Acuerdos internacionales y política de Estado
Por Leonardo Parrini
El régimen del presidente Lasso parece haberse habituado a sobrevivir de la dadiva internacional en la solución de problemas que el Estado está llamado a resolver con políticas públicas. En la reciente visita del presidente Lasso a los Estados Unidos -según comunicado de la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia- el mandatario buscó apoyo financiero para diversas cuestiones internas, a saber, apoyo a emprendimiento de mujeres, combate a desnutrición infantil, capacitación a funcionarios del sistema de contratación pública y cooperación en seguridad enfocada en ayuda a Ecuador a combatir la violencia delictiva y fortalecimiento del sector judicial, sistema penitenciario y seguridad marítima.
Cabe notar que en la comunicación oficial nada se menciona acerca de planes concretos de seguridad, salud y emprendimientos laborales que el gobierno ecuatoriano debería presentar a sus eventuales colaboradores estadounidenses, en vista a “continuar impulsando espacios de cooperación en beneficio de sus ciudadanos mediante su política de apertura diplomática”. En tanto, tampoco se conoce de esfuerzos nacionales en materia de seguridad regional que Ecuador debiera compartir con sus homólogos latinoamericanos.
Seguridad regional
En materia de seguridad regional el gobierno de Chile, aliado de Ecuador en materias militares y policiales, ha desarrollado luego de siete meses de trabajo un Plan en Política Nacional contra el Crimen Organizado, esfuerzo estratégico y hoja de ruta que se hace cargo, con acciones, con metas y con recursos de un vacío que Chile tenía como país en la lucha contra las organizaciones criminales nacionales e internacionales que operan o pretenden operar en territorio chileno.
El plan permitirá dotar de condiciones adecuada en la lucha contra al crimen organizado a la Policía de Investigaciones (PDI), Carabineros, Aduanas, Directemar, Unidad de Análisis Financiero y Gendarmería del país del sur. Los 10 ejes del plan incluyen: Fortalecimiento institucional e inteligencia del Estado, mejorando la coordinación respecto al intercambio y análisis de información, así como la capacidad de articular acciones conjuntas. Desbaratar la economía del crimen organizado, con una mejor respuesta estatal en prevención, detección, persecución penal e incautación de los beneficios obtenidos por el crimen organizado y en la lucha contra el lavado de activos. Disminuir el poder de fuego de las organizaciones criminales, mediante el fortalecimiento de los sistemas de detección y persecución de su tráfico ilegal y actualizando la legislación sobre tenencias de armas. Abordaje del crimen organizado en los recintos penitenciarios, previniendo su operación, el reclutamiento de nuevos integrantes y el contagio criminógeno entre personas privadas de libertad. Agenda Legislativa para mejorar la detección, investigación y persecución del crimen organizado, con una actualización del marco normativo. Actualización de equipamiento y tecnología, para que las instituciones competentes en la detección, persecución y desbaratamiento de las organizaciones criminales puedan contrarrestar la capacidad adaptativa de estas. Formación institucional y de capital humano de quienes enfrentan el crimen organizado para abordar sus dinámicas particulares y nuevas tendencias. Prevenir la corrupción en instituciones públicas, para que éstas no sean permeadas por las acciones de las organizaciones criminales. Aumentar la eficacia para enfrentar el crimen organizado mediante la reforma policial, incorporado en ella objetivos específicos para este fin. Fomentar la cooperación y coordinación internacional, optimizando los esfuerzos conjuntos y multinivel con otros países.
La disposición política del régimen chileno abre expectativas de cooperación mutua entre Ecuador y Chile en materia de seguridad regional. Ecuador y su mandatario no harían mal en tender puentes de acuerdos con su homólogo del sur. No obstante, la concreción de acuerdos bilaterales entre ambas naciones depende de la voluntad política del gobierno ecuatoriano, a través de su política de Estado cuestiones de seguridad y lucha contra el crimen organizado. Lo que, además, supone la capacidad de ver que en la multilateralidad diplomática está la fórmula moderna, vigente y eficaz para una cooperación respetuosa de la soberanía entre las naciones en diversas materias de interés común.
Leonardo Parrini: periodista. Fotógrafo. Director-Editor de la revista digital
Lapalabrabierta. Colaborador de las revistas Rocinante y Babieca (Campaña
de Lectura Eugenio Espejo). Conductor del programa La Oreja Libertaria, Radio
Pichincha 95.3 FM. Autor de los libros La hora del lobo (2000), Decapitar a la
Gorgona: ¿la corrupción, una moral de la crisis? (2001), Eva sin paraíso (2003),
Diálogo comunitario en democracia (2013), Égüez. La memoria insumisa
(2016), Escritos en clave morse (2018), Retrato Íntegro, testimonio vital (2019),
El canto de todos (2022). Ha colaborado en Revista Diners como comentarista
de obras literarias.