todo descartable que cada vez estén más cerca de un enfrentamiento frontal con Rusia. Sin embargo el razonamiento es que son precavidos porque seguramente sus actuales arsenales de armamento, así como la cantidad de tropas y gastos logísticos a emplear, no estarían en condiciones de afrontar una guerra de alta intensidad contra un adversario que ha demostrado estar preparado para todos los escenarios que se le han presentado.

Por su parte el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski no habla de diálogo ni
negociación, su objetivo en todos los espacios internacionales donde asiste es
pedir dotación de armamento llegando inclusive a declarar “el mundo debe ser
más rápido en suministrarnos misiles de defensa aéreos y tanques”. Así mismo resulta verdaderamente paradoxal que desde la Unión Europea se utilice el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz para la ampliación de la ayuda militar a Ucrania del que ya se han invertido hasta el momento 3 mil millones de dólares para ese fin.

Por ahora lo único que se ve en el horizonte es la continuidad del conflicto en Europa del Este, el cual sirve de justificación para el aumento desproporcionado del gasto militar de muchas naciones. Por ejemplo Alemania quiere llegar a los 100.000 millones de dólares anuales en defensa, Macron quiere duplicar el presupuesto militar francés desde su toma de posesión, el Congreso de Estados Unidos votó a favor de un aumento anual del 8%, China hace tiempo que se consolidó como el segundo inversor armado del mundo. Lamentablemente mientras aumentan los presupuestos nacionales en gastos militares y se incentiva el envío de armas y soldados a las zonas en conflicto, se aleja cada vez más la posibilidad de encontrar una solución que lleve a la paz y mitigue el sufrimiento de millones de seres humanos que siguen siendo víctimas de los horrores de la guerra.

Yoselina Guevara López: comunicadora social, analista política, articulista en
diferentes medios internacionales, cuyo trabajo ha sido traducido al inglés,
italiano, griego y sueco. Ganadora Premio Nacional de Periodismo Simón
Bolívar 2022 (Venezuela), mención especial Opinión; Premio Nacional de
Periodismo Aníbal Nazoa 2021 (Venezuela);I Concurso Memoria Histórica
Comandante Feliciano 2022 (El Salvador) Tercer lugar.