Jóvenes de ayer, veteranos ahora, Instituto Schafik Hándal, la Secretaria Nacional de Veteranos del FMLN, la Juventud Farabundista y la Secretaría Nacional de Memoria Histórica invitan a la conmemoración de ese 10 de enero que después de retrasos al fin pudo hacerse efectiva la orden de la Comandancia General de lanzar ataques simultáneos en diferentes puntos del país.
El Salvador, se encuentra en innumerables videos, libros, anécdotas, historias reales del martirio al que era sometido por las hordas de la dictadura militar quienes apoyados en ser gobierno persiguieron, capturaron, torturaron, desaparecieron y expatriaron a millares de los y las mejores hijas e hijos del pueblo.
Lugares como el Playón, el Jabalí, la Puerta del Diablo, fueron testigos mudos de la orgía sangrienta y genocida de esas hordas criminales, que luego fueron embriones de los batallones élites entrenados con más técnicas “sofistificadas” entrenados en los diferentes fuertes militares por asesores de los Estados Unidos.
Escuadrones de la Muerte, camionetas Cherokee con vidrios polarizados, patrullas de Orden, de la Defensa Civil, cuerpos represivos de la Guardia Nacional, Policía de Hacienda y Policía Nacional fueron los instrumentos del terror institucional contra el pueblo.
El pueblo rebelde, indómito de Anastacio Aquino, de Farabundo Martí y de Monseñor Romero después de pasar por la dolorosa pérdida de muchas vidas, aprende la lección y se decide a luchar y golpear a los verdugos y canallas de siempre.
Schafik Hándal entre sus muchas reflexiones, nos invitaba “al rescate de la memoria para la construcción del futuro”, es decir recordar nuestras raíces, nuestros orígenes y al recordar también tomar conciencia que es justo de ahí dónde surgimos y a donde pertenecemos. Nuestra identidad y que somos una sola comunidad, un solo sufrimiento, un puño que se alza contra la injusticia y la opresión.