Por Ruy Díaz
Resulta que Estados Unidos compra gas ruso a través de Italia.
Conflicto Rusia-Ucrania
En medio de la operación militar especial rusa en Ucrania, los servicios
especiales de Estados Unidos e Inglaterra están reclutando miembros de las
organizaciones terroristas internacionales y los transfieren para tomar parte en
las hostilidades del lado del régimen de Kiev.
Relaciones Alemania -China
El Canciller alemán, Olaf Scholz, viaja esta semana a Pekín en lo que está
resultando ser un viaje muy controvertido. Y es que este tiene lugar en un
momento en el que la Unión Europea busca reducir su dependencia de países
como China, considerada a la vez por el bloque como un “socio” y “un rival
sistémico”.
La Comisión Europea advirtió recientemente a los Estados miembros de “no
ser ingenuos” cuando se trata de inversiones chinas en infraestructuras críticas
europeas. Unas palabras que bien podrían referirse a Scholz, que la semana
pasada permitió a China comprar una participación en el puerto de Hamburgo,
un centro comercial crucial en Europa.
Nuevo orden mundial
El “orden internacional basado en reglas” definido hace al menos tres siglos por
las cañoneras euroamericanas, pero en especial por sus pueblos anglófonos,
fue desafiado abiertamente por Rusia. Moscú decidió poner en discusión la
idea que la potestad de las reglas solo le corresponde a Occidente, es decir, a
Estados Unidos.
Con esta apuesta el mundo quedó dividido en dos, es Bipolar. Un lado
occidental y un lado oriental. El lado occidental suele atribuirse hablar en
nombre de la comunidad internacional, una ficción de los siete países que en
su día fueron los más ricos y poderosos del mundo, el G7, y que en la
actualidad representa al 9.8% de la población mundial y 50% de su PBI. Del
lado oriental, en caso de que Rusia no sea derrotada, y lo más probable es que
no lo sea, su simple acto de insubordinación contra el mandato impuesto
después de 1991, inaugura un nuevo orden internacional, con la aparición de
una potencia con capacidad y disposición, al parecer, para rivalizar con
Occidente y sostener, con sus propias armas, sus intereses estratégicos, sus
líneas rojas y su propio sistema de valores.
Rusia rompe definitivamente cualquier tipo de acercamiento con la Unión
Europea, y en particular con los países del G7, optando por una alianza
geopolítica y una integración duradera con China e India, y aquí comienza lo
interesante, porque tanto este bloque como el grupo BRICS+, con la probable
inclusión de Argentina, Irán, Egipto, Turquía y la propia Arabia Saudí, se
acercaría al 40% de la población mundial y un PIB casi igual al del G7. Ya no
habrá una potencia hegemónica o región del mundo que defina unilateralmente
sus reglas. Se podrá mostrar a este bloque como un conjunto de referencia
mundial en franco proceso de expansión y con proyección global de poder.
Comercio de semiconductores
Por otro lado, según la Asociación de la Industria de Semiconductores de
EEUU, en 2021, China tenía el 7% de la cuota de mercado mundial de
semiconductores. A modo de comparación, EEUU tenía el 46%, Corea el 21%,
Japón el 9%, la UE el 9% y Taiwán el 8%. La investigación del Centro de
Seguridad y Tecnología Emergente de EE.UU. muestra que China depende de
las empresas con sede en los EEUU y de sus aliados para poder fabricarlos. La
idea entonces es, primero, prohibir la exportación de chips de última
generación a China y, en segundo lugar, limitar la exportación de software,
equipos y componentes que China necesitaría para establecer una capacidad
soberana de fabricación avanzada de semiconductores.
En agosto, EEUU aprobó la Ley CHIPS and Science, que incluía una inversión
de 50.000 millones de dólares estadounidenses en la industria nacional de
semiconductores que había quedado obsoleta en relación con Taiwán y Corea.
El objetivo declarado de los nuevos controles americanos apunta a limitar la
capacidad de China para comprar y fabricar ciertos chips de alta gama
utilizados en aplicaciones militares. Esto obstaculizará el desarrollo y el
despliegue de inteligencia artificial en todo el país y obstaculizará el progreso
chino en comercio electrónico, vehículos autónomos, ciberseguridad, imágenes
médicas, descubrimiento de fármacos, modelado climático y mucho más.
Es en ese contexto, que el gobierno alemán está examinando actualmente una
adquisición de la producción de chips de la empresa Elmos de Dortmund por
parte del competidor sueco Silex, una subsidiaria del grupo chino Sai
Microelectronics. Las pruebas están actualmente en curso y aún no se han
completado.
El mundo ya está experimentando una escasez global de chips ,
particularmente del tipo de los menos sofisticados, producidos en China. China
también domina el 80% de la cadena de suministro global de elementos de
tierras raras que son esenciales para la mayoría de los componentes de alta
tecnología.
Esta disputa es diferente del desacuerdo por la entrada de la naviera estatal
china Cosco a manejar una terminal del puerto de Hamburgo, donde por cierto,
las compañías navieras chinas ya son copropietarias en muchos puertos de
Europa. Cosco actualmente posee acciones en al menos diez terminales
navieras europeas: Róterdam, Zeebrugge, Amberes, Valencia, Bilbao, Génova,
El Pireo, Las Palmas, Nápoles, Marsella. China Merchants, otra empresa
naviera estatal, tiene intereses en al menos ocho puertos europeos, lo que
muestra que la compra de empresas y el dinero pueden fluir como el agua en
las grietas y facilitar la apropiación de innovaciones.
Datos Económicos
Finalmente el Dow Jones perdió 145 puntos aterrizando en 32,001 puntos. En
tanto, en el petróleo, el crudo Brent se cotizó a $ 94 el WTI a $ 88 el barril y la
onza de oro a $ 1,631.
Ruy Díaz: docente hondureño.