Como lo dijimos semanas atrás, a partir del 1º. de mayo se han producido un conjunto de medidas políticas arbitrarias por parte del Ejecutivo, la Asamblea Legislativa, la Fiscalía, la Corte Suprema de Justicia y las municipalidades; hechos que han golpeado la institucionalidad del país, pero sobre todo la vida de millares de familias.
Desde esa fecha miles de trabajadoras y trabajadores han sido despedidos de las municipalidades y de la Asamblea Legislativa, sin seguir el debido proceso; con el argumento de que son plazas innecesarias o puestos de confianza, se ha cesado inclusive a personas que estaban por jubilarse y hasta con problemas crónicos de salud.
A ello se suma la decisión de la bancada oficialista, a petición de Bukele, de convertir el Bitcoin en moneda nacional, otra medida que golpeará más la ya precaria economía del país. El Bitcoin es una ¨moneda¨ utilizada en las casas de juego y en las transacciones financieras que hacen los grupos vinculados al narcotráfico, justamente para evadir los controles internacionales.
El gobierno y sus voceros buscan hacer creer que con eso resolverán los problemas económicos del país y hasta sacará de la pobreza a la gente, tal como lo prometió la derecha cuando aprobó la dolarización en 2001. Pero Bukele y su grupo juegan a la especulación financiera porque no les interesa el país, que solo podría tener un respiro económico con inversiones productivas que generen empleo. En cambio, la especulación y el lavado son las dos formas que, como lo hace el crimen organizado en todo el mundo, ha preferido el clan de los Bukele para enriquecerse aun más a costa de los incautos que crean sus insostenibles mentiras
Tal como lo hicieron cuando la dolarización, por un lado se anuncia que el uso del Bitcoin será opcional y por el otro, se establece que su uso será obligatorio. Vale recordar que en 2001 la derecha también dijo que circularían el Dólar y el Colón, y en menos de un año nuestra moneda nacional había desaparecido por completo.
Por otra parte, grandes temas como el derecho al agua, la situación de las y los pensionados, el pago a los veteranos de guerra, la agricultura, y otros de interés de la gente, fueron enviados a los archivos de la Asamblea Legislativa. Con la misma matonería que caracteriza al régimen, también se lanzan amenazas a periodistas, medios de comunicación y diversas ONG, algo sólo visto durante los años de la dictadura militar del Siglo XX.
En medio de toda esta situación, el domingo 6 y el martes 8 de junio se dieron dos importantes movilizaciones. En la primera diversos sectores de la oposición demostraron por fin una inicial medida de protesta pública contra el régimen de Bukele y su clan. En la segunda diversas organizaciones sociales marcharon hasta la Asamblea Legislativa exigiendo se respete el derecho al agua.
¡Bienvenida toda acción organizada de la gente en defensa de sus derechos! Coherentes con lo anterior, esperamos el acompañamiento claro y decidido de nuestras diputadas y diputados dándole iniciativa de Ley a las propuestas del pueblo, pero, ante todo, acompañando a la gente en las luchas de calles.
San Salvador, junio 12 de 2021