Análisis de medios, 13 al 20 de septiembre de 2018
La frustración de la derecha ante los hechos que darán otra victoria electoral al FMLN
A menos de un mes de iniciar formalmente la campaña para las elecciones presidenciales, la derecha oligárquica sigue empecinada en tomar nuevamente el gobierno. Lo cual intenta, sin éxito, a través de su fórmula presidencial, ya que,al ser incapaces de presentar propuestas claras, basadas en el conocimiento real de los problemas nacionales, ponen todo su aparato ideológico en función de atacar al gobierno y partido de izquierda, y “limpiar” su cultura política curtida de corrupción y falsas promesas.
Con casi 3 años, desde que Carlos Calleja se ha dado a conocer y recorrer el territorio debido a su profundo desconocimiento de los problemas del país, aun no tienen nada asegurado y en las encuestas y mediciones le dan poco porcentaje de popularidad. Su complemento de fórmula, Aída Lazo, tiene dificultades para simpatizar con la gente e incluso con sectores de la misma alianza de derecha. Los dos han protagonizado sendos errores con la prensa y hasta han tratado de desvincular al fundador del partido ARENA con el asesinato de Monseñor Romero. Esto les ha traído un costo electoral que les impide avanzar en su campaña. La población sabe que ellos, Carlos y Aída, no tienen nada que ver con el asesinato de San Romero, pero desconocer los informes de organismos internacionales, y no reconocer algo que es secreto a voces es una infamia colosal por parte de estos personajes.
La historia de ARENA está tan manchada y hedionda, que ni rostros nuevos como Carlos Calleja ni campañas mediáticas engañosas, lograrán levantarle la imagen al partido de la clase dominante, cuyos grupos de poder económico se revuelcan en una contradicción interna que cada vez les aleja más de la posibilidad de vencer al FMLN.
Ante esto, la derecha oligárquica, para detener el avance del actual gobierno y del FMLN, mantiene persistentemente una campaña mediática que persigue infundir en la población el rechazo hacia toda la política económica y social gubernamental por un lado, y la desacreditación y criminalización de funcionarios de gobierno y dirigentes del FMLN, por otro.
Aunque la derecha siempre invisibilice o desacredite el impacto positivo de la política económica y los programas sociales en salud, educación o prevención, que benefician principalmente a las familias que históricamente habían sido excluidas por los gobiernos anti populares de derecha, los hechos continúan dándole la razón al gobierno del FMLN. Así, en materia económica, 524 mil personas han logrado salir de la pobreza relativa y de estas 351 mil corresponde a ciudadanos que enfrentaban una situación de pobreza extrema. Al hacer uso de datos comparativos se evidencia una tendencia a la reducción de la pobreza en los nueve años de gestión de los gobiernos del FMLN; mientras que en los últimos 8 años de administración de ARENA la pobreza iba en alza, dado que la riqueza se concentró en una minoría. También han logrado un aumento de la pensión mínima del 42%, y los salarios mínimos han experimentado entre un 50 a un 175 % de aumento, dependiendo de la rama de actividad económica que se mida.
En cuanto al ataque a personalidades y funcionarios de gobierno o dirigentes de izquierda, la derecha, al no poder “lavar su chaleco” y al estancarse en los sondeos de preferencias electorales, lanza una campaña sucia contra la izquierda con el propósito de generar desconfianza hacia el FMLN. En este aspecto, juega un papel importante el Fiscal General Douglas Meléndez, oscuro personaje con un plan que se complementa con las acciones de los medios de comunicación; archiconocido agente de la embajada de EE. UU. en El Salvador y fiel títere de los intereses de la oligarquía. Este plan incluye el proceso donde se llevó a juicio al ex presidente Antonio Saca, que gobernó bajo la bandera del partido Arena. Hoy ese partido trata de desvincularse a toda costa de su relación con él. Sin embargo, los vínculos de la trama de corrupción arenera, que es la misma que utilizaron los ex presidentes Francisco Flores, Calderón Sol y Alfredo Cristiani no han sido tocados; el fiscal trata el juicio como si fuera una operación quirúrgica, evitando tocar a los areneros que se enriquecieron de las arcas del Estado durante dos décadas.
Lo que si hace maquiavélicamente el Fiscal, es continuar su proceso de criminalización del ex presidente Mauricio Funes, llegando a la desfachatez de vincular a Hugo Martínez con una falsa desviación de fondos provenientes de Taiwán, y así perjudicar la imagen de la candidatura presidencial del FMLN; toda una argucia propia de los peones más desgraciados de la derecha. No obstante esta campaña sucia, la investigación contra Hugo Martínez se cae por su propio peso, porque es una absurda investigación que ya fue desmentida, cuando los $10 millones fueron utilizados para programas sociales con el aval del mismo gobierno de Taiwán; existiendo los soportes necesarios que dejan sin sustento la investigación. Es decir, todo cae por su peso. Los hechos demuestran la honestidad del candidato presidencial del FMLN contra la mentira enfermiza del Fiscal.
Este escenario plantea que la fórmula presidencial oligárquica -un gran empresario y una académica de enfoques empresariales- expresa fielmente los intereses de su clase, por tanto no es extraño que defiendan ciegamente al sector que los ha elegido; aunque este, por más que utilice sus medios de comunicación o al Fiscal General, fracase en su intento de desacreditar al FMLN.
La población sabrá reconocer que no hay nada de popular en la fórmula presidencial de la oligarquía, porque son una apuesta radical hacia el neoliberalismo que conjuga medidas de privatización y flexibilidad laboral, impuestos regresivos y baja carga tributaria, elusión y evasión de impuestos para la gran empresa y, sobre todo, condiciones de vida deplorables para las clases populares.
Al observar el fracaso de la derecha oligárquica, es claro que sus medios de comunicación seguirán difundiendo una campaña sucia con el objetivo de detener el avance del FMLN hacia la victoria electoral de 2019. Sin embargo, la administración efectiva y honesta de la presidencia de Salvador Sánchez Cerén y la capacidad de organización y movilización del FMLN, harán realidad un tercer gobierno de izquierda presidido por Hugo Martínez.
Fuente : Colectivo de Análisis de la ralidad .
