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Es la economía, estúpido
“¡Es la economía, estúpido!”, la célebre frase de James Carville, asesor del demócrata Bill Clinton en la campaña de 1992 que lo llevó a la Casa Blanca, descolocando al republicano George Bush, que seguía explotando sus éxitos en política exterior, olvidándose de los problemas cotidianos y de las necesidades más urgentes de sus ciudadanos, parece ser de rabiosa actualidad en El Salvador de 2022.
Mientras el régimen autocrático se vanagloria de los “exitos” de su guerra contra pandillas, que no deja de ser (además de una guerra preventiva contra los sectores más humildes y olvidados de la sociedad, con groseras violaciones a los más elementales derechos humanos), una patraña montada para desviar la atención pública de otros asuntos urgentes, el país acelera su paso hacia una caída imparable en el abismo de la bancarrota, el hambre, la miseria, el desempleo, el aumento de la inmigración y -paradógicamente- al eventual repunte de la delincuencia, por más cárceles repletas que el régimen se empeñe en mostrar para hacernos creer que detrás de las medidas represivas indiscriminadas existe algún tipo de política o plan.
No se trata de culpar a la situación general de la economía mundial para vendernos la idea que lo que sucede en El Salvador resulta casi inevitable, como suelen justificar en entrevistas los agentes del gobierno y, en redes sociales, los activistas y fanáticos del populista a cargo del Ejecutivo salvadoreño.
Se trata de que día a día, a lo largo de tres dolorosos años, las acciones del gobierno en materia económica solo se orientaron en una dirección, y no fue nunca hacia resolver las necesidades básicas de las grandes mayorías para asegurar una vida digna a la familia salvadoreña; lejos de ello, su orientación fue la permanente acumulación descarada de capitales en favor del grupo burgués emergente que lidera el presidente y su clan familiar.
Para lograr ese fin no se detuvieron ante nada ni ante nadie. Violaron cuanta ley se les interpusiera en sus objetivos de:
• poner el Estado exclusivamente al servicio de sus intereses;
• garantizar la subordinación del resto de sectores oligárquico-burgueses que desafiaban sus aspiraciones hegemónicas como clase dominante;
• sentar bases jurídicas para hacer del país un paraíso fiscal y de lavado, al servicio de socios y amigos de su mismo grupo, por medio del establecimiento del fiasco del Bitcoin.
Una crisis que golpea a las grandes mayorías
El desempleo y la falta de oportunidades sigue siendo altísima; en consecuencia, la migración no cesa de aumentar. No se registran soluciones reales en materia laboral, más allá de la pantomima del ministro Rolando Castro, para colocar unos pocos cientos de trabajadores en el extranjero por apenas unos meses; maniobra que se vió afectada por las sanciones estadounidenses contra el ministro, por corrupción. Los intentos de colocar personal en Qatar y Europa parecen haber fracasado, a tenor de la nula explotación mediática del asunto, pues ya sabemos que la mínima acción positiva nos hubiera inundado con exageraciones mediáticas permanentes.
Se desmantelaron programas sociales de alcance nacional, se redujeron los presupuestos y actividades de los pocos que quedaron en pie; el gobierno incrementó el desempleo con miles de despidos del sector público; sumergieron a la república en el oscurantismo ciudadano, impidiendo de hecho cualquier acceso a la información pública, paso previo imprescindible para lanzarse al desfalco institucionalizado del Estado, con préstamos que jamás se materializan en obras concretas. Insultando la inteligencia del pueblo reinauguran, pintan o remodelan obras de gobiernos anteriores, no sin antes “recordar” que aquellos “no habían hecho nada”.
El robo del siglo, que fue la expropiación del FODES a las alcaldías, hundió en la miseria los trabajos territoriales y la calidad de vida en los municipios; los fondos, hoy en manos del Ejecutivo, sirven solo para su uso discrecional en interés de los fines políticos del presidente. Todo ese conjunto de elementos constituye el marco general del pantano financiero en que han hundido al país.
