Un desmantelamiento calculado y encubierto de programas sociales y otras compensaciones económicas, viene siendo ejecutado por el gobierno de Nayib Bukele, afirmó el economista César Villalona.
En el marco de los primeros 100 días de gobierno, el economista César Villalona analizó algunas acciones y conductas del gobernante Nayib Bukele, y destacó “que ha comenzado el desmantelamiento de programas sociales” y procesos de despidos de empleados, concentrados en dependencias que pertenecieron a Casa Presidencial.
Para Villalona, todas estas acciones coinciden con el anuncio de “medicina amarga” de la que habló Bukele a los salvadoreños en su discurso de toma de posesión.
¿Cuáles son las acciones? preguntó el economista en una entrevista en Radio Maya Visión y respondió, entre ellas, la desaparición sin explicaciones del programa Jóvenes con Todo y el cierre paulatino y encubierto de algunos Equipos Comunitarios de Salud Familiar (Ecos Familiares).
Bukele ha dejado en el limbo los programas de atención a la mujer en Ciudad Mujer y se resiste a reabrir el programa Misión Milagro del centro oftalmológico, en el hospital Santa Gertrudis de San Vicente.
“Lo peor de los despidos y cierre de servicios de Ciudad Mujer es que los programas serán ejecutados por el Ministerio de Desarrollo Social, un ministerio que ni siquiera ha sido creado pero sí tiene una ministra nombrada”, señaló Villalona.
Cuestionó el cierre de Ecos Familiares, que en el territorio funcionan 576 centros “que le dan una buena atención en salud a la población”.
Los Ecos Familiares forman parte de la reforma de salud y están basados en un modelo de atención primaria de salud y con enfoque de salud familiar, impulsados por el Ministerio de Salud en la gestión presidencial de Salvador Sánchez Cerén, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud y se pretende a través de los Ecos garantizar el derecho a la salud y el acceso efectivo de la población cerca de su hogar.
En el área de salud, el actual gobierno enfrenta una crisis de atención en el hospital Rosales, el desabastecimiento y escasez de medicamentos en el hospital Zacamil y una mala estrategia frente al incremento de los casos de dengue.
Fuente: Verdad Digital