Terminada la guerra civil y firmados los Acuerdos de Paz, inició un proceso de apertura de espacios democráticos, como una conquista popular sintetizada en la lucha heroica del FMLN contra la dictadura militar y la oligarquía. Pero a la par caminaba una ofensiva neoliberal de los gobiernos de ARENA que se extendió veinte años. Fue un periodo nefasto, en el que la derecha oligárquica puso en el centro sus riquezas, privatizó servicios públicos, destruyó el agro, dolarizó la economía y saqueó el Estado; provocando la agudización de la pobreza y un deterioro progresivo de la calidad de vida, es decir, obstaculizó el desarrollo humano de la mayoría de salvadoreños y salvadoreñas.
Los mismos representantes de la oligarquía que causaron desastres socio-económicos golpeando a los sectores más empobrecidos, ahora se presentan cínicamente, en la décimo octava edición del Encuentro Nacional de la Empresa Privada (ENADE), como un sector que tiene las propuestas de “desarrollo humano” que solucionarán los problemas de país. Sin embargo, el propósito nocivo de este encuentro organizado por la ANEP, no ha cambiado desde que se realizó por primera vez en el 2000. El ENADE de la ANEP es la expresión gremial de la burguesía oligárquica, la cual pretende jugar un “papel de primer orden en el desarrollo nacional”, restableciendo un modelo económico neoliberal, para cuyo objetivo es indispensable que ARENA llegue nuevamente a la presidencia de la República.
Esta acción está en el marco de su estrategia ideológica anti-izquierda que persigue detener los avances socio-económicos logrados por los gobiernos del FMLN; en esta operan sus intelectuales orgánicos y medios de comunicación, articulando la “propuesta” del ENADE con la campaña propagandística de ARENA.
Primero, los contenidos de la propuesta de ANEP en el ENADE 2018 son los mismos de la campaña presidencial de la alianza de derecha encabezada por ARENA. Así, a manera de ejemplo, el lema del ENADE “Desarrollo humano y empleo”, prácticamente reproduce el mensaje central de Carlos Calleja que, desde el inicio de su campaña adelantada, ha sido precisamente la “generación de empleo”; en cuanto lo presentan como el candidato con mayor experiencia para crear empleos por ser un “empresario exitoso dador de empleos” en su cadena de supermercados. No obstante, Calleja demostró en su participación la falta de capacidad y propuestas concretas relacionadas al tema; mientras el único candidato de izquierda, Hugo Martínez, presentó una propuesta real y clara basada en la continuidad de los avances logrados por el gobierno del FMLN al respecto.
Segundo, el presidente de ANEP, Luis Cardenal Debayle, nunca ha sido un anfitrión “neutral” o “despolitizado” como pretenden aparentar. Este personaje, además de ser un gran empresario, es miembro orgánico de ARENA, ya que fue su candidato a alcalde de San Salvador en el 2000 y Ministro de Turismo en el gobierno corrupto de Antonio Saca. También fue fundador de FUSADES, directivo de ASI y presidente de la Cámara de Comercio e Industria; todos instrumentos de la burguesía oligárquica; lo cual demuestra, que si bien participaron como invitados el candidato presidencial del FMLN y el Vice-presidente de la República, Oscar Ortiz, el evento fue hecho con el fin de posicionar exclusivamente la imagen del candidato arenero Carlos Calleja, y desacreditar al gobierno y al FMLN.
Tercero, y no menos importante, el ENADE también sirvió para los intereses oportunistas del candidato presidencial de GANA, quien aparte de llegar a leer su discurso para dedicarse a atacar a los otros candidatos presidenciales, principalmente al del FMLN, no presentó propuestas reales ni demostró capacidad para enfrentar los problemas de país. Pero, si aprovechó el momento para presentarse hipócritamente como una opción diferente a “los de siempre”, aludiendo a la izquierda y la derecha; como parte de su estrategia mediática de ocultar que es un candidato más de la derecha.
Es por eso que en la apertura oficial para la campaña electoral ha traído elementos para analizar el rumbo y la estrategia a implementar de las cuatro fórmulas que pretenden llegar al ejecutivo.
Las opciones de la derecha de ARENA y GANA, aunque en esencia ofrecen el regreso al neoliberalismo tienen sustanciales diferencias en la forma en que abordan la campaña electoral; en el caso del candidato de GANA, quien evita de sobremanera aparecer con sus dirigentes y olvida que en la realidad lo acuerpan viejos zorros de la política tradicional.
En el caso de Arena, Carlos Calleja, un empresario comercial con poca experiencia en la cosa pública trata de convencer, primero a sus partidarios y luego a la población que es una carta ganadora, realizó una gira por diversos municipios del país, se impuso en las estructuras de su partido y luego se ha vendido como alguien que conoce las necesidades de los salvadoreños, pero en esencia, no es así.
Como entre compinches se ponen de acuerdo no solo para iniciar su campaña electoral sino también para encabezar proyectos privatizadores; así lo demuestra la sintonía y sinergia con la que trabajan a la hora de proponer que la empresa privada tenga representación en el ente rector del agua, intentos de retroceder con la Ley de Minería Metálica y reformas a la ley de límites de tierra, etc.
Mientras tanto Hugo Martínez, sigue trabajando en los territorios para llevar propuestas concretas a la población y los sectores más desposeídos, apostando a la inversión en cada departamento con la creación de los Polos de Desarrollo; mayor protección a las mujeres, apostarle a su autonomía económica, acciones urgentes para mejorar la situación del medio ambiente, garantizar la continuación de la gratuidad en la Universidad Nacional y un gobierno contundente que le apostará a la lucha contra la evasión y elusión Fiscal.