La situación se traduce en una inflación desconocida en décadas (estimándose que llegará a 9% este año), con los sectores más humildes obligados por la situación a reducir su dieta a dos tiempos al día, con productos esenciales como los frijoles, el maíz, el arroz, las tortillas, el pollo, los huevos, el aceite, es decir los elementos básicos de la dieta popular en El Salvador, a precios prohibitivos y con un salario mínimo congelado e insuficiente. Diversos estudios que relacionan salario y canasta básica ampliada, estimaban en $700 el salario mínimo necesario frente a los actuales $304 en que estos promedian, de acuerdo a la siguiente tabla1:
RAMA DE ACTIVIDAD Y SUBGRUPOS
Por día Por mes
Maquila, textil y confección $11.81 $359.16
Comercio y Servicio $12.00 $365.00
Agrícola $8.00 $243.46
Recolección de Cosecha de Café $8.00 $243.46
Recolección de Cosecha de Azúcar $8.00 $243.46
Recolección de Cosecha de Algodón $8.00 $243.46
Beneficios de Café $8.96 $272.66
Beneficios de Algodón y Azúcar $8.96 $272.66
En el plano internacional, la subida de las tasas de interés anunciadas por la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) en 0.75 % que, además, puede seguir estableciendo aumentos el resto del año, agrava el riesgo país de El Salvador. Actualmente, según el Indicador de Mercados Emergentes (EMBI, Emerging Markets Bonds Index) El Salvador es el segundo país con mayor riesgo crediticio, al nivel de 25 %. Por supuesto, el crédito se encarece. En todo caso, el peligro que anuncian los economistas en relación al aumento de las tasas por la FED tiene que ver con la caída en las remesas, como resultado del temor a una posible recesión en EEUU. Si el envío de remesas cae, se afectaría el consumo local, con respercusiones en todas las áreas de una economía tan debiliitada y dependiente de aquellos recursos.
1 Fuente: WageIndicator 2022 – Tusalario.org/ElSalvador – Salario Mínimo
El carácter clasista del gobierno
Pero no todos salen perdiendo con el manejo aventurero de las finanzas. Demostrando el carácter clasista del régimen, mientras las clases trabajadoras han perdido de manera sistemática, los empresarios acumulan ganancias. Así lo revelan los datos del Banco Central de Reserva (BCR): entre 2019 y 2021, la suma total de los salarios creció 2.7% pero la ganancia de las empresas lo hizo en un 7%. La ganancia empresarial está ganando terreno con respecto a los salarios.
En 2019, el PIB de El Salvador fue de U$S26,881.14 millones, de los cuales 10,299,85 millones correspondieron al pago de remuneraciones y 10,193.96 millones a la ganancia empresarial. La masa salarial fue U$S106 millones mayor que las ganancias empresariales.
En 2021 la relación se invirtió. El PIB fue de 28,736.94 millones; a la ganancia empresarial le correspondieron 10,888.26 millones y a las remuneraciones (salarios) 10,583.97 millones. La ganancia de las empresas fue mayor en 304 millones.
En 2021 cuando los precios empiezan a dispararse con una inflación del 6%, golpean con fuerza a la población de bajos ingresos. Aquella ganancia empresarial, que podía moderar el golpe inflacionario en las clases populares, no se distribuyó en mejoras salariales ni de ninguna otra manera, sino que se concentró en dividendos empresariales, (las empresas se quedaron con las ganancias, evitando la redistribución de riqueza).
Al mismo tiempo, los grandes productores trasladan el aumento de sus costos de producción a los precios de sus productos finales, y de allí al mercado, afectando también a los sectores trabajadores, algo que por otra parte en mucha menor medida están en condiciones de hacer
los pequeños y medianos productores, que ven afectadas también sus ganancias, sin posibilidades reales de trasladar esos costos a sus clientes, viendo crecer así el fantasma de la quiebra.
El gobierno, mientras tanto, no ha querido alterar aspectos impositivos en favor de las mayorías, a pesar de que se le ha propuesto por vía legislativa la supresión del IVA a los productos de la canasta básica y a los insumos agrícolas para los micro, pequeños y medianos productores agrarios, incluida la agricultura familiar, tal como propuso el GP FMLN. En lugar de ello, decide la importación directa de insumos agrícolas, sin pasar por los canales habituales de compra, para supuestamente distribuirlo a precios preferenciales a los productores. Sin embargo, a partir de la conducta histórica de corrupción de este gobierno, sus funcionarios y amigos, es bastante lógico suponer que este será otro lucrativo negocio para empresarios cercanos al clan de gobierno, a costa de las necesidades más extremas de las mayorías populares. Los casos, desde la pandemia de COVID19 en adelante, son reveladores de este tipo de actitud, particularmente en cuestiones médicas y agrícolas.
