1. Tras la solicitud que le hizo la comisión de salud de la Asamblea Legislativa al Órgano Ejecutivo, para que informe sobre el funcionamiento del Hospital El Salvador, el subdirector de dicho nosocomio llegó a exponer y dejó más dudas que aclaraciones sobre la atención a los pacientes en dicho hospital.
2. En la construcción del hospital se han invertido cuantiosos recursos de forma ineficiente y hay indicios de corrupción investigados por la Fiscalía General de la República. El área de hospitalización solo funciona en la estructura remodelada del Centro Internacional de Ferias y Convenciones de El Salvador (CIFCO) y no se conocen avances de la nueva construcción en el área de parqueo.
3. El hospital tiene 1,000 camas, 300 de las cuales son de Unidades de Cuidados Intensivos, y solo 18 médicos intensivistas contratados. Si se tuvieran todas las camas ocupadas, cada intensivista tendría que atender a 16 pacientes, lo cual es prácticamente imposible y revela la falta de efectividad y calidad en la atención de cuidados intensivos.
4. Desde el inicio de operaciones, el 24 de julio, hasta el informe brindado a la comisión de salud, se han atendido 2,826 pacientes, de los cuales 928 han fallecido por COVID en sus instalaciones (33%). Eso significa que de cada 100 pacientes que ingresan mueren 33, una tasa de letalidad hospitalaria muy elevada.
5. En otros países la letalidad se debe principalmente a la falta de ventiladores mecánicos. En nuestro país, en el caso del Hospital El Salvador, según el informe oficial hay 1,200 respiradores artificiales pero no se sabe cuál ha sido el comportamiento y el tipo de pacientes que han fallecido, lo que dificulta tomar las medidas pertinentes para mejorar la atención.
6. Otro aspecto crítico del informe oficial es la falta de criterios para el ingreso de pacientes, pues por tratarse de un Hospital de Tercer Nivel y especializado en COVID 19, los pacientes deben ser evaluados clínicamente antes de ser ingresados. Una diputada del partido GANA aceptó públicamente haber referido pacientes que fueron ingresados sin especificar el criterio clínico para ello. Dicha aseveración se confirmó cuando el subdirector aceptó el ingreso de pacientes sin especificar su estado.
7. Según el informe oficial, el Hospital El Salvador, que se supone especializado en COVID 19, no cuenta con las pruebas diagnósticas necesarias, RT – PCR, para diagnóstico de COVID, pues solo se realizan 75 semanales. A los pacientes que no se les hicieron pruebas y fallecieron no se les clasificó como fallecidos por COVID 19. ¿Cómo es posible que con tanta inversión y con el nivel de especialización de este hospital no se prioricen las pruebas a los pacientes ingresados?
8. Por otra parte, la sub directora del Instituto Nacional de Salud, instancia del MINSAL encargada de procesar las pruebas, le informó a la comisión de salud que desde el inicio de la pandemia se habían realizado 74,481 pruebas, apenas el 17% de las 514,708 reportadas en el sitio web del MINSAL. El Gobierno manipula las cifras para confundir y obtener réditos políticos electorales, sin importarle el tratamiento oportuno y de calidad a la población.
9. El Ejecutivo se resiste a establecer una coordinación con instancias gremiales del área de salud, académicas y científicas para evaluar los protocolos de manejo que permitan reducir la tasa de letalidad del hospital y para que mejore la expectativa de curación, así como la calidad de vida de los pacientes recuperados, previniendo a su vez discapacidades relacionadas con la enfermedad.
10. La falta de transparencia del Gobierno parece no tener límites, lo que se evidencia al haber declarado que la información epidemiológica se clasifique como reservada, es decir, inaccesible para analizar desde la ciudadanía y sus organizaciones los efectos de la enfermedad y de las acciones que realiza el Ejecutivo.
Las instituciones científicas y académicas, los medios de comunicación y la sociedad en general deben exigirle al Ejecutivo que, además de rendir cuentas de los millonarios fondos invertidos en el Hospital El Salvador, proporcione la información epidemiológica, de protocolos de actuación y su cumplimiento, así como de los indicadores hospitalarios y de resultado sobre la atención a los pacientes ingresados en ese nosocomio.
San Salvador, 23 de noviembre de 2020