Un día como hoy, 24 de julio, pero de 1783, nació Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco, conocido como Simón Bolívar, el hombre, estratega militar, líder, comunicador y quien con su genialidad y estudio superó las adversidades que caracterizaron a aquellos tiempos en los que necesario era vencer y defender la emancipación de los pueblos del Sur.
Su ímpetu, intuición y capacidad de mover a las masas hoy más que un legado es el referente ideológico que guía el sendero de los hombres y mujeres que están resueltos a ser libres.
A 238 años de su nacimiento, el espíritu de combate antiimperialista y de compromiso patriótico es mayor porque se conmemoran los 200 años de la Batalla de Carabobo, en la que el Padre de la Patria consagró la independencia de Venezuela, resultando triunfador junto a un contingente de hombres y mujeres, en su mayoría jóvenes, quienes tuvieron una emblemática acción en la crucial tarea de comunicar con la imprenta y llevar en tiempo real lo que ocurría en esos tiempo.
Siempre luchando desde la arena del discurso y la acción, su norte se mantuvo en consolidar la unión política como punta de lanza para poder asumir y llevar a cabo las tareas en el mando militar y preparar la defensa en este ámbito.
“Anhelo por el momento de transmitir este poder a los representantes que debéis nombrar y espero, ciudadanos, que me eximáis de un destino que alguno de nosotros podrá llenar dignamente, permitiéndome el honor a que únicamente aspiro, que es el de continuar combatiendo a vuestros enemigos; pues no envainaré jamás la espada, mientras la libertad de mi patria no esté completamente asegurada”, dijo por el año de 1814 El Libertador, dejando ver su carácter y su convicción desde siempre.
Esa determinación en Bolívar se mantuvo y se fortaleció, pues para 1821, junto su Estado Mayor General, mantenían un acoplamiento sin parangón en la toma de decisiones que los conduciría a consolidar su posición política y militar.
Si queremos, además de recordar al Padre de la Patria, hacer acción viva su gesta, no debemos perder de vista su acción estratégica magistral: La Batalla final en la sabana de Carabobo, luego de la ruptura del armisticio el 28 de abril de 1821, precedida por maniobras extremadamente planificadas y con una velocidad de ejecución impredecible para ser detectada por el enemigo.
Aquí es donde entra esa genialidad y capacidad de convocatoria y fuerza en promover la unidad cívico-militar; al desplazar a miles de patriotas en una operación estratégica de concentración de masa, para generar la fuerza necesaria y desarticular los elementos realistas que confiados en su entrenamiento y experiencia, esperaban destruir al Ejército Libertador. Se imponía así el carácter estratégico del Libertador y su mística para mover a las multitudes en aras de la victoria y la libertad.
Así como Carabobo vio nacer la Patria; hoy estamos conmemorando el natalicio del hombre de las dificultades, un ser humano que se debió al pueblo llano, sin dudas, llegando a convertirse en el fundador de la Gran Colombia y una de las figuras más destacadas de la emancipación americana frente a la colonia española, dando de manera decisiva la independencia a Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.
Bolívar desaparece físicamente en Santa Marta, República de Colombia, el 17 de diciembre de 1830, y es sólo físicamente porque sus ideas y fuerza continúan siendo el faro que guía a los bolivarianos y bolivarianas en estos tiempos de Revolución, con un pueblo emancipador.
Hoy, el pensamiento, vida y obra del Padre de la Patria está más vigente que nunca, 238 años después su sentido tan visionario es tomado y ejercido por quienes, ahora, les corresponde hacer frente a los ataques neocolonizadores; 200 años atrás provenientes del imperio español, hoy son amenazas que provienen del Norte de nuestra América
Prensa Presidencial