Sobrevivientes de las víctimas de la masacre cometida por las Fuerzas Armadas de El Salvador, concretamente el Batallón élite Atlacatl, de contrainsurgencia entrenado en por instructores militares de y en los Estados Unidos arribó después de muchos meses de entrenamiento y preparación para enfrentar a la guerrilla del FMLN.
Sin embargo ese “enfrentamiento” lo realizó en contra de la población civil desarmada ancianos, mujeres en estado de embarazo, niñas y niños incluso hasta recién nacidos. Operativo comandado y dirigido por el funestamente recordado coronel Domingo Monterrosa, por sus crímenes contra la población campesina.
Una orgía de sangre se cometió con el aval del presidente de turno y la servil complicidad de las Fuerzas Armadas con el benéplacito tanto de la oligarquía criolla como de la administración de los Estados Unidos.
Entre el 9 y 12 de diciembre de 1981, aplicaron fielmente una de las famosas y tenebrosas tácticas utilizadas por El ejército norteamericano, la llamada “Pez fuera del agua” que consiste en aniquilar la población civil ya que, ésta es un fuente de nuevos combatientes para la insurgencia.
En los manuales de guerra del ejérctio de Estados Unidos hay muchas otras tantas y están concentradas en evitar que la opocisión de izquierda avance en su proyecto revolucionario.
El Salvador no fue la excepción y El Mozote, Los Toriles y La Joya fueron utilizados como: 1-un laboratorio para que los integrantes del Batallón Atlacatl pusiera en práctica lo que había aprendido. 2- Sembrar el terror y el miedo entre la población. 3- Congraciarse con oligarcas y asesores para mostrar de lo que podían ser capaces en la primera operación militar de dicho batallón. 4- Presentar a las víctimas como bajas “terroristas” y con el estribillo de entonces del fantasma del comunismo internacional.
A 40 años y meses de esa acción brutal y condenada a nivel nacional como internacional el actual mandatario de El Salvador ha llegado a declarar descaradamente ante las vícitimas que todo eso fue una farsa como sí nunca hubieran existido tantas vidas cegadas por las balas enviadas por la administración norteamericana a cargo del entonces presidente norteamericano Ronald Reagan.
Y el susodicho señor, además de negar oralmente lo que es uno de los crímenes de guerra más atroces, en todo el hemisferio occidental raya de ignorante o de ser cavernícola con saco y corbata que ennaltece la barbarie y pretende ocultarla destruyendo la memoria del genocidio cometido contra los compatriotas del campo.
En ese afán el inquilino de Casa Presidencial además arremete contra los monumentos que se han erigido a la Memoria, respeto y testitmonio de parte de los capítulos oscuros en la historia de nuestro pueblo a lo largo y ancho del territorio.
Por eso y muchas razones más, los familares sobrevivientes de las vícitimas del Mozote, Las Joyas y Los Toriles demandan que no Olvidemos lo que pasó en esos lugares y que nunca más vuelva a ocurrir.
El Mozote está presente en la memoria colectiva del pueblo salvadoreño y de la humanidad.
Ahora que se pretende desturir ese monumento pedios doblar los esfuerzos para la defensa ye el rescata de la memoria histórica.
Ante tales hechos despierta indginación, rechazo y condena de todos los sectores conscientes, progresistas y democráticos de la sociedad.
A continuación imágenes de con demandas de los sobrevivientes de las víctimas durante una conferencia de prensa brindada a los medios de prensa nacionales denunciando los atropellos al estar y /o pretender los monumentos que son parte sagrada y viven en el corazón y la mente de nuestro pueblo.
El Salvador: víctimas de la masacre de El Mozote demandan justicia. Video de TeleSur de hace 3 años que no por ello deja de tener vigencia.