Cerca de 200 miembros de la sociedad civil de nuestro país, reunidos en La Habana para asistir al II Foro «Pensando Américas», rompieron en aplausos cuando el diplomático Juan Antonio Fernández frenó la provocación de un grupúsculo anticubano en Lima, Perú.
Cerca de 200 miembros de la sociedad civil de nuestro país, reunidos en La Habana para asistir al II Foro «Pensando Américas», rompieron en aplausos cuando el diplomático Juan Antonio Fernández frenó la provocación de un grupúsculo anticubano en Lima, Perú.
«Con Cuba no te metas», dijo el diplomático cubano ante las palabras ofensivas de Jorge Luis Vallejo, miembro de la llamada Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia y representante de la coalición número 26 al Diálogo Hemisférico que tuvo lugar ayer en la capital peruana, previo a la celebración de la VIII Cumbre de las Américas.
Las incidencias del evento eran seguidas en vivo en las pantallas del teatro de la Central de Trabajadores de Cuba, donde estaba sesionando de manera simultánea el II Foro de la sociedad civil cubana.
La reunión de Lima consistía en un intercambio entre los representantes de los países de la región y los miembros de las 28 coaliciones temáticas que se darán cita en el Foro de la sociedad civil el 10 y 11 de abril próximos en la capital peruana.
En su intervención, Juan Antonio Fernández denunció la composición de la coalición 26, que tiene entre sus coordinadores «a personas y organizaciones de dudosa trayectoria y con una agenda política de provocaciones y subversión».
La Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia es un proyecto financiado por Washington que reúne a miembros de la contrarrevolución cubana con una selección de la ultraderecha regional, dispuestos a participar en cualquier agresión de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Vallejo, uno de los directores ejecutivos de la red, utilizó su turno de palabra como representante de la coalición 26 para ofender a la Mayor de las Antillas y recordar la provocación acontecida recientemente en La Habana, en torno al otorgamiento de un premio a expresidentes de la región, cuyo único mérito era atentar contra los gobiernos progresistas del área.
Luego, en su intervención oficial, Juan Antonio Fernández manifestó que Cuba «lamenta profundamente y desea dejar registrado su malestar por la exclusión de la hermana República Bolivariana de Venezuela».
«Nuestra América está mutilada sin la presencia de uno de los países del continente que más ha aportado al ideal libertario e integracionista de la América Latina y el Caribe», dijo.
Desde La Habana se siguieron con igual atención las palabras en Lima de Yamila González Ferrer, vicepresidenta de la Unión de Juristas de Cuba, quien representó a la coalición número 15, cuyo tema es «Por un mundo inclusivo y respetuoso», y que agrupa a la mayoría de la delegación cubana.
PENSANDO AMÉRICAS
La reunión de la sociedad civil cubana, paralela al encuentro en Lima, sirvió para trazar una hoja de ruta de cara a las actividades de la VIII Cumbre de las Américas.
Cerca de una treintena de intervenciones coincidieron en resaltar que Cuba no es una sociedad perfecta, pero tiene muchos éxitos que mostrar a sus pares del continente.
Yuri Pérez, vicedecano de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, señaló que la Constitución cubana reconoce el derecho a la «intervención en los asuntos del Estado» por parte de los ciudadanos, lo cual es mucho más abarcador que el concepto de «participación» y resulta una ventaja de nuestro país en la lucha contra la corrupción.
Por su parte, Marisol Pérez, representante de la Federación de Mujeres Cubanas, destacó el papel protagónico de estas en la toma de decisiones políticas y su nivel de representación en la Asamblea Nacional del Poder Popular, que contrasta con la realidad de muchos países de la región.
Fermín Quiñones, presidente de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas y organizador del Foro, declaró a Granma que se habían superado las expectativas y que la cita permitió observar la vitalidad y diversidad de la sociedad civil cubana.
«Con los resultados de este Foro la delegación cubana va fortalecida a Lima y podrá dar respuestas oportunas y razonadas a cualquier provocación contrarrevolucionaria o intento de legitimar a quienes no tienen legitimidad alguna para representar a nuestro pueblo», dijo Quiñones.
Cuba asistió por primera vez a las Cumbres de las Américas en su séptima edición, celebrada en Panamá en abril del 2015. Su inclusión fue un reclamo de América Latina y el Caribe que demostró el aislamiento de la política agresiva de Washington, donde surgió la idea de estos encuentros en 1994.