El desastroso Bitcoin
Los precios en el mercado de los cripto-activos han sufrido importantes presiones durante la mayor parte de 2022. Sus retrocesos superan por mucho los de otros activos de riesgo. Afirman los expertos financieros en casi toda publicación seria en la materia, que hoy más que nunca sería temerario especular con ellos.
Las compras especulativas de Bitcoin, a las que difícilmente podría llamárseles inversión,2 que realizó con capital de los salvadoreños su presidente, han caído más de 70 por ciento. El Bitcoin se compra en estos días por debajo de los 19,000 dólares y ha ocasionado a la fecha una pérdida al estado salvadoreño que ronda ya los U$S 50 millones.
Como es habitual en el autoritario presidente de El Salvador, prefiere ignorar las críticas o dar saltos hacia adelante como forma de huida. Así ocurre con el Bitcoin. El desastre es anunciado por todos los medios; en todos los países, el “corralito” del cripto-activo y la aceleración permanente de su caída no permiten estimar aún el fin de la misma. Las mayores empresas de cripto-activos están, además, despidiendo personal masivamente. En organizaciones que nacen para la especulación permanente, resulta normal que hoy intenten neutralizar sus pérdidas, dando pasos hacia su posible salida de un mercado que puede haberse agotado.
¿Y qué hace el presidente del único país que apostó a un casino sin respaldos? Expresar confianza (¡!), asegurar que el cripto-activo subirá, y recomendar que nadie entre en pánico, que mejor “disfruten la vida” en lugar de mirar las gráficas de caída escandalosa. Para darle algún valor a sus crecientemente desvalorizadas palabras, anuncia una criptomoneda salvadoreña, cuyas “ganancias” se invertirían en 5 carteras (Educación, Salud, INDES, Cultura y Vivienda).
Toda la maniobra tiene el aspecto de una nueva acción especulativa, en asocio con empresas extranjeras, esta vez canadienses, que parecen haber encontrado en El Salvador el paraíso del entreguismo y el reino de la especulación con fondos públicos. Las críticas no se hicieron esperar, la caída en la confianza de la capacidad de pagos de El Salvador muestra récords históricos, y a esta altura parece evidente que las “cripto-especulaciones”, resultan un atractivo para inescrupulosos empresarios extranjeros con mentalidad neocolonial. Está claro que el pueblo salvadoreño hace mucho que le ha dado la espalda a este tipo de ocurrencias presidenciales.
Contrastes insultantes
Como una forma más de evidenciar la parálisis de este gobierno en cualquier cosa que no tenga que ver con el impulso a sus negocios privados, la región de América Central y el sur de México fue golpeada por una serie de inclemencias climáticas, tormentas tropicales y depresiones que, en el caso de El Salvador, dejaron al descubierto que la ya conocida vulnerabilidad territorial no ha sido mitigada ni atendida en ningún caso por el gobierno de El Salvador.
Resultaba dramático ver familias y comunidades que habían perdido vidas y bienes, esperando ayudas que no llegaban, mientras el arrogante ministro de gobernación, Bidegain, en conferencia de prensa prefiere negar las denuncias de pobladores de la zona de Acajutla, respecto al abandono que sufren por parte del Estado, y atacar al mensajero, LPG, que reportó los hechos con declaraciones y videos; es el estilo arrogante característico de este gobierno.
Entre tanto, los medios oficialistas mostraban otro país, uno de lujos, de surf, de torneos internacionales, de personajes que nadie conoce más que en su ámbito, pero que el
2 Ver El Financiero, 17 de junio de 2022, https://www.eleconomista.com.mx/mercados/El-trader-Bukele-quiere promediar-a-la-baja-20220617-0074.html
presidente se desvive por presentar como “el verdadero El Salvador”, de espaldas a la miseria y el dolor del pueblo, del cual se desentiende. Prefiere pintar el país de maravillas que fabrican desde sus centros de generación de percepciones, ese país adonde pertenece la ciudad Bitcoin, el tren fantasma del Pacífico, el aeropuerto del oriente, y demás ilusiones envueltas en papel de regalo que suele presentar a la opinión pública cuando necesita desviar la atención de problemas verdaderos.
Nos recuerda aquel falso “país de la sonrisa” que la dictadura del General Molina, pretendía utilizar como propaganda exterior de un país inexistente, feliz, sin muertos, sin torturados ni asesinados, sin exiliados, sin la UES tomada militarmente, sin la masacre del 19 de julio de
1975, ni las muchas y trágicas masacres de aquellos años de dictadura, un país al que vendían como si estuviera sonriendo eternamente por una elección de Miss Universo; un El Salvador donde, según la propaganda, parecía que el pueblo se la pasaba bailando y disfrutando de sol y playa.
