6 de octubre 1979
Julio Ernesto Castillo Olla, originario de Apaneca, Ahuachapán, militante de las FPL. Muere en un operativo guerrillero el 6 de octubre de 1979.
6 de octubre de 1980
Escuadrones de la Muerte de la ciudad de Chalatenango, llegaron en un microbús color verde, entre las 10:00 p.m. y la 1:00 a.m. del día 7 de octubre y allanaron la casa de la familia Alvarenga Menjívar, ubicada en reubicación 3, Santa Teresa, jurisdicción de Chalatenango y asesinaron a siete miembros de esa familia.
6 de octubre de 1983
Fue asesinado Manuel de Jesús Melgar en su casa de habitación, en horas de la noche, por Escuadrones de la Muerte, era mecánico del Ingenio La Magdalena, y Secretario General Departamental del Sindicato Nacional del Azúcar (SINA).
7 de octubre de 1980
El padre Manuel Antonio Reyes Mónico, de 35 años de edad, después de amenazas y acusaciones, invadieron su vivienda, y ahí fue capturado y desaparecido por la Guardia Nacional. Al día siguiente el Ministro de Defensa prometió a Monseñor Rivera & Damas, averiguar ante la Policía Nacional sobre la desaparición del sacerdote. Pero ese mismo día fue localizado su cadáver en un poblado del interior, con un tiro en la boca y otro en el pecho. El sacerdote estaba destacado en la parroquia de Santa Marta en la colonia 10 de Septiembre de San Salvador.
7 de octubre 1982
Desde su nacimiento en enero de 1981 había transmitido en lo que se conoce como onda corta, pero en esta fecha dioó un salto de calidad en su nivel de comunicaciones, con la implementación de transmisiones a través de la banda radiofónica de frecuencia modulada (AM).
Radio Venceremos
7 de octubre de 1983
La Brigada Anticomunista Maximiliano Hernández Martínez se responsabilizó del asesinato de cuatro compañeros del Partido Comunista de El Salvador PCS, en la Colonia Santa Eugenia, Barrio San Miguelito: Santiago Hernández Jiménez, Secretario General de la Federación Unitaria Sindical de El Salvador (FUSS), Víctor Manuel Quintanilla representante del FDR en San Salvador, José Antonio García Vázquez y la Doctora Dora Muñoz Castillo, catedrática de la Universidad de El Salvador (UES). Todos mostraban huellas de torturas y de su muerte se responsabilizaron los escuadrones de Roberto D´Abuisson.