Mentiras descaradas de las fórmulas presidenciales de derecha

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Históricamente, las campañas electorales de la derecha se han caracterizado por la mentira. Sus campañas no pueden tener otra fuente más que la ficción disfrazada de “verdad”, porque todos los partidos de derecha son en sí mismo, instrumentos que utilizan las burguesías para hacer creer a las clases trabajadoras que cuando, por vía electoral, lleguen a la presidencia de la República, gobernarán en beneficio de las mayorías. Pero, una vez en el gobierno se “olvidan” de sus promesas, pisoteando los intereses populares y defendiendo los intereses de los grupos de poder económico.

No obstante, gran parte de la población está consciente que la derecha no es opción para el bien del país, las fórmulas presidenciales de ARENA y GANA, continúan apostándole a una campaña de mentiras descaradas para captar votos de un sector importante de la población que se deja llevar por las promesas ficticias difundidas en los medios de comunicación y especialmente en las redes sociales.

Ejemplo significativo, entre un montón de mentiras de la derecha, ha sido la alharaca montada por Calleja y Bukele en relación a su “propuesta” de derogar la «Ley de contribución especial para la seguridad ciudadana y convivencia». Ambos, más que estar preocupados por la situación económica de la población, realizan un “show mediático” de ataques verbales entre ellos que tiene como objetivo desgastar al gobierno del FMLN; criticando dicha ley y asegurando que en su gobierno eliminarán la contribución a la seguridad y otros impuestos más.

En la práctica, lo que persiguen es mantener o aumentar su “rating” mediático, ya que, dicha propuesta es una mentira descarada por las razones siguientes: primero, ningún gobierno puede hacer funcionar el Estado sin recaudar impuestos, porque son la fuente principal para invertir en salud, educación, seguridad, etc.; segundo, el contribución a la seguridad ha sido invertida en beneficio de la población en cuanto sirve para sufragar la prevención y combate de la violencia; y tercero, constitucionalmente la atribución de poner o quitar tributos no corresponde a la Presidencia de la República, sino a la Asamblea Legislativa. 

Tanto Calleja como Bukele utilizan esa promesa populista para atraer el apoyo a sus candidaturas. Sin embargo, la población debe caer en la cuenta que sus propósitos son anti-populares, ya que si se eliminara el 5% de la contribución a la seguridad, este y el próximo gobierno ya no podrían financiar todos los programas de prevención y combate a la violencia que han dado resultados beneficiando a la población, y principalmente a la juventud. 

Lo que ocultan estos candidatos, que presentan propuestas populistas como esta de quitar impuestos y contribuciones, es cómo van a resolver el problema financiero que enfrenta el país y que sus partidos son los responsables de la debacle económica; ARENA implementó junto a la gente de GANA el modelo económico neoliberal que asfixió por completo los recursos del Estado; fue esa época donde vendieron todas las empresas rentables del sector público, donde quitaron la potestad al gobierno para regular y controlar sectores estratégicos de la economía, adquirieron una enorme deuda con organismos financieros internacionales y aplicaron las recetas más radicales que llegaban de esas instituciones. 

Lo que hacen hoy los demagogos candidatos y empresarios no es más que hacer una campaña sucia como siempre la han realizado, basada en la mentira y la deshonestidad: noticias falsas, acusaciones sin fundamento, propuestas irrealizables, promesas sin saber cómo deben ser financiadas. Lo que venden no es el cambio, tratan de vender humo y más adormecimiento, aprovechando el descontento de ciertos sectores que han comprado la idea vendida por la derecha que “el país está en crisis”. Las propuestas no son reales, se destacan por no tener ni la menor idea de cómo se conduce el gobierno pues dejan de lado las formas de financiamiento para los programas gubernamentales, porque tienen una apuesta: eliminar los programas económicos y sociales que favorecen a las mayorías. 

Ahora, Calleja presenta a ARENA como una derecha renovada y Bukele se presenta como alguien diferente a la derecha y a la izquierda, o sea como alguien que “tiene una forma diferente de hacer política”. Sin embargo, entre ambos la única diferencia son los colores de sus banderas, ya que sus campañas son igualmente populistas y mentirosas.

Por ende, no hay nada nuevo en la campaña dirigida por la derecha, es más de lo mismo, lo que indica el tipo de oposición que tendrá el próximo gobierno de izquierda. Las verdaderas propuestas las dirige el FMLN y sus candidatos Hugo Martínez y Karina Sosa, quienes han explicado a detalle las formas cómo desarrollarán su programa de gobierno en cuanto a la economía, lo social y la política pública, lo cual genera mucha confianza en la población que no permitirá que regrese la larga noche neoliberal