Annus horribilis
Ya sabemos dónde terminó aquel falso país de la sonrisa. Alguien debería advertírselo al personaje que pretende ignorar la historia de luchas de este pueblo, y que habita por estos días la casa presidencial.
Será bueno que lo recuerde porque 2022 parece estar convirtiéndose en Annus Horribilis para el régimen. No dejan de sucederse los entrampamientos, frustraciones, fracasos, que cada vez cuesta más diluir y disimular a fuerza de pura manipulación mediática, noticias falsas, imposición de agenda, y demás especialidades del clan gobernante. Veamos algunos:
• Su falso plan de control territorial, con el que había sacado pecho durante dos años, se desbarranca en 72 horas en marzo;
• salen a la luz irrefutables evidencias del pacto mantenido con las pandillas criminales, en una suerte de co-gobernabilidad que había reducido artificialmente los homicidios;
• a la fecha sigue demostrando su incapacidad para desmentir con argumentos la denuncia periodística;
• su reticencia a extraditar pandilleros a EEUU se enfrenta con la permanente exigencia de Washington, que no le da respiro al respecto, y que parece una prueba más de sus acuerdos con criminales;
• la apuesta financiera por el BTC duró apenas unos meses. Hoy, la franca debacle del cripto-activo amenaza con llevarse por delante todo el esquema especulativo financiero sobre el que pretendió montar su gestión;
• la crisis económica mundial que podía haber sido una excusa plausible para eludir responsabilidades en su debacle económica, no explica por qué El Salvador es el país con menos crecimiento económico de Centroamérica (2.7%) y con la peor proyección para 2023 (1.9%), según el BM;
• su guerra contra pandillas, empieza a revertirse, en tanto se acumulan denuncias de detenciones arbitrarias, muerte de prisioneros y violaciones a DDHH, al tiempo que su régimen de excepción empieza a ser visto en el mundo como lo que es: un plan represivo preventivo contra el pueblo bajo la excusa de la lucha contra el crimen.
En semejantes circunstancias, y empeñado el régimen en seguir violando las leyes y la constitución, reprimiendo preventivamente y manipulando mediáticamente, parece haber llegado la hora de que las fuerzas populares empiecen por fin a conformar el frente de lucha necesario para impedir maniobras futuras.
Las cotas de aprobación popular en una situación tan delicada y frágil como la actual suelen tener un valor bastante relativo. Normalmente la propaganda no es capaz de calmar el hambre y entonces, la aprobación y el encanto pueden caer tan rápido como han ascendido. Si el régimen no está aún acorralado ni debilitado es, en gran parte, por la debilidad del frente opositor.
Sumar todo lo que pueda ser sumado, organizar desde abajo, denunciar dentro y fuera del país, y marchar codo a codo con las familias que, a causa del hambre, la represión o el abandono, solo encontrarán un horizonte de esperanza en la lucha de todo el pueblo. La calle y la lucha organizada será seguramente el territorio de las definiciones políticas. Ese acumulado será un factor de victoria, que podría dar por tierra incluso con las actuales maniobras ilegales de reelección.
PD: COLOMBIA TRIUNFA Un saludo al pueblo de Colombia, que por primera vez en su historia republicana ha logrado romper la hegemonía de una derecha oligárquica recalcitrante y de un imperialismo que pierde hoy uno de sus más estratégicos bastiones del continente, porque esa oligarquía estaba a su servicio para permitirle desde allí, agredir y amenazar otros pueblos hermanos.
Se acercan, sin duda, enormes desafíos que el pueblo colombiano; organizado y en movilización permanente, los sabrá enfrentar con su sabiduría y experiencia. Pero hoy, este paso gigantesco, que un pueblo tan sufrido y heroico acaba de dar, no puede ni debe en forma alguna ser minimizado. En el recuerdo del pueblo triunfador permanecen sin duda, generaciones de héroes y heroínas que dieron su vida por hacer que este momento llegara. Por fin se abre la puerta para que aquellos acuerdos de paz que tanto sacrificio costaron puedan empezar a implementarse
¡Viva el pueblo colombiano en Lucha y Victoria!
Su ejemplo hoy se convierte también en enseñanza para todos los pueblos en lucha de Nuestra América.
RLL