En este 11 de noviembre a 31 años de la Heroíca lucha del pueblo salvadoreño y del Frente Farabundo Martí para La Liberación Nacional FMLN, recordamos con dolor y con cariño a nuestro pueblo que fuera víctima de la repressión de la dictadura militar, sus cuerpos represivos y de la política imperial de las administraciones de Estados Unidos.
Desde 1931 cuando se enquistó el poder militar en la vida de toda la sociedad y de la nación hasta 1992 con la firma de los acuerdos de paz en Chapultepec, México el pueblo entero vivía bajo la bota militar y del partido oficialista en turno Pro Patria, PCN, PDC y Arena.
El pueblo salvadoreño enriqecido con la experiencia de las luchas de anteriores generaciones fueron desgastando y quemando vías y alternativas para terminar con la dictadura militar, la respuesta siempre fue represión, captura, tortura, desaparición, asesinato y destierro.
Fraudes a la vista de todos, masacres de quienes intentaban defender el voto popular en las urnas. Represión a campesinos, obreros, maestros, estudiantes, persecución política contra sectores profesionales, religiosos, comunidades cristianas, artistas, periosdistas e intelectuales.
Asesinatos emblemáticos como de los sacerdotes Alas, Rafael Aguiñada Carranza, primer diputado sindical, el Crimen de Lesa Humanidad en la persona de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, secuestros, vioalación y asesinato de las monjas de la Orden Maryknoll, de los dirigentes del FDR, de los y las sindicalistas de FENASTRAS entre muchos otros crímenes y atropellos de la dictadura que defedndía con rabia los intereses oligarcas.
El 11 de noviembre de 1989, el ejército de caitudos, descalzos, obreros, cakmpesinos, estudiantes, maestros y sectores proogresistas de la sociead salvadoreña se lanzarón al asalto de la misma retaguardia de esa dictadura.
Donde se sentían seguros, intocables, al corazón de los escuadrones de la muerte, de los pudientes y oligarcas, les llegó la guerra de cerca.
Fue la muestra contundente que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional cuenta con suficientes arraigos populares, apoyo de la sociedad además de su beligerancia.
A 31 años de esa Gesta popular, patriótica y revolucioanaria recordamos a nuestras hermanas y hermanos Internacionalistas que entregaron sus vidas por el futuro del pueblo salvadoreño.
Al conmemorar esta fecha heroíca nos encontramos con un gobierno populista que manipula y engaña, miente y pretende ilusoriamente enquistarse como un nuevo dictador.
Nuestro humilde pueblo, nuestra gente ha sabido enfrentar a diferentes camaleones y farsantes que la historia les ha enviado al lugar que les corresponde, al basurero no reciclable.
Compañeras y compañeros Internaciolistas, Hasta la Victoria Siempre!
Compañeras y compañeros masacrados, Hasta la Victoria Siemrpe!
Por nuestros deaparacidos y desaparecidas, Juramos Vencer!
Venceremos!
