A partir de la apertura del proceso constituyente en Venezuela, convocado por el Presidente Maduro el 1ero de mayo de 2017, se abre un panorama inmenso de posibilidades para la oxigenación y revitalización política del proceso bolivariano, amenazado por la despolitización, derechización o politiquerización como prácticas que atentan contra la integridad de la militancia revolucionaria, que mengua de forma preocupante. Frente a este escenario, reaparece nuestro Chávez Radical, esta vez ilustrándonos la titánica batalla por el convencimiento como tarea esencial para construir el necesario bloque histórico revolucionario, y aliar todas las fuerzas susceptibles a ser integradas en el proyecto bolivariano. Chávez insiste en que la batalla por convencer debe partir del estudio, la reflexión, la argumentación, la ética, la autocrítica, el debate irreverente, que nos permita reencontrarnos con el otro distinto, sumergido en el descontento, el escepticismo, la resignación, que la derecha busca capitalizar. Así pues, Chávez nos trae una lección importante, muy útil para abordar el proceso constituyente que estamos empezando a transitar, para evitar que los viejos vicios de la política perturben el proceso de participación que promete ampliar las fronteras de la participación popular en aras de una constitución que empuje definitivamente hacia el socialismo. (…)necesitamos tener nosotros mucha solidez, moral cada militante, ética y mucha seguridad en nuestros planteamientos para convencer (…) no dar el mal ejemplo de la corrupción, el clientelismo, el grupismo, el sectarismo y todo eso; ¡eh!, para ir a convencer al otro, a la otra con valores, con razones, con argumentos, argumentando; y para eso hay que estudiar, hay que prepararse, hay que conocer, hay que saber para convencer. (…) el proceso de argumentación para convencer al que no está convencido, al que tiene duda y para solidificar el convencimiento de los que ya estamos convencidos, eso es vital para asegurar la hegemonía perenne, eso es vital, estamos obligados a convencer, eso no se decreta, una gran sociedad patriótica, que incluya —repito— a los sectores medios de la población, a los intelectuales, a los profesionales, a los técnicos, a los llamados “ni-ni”, o apolíticos como algunos malamente los llaman, así creo, es un gran esfuerzo que tenemos que hacer, dejémonos del sectarismo, aquí estamos nosotros, cierren la puerta; no, hay que abrir las puertas a través del debate, del diálogo, ustedes tienen que desplegarse por todas partes, métanse en la bodega, en el comercio, métanse allá en la industria, en la fábrica, los trabajadores; todos a argumentar. (…) esto es vital porque (…) los enemigos de Venezuela y nuestros adversarios internos, ¡eh!, están tratando y seguirán tratando con mucho esfuerzo (…) de convencer a la población venezolana de que este camino, de que este gobierno es malo, es perverso; a meterle miedo acerca del futuro. Es la batalla por convencer, ellos con su manipulación, sus mentiras, sus miedos, su propaganda de miedo, nosotros con nuestros argumentos, con nuestras verdades, con nuestra crítica, nuestra autocrítica, pero eso tiene que ser de todos los días y dedicados con esmero. La unidad no es, aquello de monolítico, que vamos a ser todos iguales, y todos patria o muerte, venceremos. No, no, no, no, la unidad es diversa, a veces es incluso contingente, es decir, va evolucionando, se fortalece, se debilita, como el huracán sopla fuerte y de repente se va el viento, eh, como la lluvia, llueve fuerte y de repente dejó de llover. Hay que ir cabalgando sobre la unidad, revisándola, fortaleciéndola, cohesionándola, alimentándola con debates, con argumentos, convenciendo. Esto es vital. Ahora los primeros convencidos tenemos que ser nosotros, para luego ser convencedores”. Intervención del Comandante Presidente Hugo Chávez en Consejo de Ministros. 29/01/2011. Salón del Consejo de Ministros del Palacio de Miraflores, Caracas, Distrito Capital, Venezuela. Discurso completo disponible en: http://www.todochavez.gob.ve/todochav…