Por Yoselina Guevara L.
Es necesario reconocer el éxito de la contraofensiva llevada a cabo por el ejército ucraniano contra las tropas de la Federación Rusa en la provincia de Kharkiv, Ucrania; pero subrayando que los Estados Unidos y su no menos poderoso aparato militar está detrás de esta victoria parcial de Kiev en el este del país.
La clave principal, tal cual como lo reseña la prensa norteamericana, ha sido el cambio en la cooperación entre las agencias de inteligencia ucraniana y estadounidense. Es decir es diferente la actitud de los funcionarios ucranianos, que antes preferían mantener sus planes operativos bajo estricto secreto y control por temor a que al compartirlos con los norteamericanos pudieran exponer sus debilidades y desalentar el apoyo estadounidense. Así mismo no olvidemos que Washington cuenta con sofisticados sistemas satelitales a través de los cuales monitorean constantemente los movimientos de las tropas tanto rusas como ucranianas. De allí que altos cargos del Pentágono y de la Casa Blanca han pedido cautela en cuanto a la contraofensiva de Kiev, expresando sus dudas sobre la capacidad de las Fuerzas Armadas de Ucrania para recuperar el control total de los territorios perdidos.
Muestran las cartas
Son interesantes las declaraciones explícitas a la prensa de miembros de las fuerzas militares y seguridad de Estados Unidos quienes han admitido su estrecha colaboración con Ucrania. Por ejemplo el director de la CIA, William Burns, declaró que la inteligencia estadounidense desempeña explícitamente un papel de apoyo a Kiev para “garantizar que Putin fracase en Ucrania”. Así mismo Evelyn Farkas, una alta funcionaria del Pentágono Secretaria de Defensa para Rusia, Ucrania y Eurasia (2012-2015) bajo la administración de Obama, expresó con respecto a la reciente contraofensiva de Ucrania “estos muchachos (ejército ucraniano) han sido entrenados durante ocho años por nuestras Operaciones Especiales. Se les ha enseñado la guerra irregular y las operaciones psicológicas”. De acuerdo a lo cual estaríamos hablando mínimo de diez años de entrenamiento; quedando demostradas las enseñanzas recibidas a través de la estrategia de “engaño-distracción” que formuló el ejército ucraniano al anunciar públicamente su voluntad de lanzar una contraofensiva en el sur del país para luego dirigirse al este. Este es un tipo de procedimiento estándar que se ha desplegado ampliamente en las operaciones especiales estadounidenses en el pasado. Pero tampoco se pueden subestimar las contribuciones del Reino Unido y sus agencias, que son cruciales en el área de la inteligencia; así como también el apoyo del resto de los países de la OTAN.
La negociación no está en la mesa
No cabe duda que Zelensky no tiene intenciones de entablar una negociación con la Federación Rusa para alcanzar la paz y evitar el derramamiento de sangre y destrucción. Por el contrario, sus planes están bien claros: continuar la ofensiva contra Rusia con la ayuda de los Estados Unidos y sus aliados. No es ningún secreto que todos los planes de Ucrania están relacionados con el suministro de armas occidentales, especialmente las pesadas. Además, Kiev ya ha solicitado a Washington el armamento necesario para golpear el territorio ruso con un mayor alcance. Esto no es solo una conjetura, de acuerdo al periódico norteamericano Wall Street Journal, “los planes del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania en 2023 incluyen un ataque al territorio de Rusia”. Para ello, Estados Unidos debe suministrar a Ucrania drones de ataque, tanques y misiles balísticos tácticos Atacms. En total señalan 29 posiciones en la lista de Kiev para golpear a Rusia.
El General de división Invierno
Sin embargo la pronta llegada del “Invierno” puede ser un factor determinante e históricamente ha jugado siempre a favor de Rusia, basta solo recordar 1812 y la derrota de Napoleón Bonaparte en Rusia o la victoria del Ejército Rojo en Stalingrado. Justamente la estación más fría del año parece delinear la estrategia de la Federación Rusa, sitiar desde el punto de vista energético a Ucrania, dejando sin electricidad y calefacción a Kiev. Zelensky en uno de sus últimos discursos le pidió más sacrificios a su pueblo para satisfacer las órdenes de sus amos del Atlántico: “el frío, el hambre, la oscuridad y la sed no son tan temibles y mortales para nosotros”. El presidente ucraniano de comediante, está tratando de cumplir un papel de héroe trágico, asumiendo un rol que va más allá de sus verdaderas capacidades.
La postura inflexible de Kiev puede no ser apreciada por toda la población cuando llegue el momento más oscuro, y seguramente más cruel. Hemos podido apreciar, a través de las redes sociales, como muchos habitantes ucranianos de la región de Kharkiv han emprendido una carrera desesperada dirigiéndose hacia el territorio de Rusia, generando filas kilométricas en los puntos fronterizos. Esto demuestra cómo han perdido toda confianza en Zelensky, o a la mejor nunca la han tenido. Lo más seguro es que Occidente, específicamente Europa, durante los meses invernales esté tan ocupada con los problemas económicos, energéticos y sociales de sus connacionales, que ignore por completo la situación acuciante hacia la que han llevado al pueblo ucraniano, víctima de un gobernante títere guiado por los deseos imperiales de los Estados Unidos y sus aliados.
Yoselina Guevara López: comunicadora social, analista política, articulista en diferentes medios internacionales, cuyo trabajo ha sido traducido al inglés, italiano, griego y sueco. Ganadora en Venezuela del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2022, mención especial Opinión y Premio Nacional de Periodismo Aníbal Nazoa 2021.